Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Deportes
  • Clasificados
  • Tiempo Libre
  • Estrellas

Piden que el apoyo a 150 extrabajadores de Fanaloza sea útil

Ex funcionarios de la textil Bellavista Oveja Tomé recuerdan el drama tras cierre de esa empresa, y esperan apoyo para sus vecinos de Penco.
E-mail Compartir

Manuel Muñoz González

David Landaur recuerda claramente lo que vino para él y varios de sus ex compañeros, tras el cierre de la empresa textil Bellavista Oveja Tomé, hace poco más de quince años. "El Sence otorgó capacitaciones, cursos de manejo y de distintos oficios a los ex trabajadores. Ingresamos muchos a los programas Pro Empleo, yo mismo estuve 8 años en diferentes puestos", recuerda quien en su momento fuera dirigente regional y nacional de los trabajadores textiles, y que hoy sigue ligado a ese mundo, como dirigente de la Corporación de Ex Trabajadores Textiles de Tomé.

Un recuerdo que se le vino a la memoria apenas supo de lo ocurrido con otra compañía emblemática de la zona, Fanaloza de Penco, lo que dejó a cerca de 150 personas sin sus fuentes laborales, muchas de ellas, con décadas de trabajo en el cuerpo.

Es por ello que el ex trabajador textil, de 72 años de edad, espera que se les tienda una mano a los extrabajadores, y que si se les va a apoyar en materia de reconversión laboral, que sea en algo concreto y que les permita volver a trabajar.

"Lo importante es que el Estado les dé el apoyo, sobre todo a los más antiguos trabajadores, que entreguen capacitaciones donde las personas puedan ser útiles, servir a la comunidad. No vaya a pasar lo que pasó en Lota con el cierre de las minas de carbón, donde se llenaron de peluqueros, de hecho, a mi papá lo mandaron a hacer ese curso", repasa Landaur, trabajador textil entre 1971 y 2006.

Esa misma preocupación manifiesta José Barra (79), presidente de la Corporación de Ex Trabajadores Textiles de Tomé. "Reconversión es una falacia que a veces se dice. Acá se prometieron cosas a la mayor parte de la gente que salió de la textil, pero la mayor parte fue absorbida por los planes Pro Empleo. Y hubo gente que se acogió a los planes de jubilación, pero con pensiones muy bajas", expresa.

Según el ex trabajador textil, "la reconversión no tuvo los efectos deseados en Tomé. Mucha gente debió salir a trabajar a otras ciudades, y uno se acordaba de lo que pasó en Lota, con los ex trabajadores del carbón, que lo que más se hizo fue capacitarlos en peluquería y sastrería. Para absorber mano de obra calificada como la que había en Fanaloza, que llevaba muchos años, es muy difícil, salvo la gente joven y que esté preparada para eso, pero para personas con tantos años de experiencia en el rubro, es un poco complicado", expresa.

No obstante, espera que las autoridades entreguen un real apoyo a los ex funcionarios. "Ojalá se pueda reconvertir a las personas en lo laboral, especialmente a la gente más joven, en un rubro donde realmente puedan volver a tener una oportunidad de trabajo, no con medidas parches u oficios en que no van a encontrar empleo", puntualizó.

procesos en la zona

Carlos Ibarra, doctor en Historia y académico USS, recordó lo ocurrido en otros procesos tras el cese de funciones en industrias como la textil en Tomé y del carbón en Lota, ambas de larga tradición en la zona.

"Los cierres de los minerales de Schwager y Lota involucraron fondos estatales para ejecutar planes de reconversión laboral, los cuales no fueron exitosos, pues inicialmente intentaron transformar al minero en soldador o incluso en tejedor. Lo que sí puede entenderse como un apoyo, fue la creación de becas para los hijos e hijas de mineros, instalación de centros de estudio (como CFT Lota-Arauco, dependiente de la Universidad de Concepción) y la creación de nuevas fuentes de trabajo en otras áreas (no incluidas en el plan de reconversión), como la silvícola (forestal) y las pesqueras instaladas sobre todo en la Bahía de Coronel. Hubo varios que compraron taxis-colectivos también con la indemnización obtenida debido al cierre de los minerales. Si hubo reconversión, podemos decir que en muchos casos fue de motu proprio", dice.

A diferencia del proceso anterior, añade, "Bellavista Oveja Tomé se mantiene activa, pero con un personal muy reducido (alrededor de 30 trabajadores). Luego de varios golpes económicos por crisis (como la de 1982) o la declaratoria de quiebra (2007), que condujo al cierre (2008), la empresa volvió a reabrir el 2010. Sin embargo, sus antiguos trabajadores (800 al momento del cierre), quedaron con pensiones paupérrimas y sin planes de reconversión. El Estado solo aumentó los recursos en planes Pro Empleo. Tampoco hubo becas para los hijos de los ex textiles. En el fondo, fue como el cierre de una empresa particular. Hoy, el principal empleador es el municipio tomecino", repasó Ibarra.

"Uno se acuerda de lo que pasó en Lota, que tras el cierre de las minas de carbón, se llenaron de peluqueros".

José Barra,, extrabajador textil.

Municipio

En tanto, el Municipio de Penco inició ayer la anunciada Mesa de Trabajo junto a dirigentes de los sindicatos y los propios trabajadores desvinculados de Fanaloza, concejales de la comuna y autoridades de Gobierno, con la finalidad de canalizar formas de ir en ayuda de las más de 100 familias penconas que este lunes perdieron su fuente laboral tras el cierre de Fanaloza.