Dan a conocer las zonas con mayor riesgo para construir
Desde Sernageomin y la academia nombraron los sectores del Gran Concepción con suelos menos adecuados para la edificación. CchC Concepción y seremi de Vivienda indicaron que es difícil que existan casos como el de Reñaca.
Instituciones y expertos dieron a conocer sus análisis respecto a los sectores del Gran Concepción que tienen mayores riesgos geológicos como, por ejemplo, los socavones.
A nivel nacional se dio a conocer el desprendimiento de tierra al lado del Edificio Kandinsky, en Reñaca, luego del sistema frontal el pasado agosto. por lo cual fue deshabitado y se evalúa su demolición.
En la región del Biobío, Tomé es la comuna que ha mostrado casos de socavones en Cerro Alegre con una casa destruida y con viviendas aledañas en peligro.
Sernageomin
Desde el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) se indicó a La Estrella que "dentro del Gran Concepción existen zonas donde hay problemas de deslizamientos de material en laderas (remociones en masa), como, por ejemplo, el cerro David Fuentes y el borde sur de la península de Tumbes, algunos sectores de Chiguayante, Lota, Dichato y en la comuna de Tomé. Todos estos sectores tienen en común las altas pendientes sobre las cuales existen zonas urbanizadas y, en ellos, los deslizamientos se gatillan por eventos lluviosos".
Asimismo, se informó que "si bien las zonas planas del Gran Concepción también podrían presentar problemas en sus construcciones, éstos se asocian más a los efectos de terremotos (por ejemplo, licuefacción de suelos) y a defectos en las propias construcciones (por ejemplo el Edificio Alto Río).
Por último, Sernageomin indicó que se realizan trabajos de cartografía geológica en el Gran Concepción, en conjunto con el Departamento de Ciencias de la Tierra de la UdeC, con el fin de actualizar un catastro.
Geólogo
Cristian Vera, director del Diplomado en SIG y Teledetección Aplicada a la Gestión de los Recursos Naturales y la Minería de la Universidad Andrés Bello (Unab) sede Concepción, señaló que "la región del Biobío tiene un perfil de suelo relacionado con las lluvias, conformado por arcillas que continuamente se van lavando y alterando, a lo que se le llama maicillo".
Por ejemplo, indicó que "en Tumbes hay muchos problemas asociados a ladera y con mis alumnos vamos a catastrar nuevos movimientos. En Tomé hace unas semanas hubo un movimiento de laderas asociado al efecto de meteorización del maicillo, que se da cuando se queda sin arcilla por el continuo lavado. Es decir, que la arena se ve afectada por las lluvias y se genera un colapso".
Finalmente, el académico de la Universidad Andrés Bello sostuvo que "zonas como Tumbes, Tomé o Andalué pueden vivir estos procesos. No obstante, respecto a lo que ocurrió en Reñaca, cuyas construcciones fueron en dunas, los procesos similares se pueden ver en toda la costa desde Lebu hasta Punta Lavapié".
gremio constructor
El presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CchC) Concepción, Bernardo Suazo, indicó que en el Gran Concepción hay pocos edificios sobre cerros.
"Creo que no pasará lo ocurrido en Reñaca porque los edificios, en general, cuando se generan en altura, están con permiso de edificación y en zonas en que sí se puede construir. Si hay un edificio en algún terreno con pendiente, normalmente se aplana el terreno, se hace horizontal y se pone un muro de contención. Hay buenos sistemas de evacuación de aguas lluvias", explicó.
En definitiva, señaló que "son los planos reguladores comunales los que definen aquellas zonas de riesgo en las que no se puede construir. En el Gran Concepción, después del terremoto, los instrumentos se someten a una evaluación ambiental estratégica con participación de múltiples actores".
seremi
La seremi de Vivienda, Claudia Toledo, indicó que si bien en la región es poco probable que se dé lo sucedido en Reñaca, ya que no hay formaciones dunarias urbanizadas.
No obstante, dijo que "tratándose de suelos con pendientes elevadas en general y suelos descubiertos o alterados, existe siempre una amenaza de procesos de remoción en masa, ante eventos pluviométricos extremos o sismos (como lo que ocurrió en Tomé, recientemente).
"Por ello, los planes reguladores más actualizados, han definido estos terrenos como áreas de riesgos, lo que implica restricciones y condicionamientos a su uso. La función de elaborar y aplicar estos instrumentos es una función privativa de los municipios respectivos", cerró.
4 personas analizaron la realidad geológica de la zona y sus posibilidades de construcción.