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Una década de accidentes y dramas con la conectividad

En un par de días se cumplen 10 años del accidente en que una avioneta con 5 personas a bordo sufrió un accidente en el mar, entre Tirúa y la Isla Mocha.
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Cristian Aguayo Venegas

E n un par de días se cumplirán 10 años de ocurrido el accidente del Cessna 172 que salió desde Isla Mocha con destino hacia Tirúa con cuatro pasajeros, el cual nunca llegó a destino.

La búsqueda se desarrolló por meses, sin embargo, los cuerpos de los fallecidos ni la aeronave, salvo el fuselaje y una mochila, fueron encontrados, lo que hizo que el duelo para las familias se extendiera con el paso de los años.

"Ha sido complicado el proceso, por muchos factores, emocionales, sobre todo. Ha sido todo largo también, sobre todo, por las evaluaciones, de saber que pasó, sobre todo, en los primeros años, porque nunca supimos qué pasó , dónde cayó la avioneta, nada", dijo Paula Luengo, hermana e hija de dos de los fallecidos en aquel trágico accidente.

"El hecho de que no hubiera control aéreo en el aeródromo, eso hizo mucho más complicada la búsqueda, porque a pesar de que era un viaje corto, de no más de doce minutos, fue difícil después buscar", agregó.

"Estuvimos un mes en Tirúa, llegaron varios equipos desplegados de las Fuerzas Armadas, pero al final no llegamos a nada. A las semanas se encontró en la plaza la mochila de mi hermano, a los seis meses se encontró una parte del fuselaje, pero nada más, entonces, eso ha hecho que el duelo fuera más complejo, sobre todo para mi mamá", explicó.

Día del accidente

Paula comentó que "estaba acá, en Santiago, haciendo un curso. Mi mamá también estaba acá, y a eso de las 22.00 horas nos enteramos por Facebook del accidente. Supuestamente, el vuelo salió a las 14.00 horas".

"Cómo no había control, los nombres de la noticia que vi no eran claros, por ejemplo, se llamaba a mi hermano Jorge Espinoza, no Luengo, entonces, no teníamos claridad de las personas que iban en la avioneta", relató.

"En ese momento, empezamos a llamar a todas partes para saber qué es lo que había pasado, porque nadie nos decía nada, solamente salía que se extravió una avioneta, que no llegó a tierra. Así que viajamos el domingo, y a primera hora estábamos allí, ya había comenzado la búsqueda", expresó.

"El primer mes fue súper complicado, porque era con la esperanza de que algo íbamos a encontrar. Peleamos para que siguieran buscando, que no detuvieran nada, pero no se encontraba nada, más allá de la mochila y el fuselaje", agregó.

"Ese fin de semana ellos viajaron para allá, porque mi hermano quería comprar un terreno en la isla, y nosotros no viajamos por el tema de mi clase y porque a mi mamá le dan terror los aviones. Ahí pasó lo que pasó", dijo.

"Más encima, hace poco hubo una situación muy similar con otro accidente, entonces, estamos luchando para que esto no pase más, que la conectividad mejore y que se fiscalice como corresponde", concluyó.

Residente

Lorena Gavilán, vecina de la Isla Mocha, señaló que "ese día del accidente se nos vino el mundo abajo. Durante esta década que ha pasado, lo hemos pasado mal y se ha hecho todo difícil por el tema de la conectividad con el continente".

"Sobre todo, a nosotros los que trabajamos con turistas, es una problemática que nos afecta mucho, más ahora que no tenemos avión, quedamos mucho más aislados", enfatizó.

"Sentimos una gran impotencia, es triste ver el abandono en que estamos. Se nos ha hecho todo muy complicado. Cada tragedia que pasa nos sentimos más abandonados", aseguró.

Lorena afirmó que "hoy, estamos sin médicos, no hay avión de emergencia, las personas diabéticas no están siendo atendidas, entonces, es todo muy duro".

"Se dijo que en septiembre íbamos a tener otro avión para hacer viajes a Lebu, los que serían de domingo a miércoles, pero eso, hasta ahora, no se ha cumplido", finalizó.

Dgac

Al ser consultados sobre la potenciación de medidas de fiscalización y prevención de los traslados aéreos, desde la Dirección General de Aeronáutica Civil (Dgac) indicaron que "a través de un Plan de Vigilancia Continua, que se elabora anualmente, se efectúan fiscalizaciones a las empresas aéreas que realizan transporte, entre otras, y por supuesto, se incluye el servicio que se entrega a Isla Mocha en la Región del Biobío".

Transporte subsidiado

Héctor Silva, seremi de Transportes y Telecomunicaciones, sostuvo que "hemos desarrollado de forma inédita un proceso de participación ciudadana en Isla Mocha, con el objetivo de recoger las ideas y responder las inquietudes de la comunidad sobre la nueva licitación de transporte aéreo subsidiado por el MTT, que unirá la isla con el continente".

"Prontamente, entregaremos el resultado de este proceso a la comunidad de la Isla Mocha, donde daremos a conocer el perfil del nuevo servicio, el que tendrá una duración de 12 meses y contará con la operación de dos aviones. Durante los próximos meses se espera realizar la convocatoria a esta licitación", comentó.

"En la actualidad, el servicio subsidiado contempla 9 viajes, de miércoles a sábado. mediante una sola aeronave que se contrató en abril de este año. Estos viajes, que cubren el tramo Lebu-Isla Mocha, se realizan según los parámetros de seguridad y autorizaciones definidas por la Dgac", concluyó.

"Ha sido complicado el proceso, por muchos factores, emocionales, sobre todo".

Paula Luengo,, familiar de dos fallecidos

último accidente

A finales del mes de abril, se registró el último accidente aéreo de la Isla Mocha, donde una avioneta capotó en el mar. Hubo cuatro personas fallecieron y una sobreviviente, Daniela Melian, quien en aquel momento hizo un llamado al presidente Boric. "Necesito que comprendan y reaccionen ante el abandono histórico que existe del Estado hacia la comunidad de la Isla", cerró.

5 meses atrás se produjo un accidente de caracteristicas similares, solo una persona se salvó.