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Arquitecto hizo hasta su tesis de magister en torno a su querido liceo

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Desde los cinco años que Cristian Henríquez soñaba con ser arquitecto. Hoy es un prestigioso arquitecto radicado en París, y desde donde, asegura, gran parte de lo que ha logrado, se lo debe a sus 7 años de formación en el Enrique Molina.

"Siempre quise ser arquitecto y para mi llegar al liceo fueron mis primeros pasos. Estudié en la escuela Diego Portales, luego en la República Argentina y en 7º básico entré a liceo, estuve seis años. Tengo los mejores recuerdos, por los valores que nos enseñan, todos los profesores nos enseñaron que el esfuerzo que hacían para con nosotros es para que fuéramos buenos ciudadanos, más allá de aprender lo meramente académico", expresa desde París.

Cristian combinó su pasión por la arquitectura con el "romanticismo" por su liceo, relación que lo llevó a hacer su tesis de magister respecto al propio liceo EMG. "Tengo una relación bien especial con mi liceo. Soy arquitecto de la Universidad de Chile, especializado en patrimonio, y mi magister en patrimonio lo hice justamente respecto del liceo, un proyecto de intervención de toda la manzana. En esa investigación me doy cuenta que la historia de la manzana tiene la historia constructiva de la cuidad de Concepción, todo lo que se ha construido en algún momento en la ciudad, se construyó ahí: neoclásico, neocolonial. Es un liceo que llega a mitad del siglo XX a la manzana donde se encuentra hoy, entonces ahí han habido distintas etapas constructivas, su historia constructiva relata las cosas que han pasado en la cuidad: terremotos, una manera en como el estado veía la educación de sus ciudadanos", expresa el penquista de 34 años, originario de la población Teniente Merino.

"Hay un romanticismo por la institución, es uno de las grandes cosas que me marcaron, que viniendo de uno de los sectores más humildes de la ciudad, uno está orgullos de haber estado en este lugar", enfatiza.

"La historia constructiva de la ciudad está plasmada en la manzana donde está el liceo".

Cristian Henríquez.

34 años tiene el arquitecto penquista, quien plasmó en su tesis la historia constructiva del liceo.

Un mundialista y un campeón de América salieron de sus aulas

Destacados futbolistas como el ex arquero Mario Osbén, o el campeón de la Copa Libertadores con Colo Colo, Rubén Espinoza, se formaron en el EMG.
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Deportes

El sello del liceo Enrique Molina también ha quedado plasmado en el éxito deportivo de destacados futbolistas nacionales, quienes pasaron por sus aulas antes de comenzar sus exitosas carreras deportivas a nivel nacional e internacional.

Uno de esos exponentes fue el ex portero Mario Osbén, quien es reconocido dentro de los ex alumnos destacados del establecimiento estudiantil penquista.

El exgolero, conocido popularmente como "el Gato" Osbén, integró las filas del liceo, lo que compatibilizaba con sus entrenamientos en Deportes Concepción, camiseta con la que debutó en el fútbol.

Fue el inicio de una dilatada carrera, que incluyó pasos en varios clubes Colo Colo, Ñublense, Cobreloa o Unión Española, mientras que su mayor logro fue haber defendido la camiseta de la selección chilena en el Mundial de España 1982, además de conseguir dos subcampeonatos de Copa América con la selección chilena, en 1979 y 1987.

Campeón de américa

Desde Tomé viajaba todos los días el ex jugador Rubén Espinoza, otro de los ex deportistas destacados del Liceo Enrique Molina, y quien tuvo la dicha de trepar a lo más alto del continente, al ganar la Copa Libertadores de 1991 con Colo Colo, además de ser tricampeón con los albos.

Un orgullo para Tomé, y un orgullo para el EMG, mientras que para Espinoza, haber sido parte del liceo es algo que llevará por siempre.

"Viajaba todos los días desde Tomé a Concepción. Tenía doble jornada me acuerdo, entonces a la hora de almuerzo me iba a almorzar donde una tía que vivía en Talcauhano, y después regresaba en la tarde a clases", recuerda el ex jugador quien rememora que tras reforzar a la selección de Cañete durante un torneo nacional juvenil, se fue a Santiago a probar suerte y se quedó en capital, primero en Colo Colo, luego Universidad Católica en la etapa juvenil y profesional, para luego volver a Colo Colo y convertirse en campeón de América con los albos. "Tengo los mejores recuerdos del liceo, hasta el día de hoy tengo contacto con algunos ex compañeros. Fue una muy linda etapa, a pesar de que era sacrificada, porque tenía que levantarme a las 5 de la mañana para poder ir a tomar el bus y estar un cuarto para las ocho en Concepción", repasa Espinoza, quien se siente orgullo de haber pertenecido a la Bicentenaria institución penquista.

"Por supuesto que me marcó como estudiante, porque los valores, los conocimientos, y parte de lo que soy se lo debo al mi etapa como estudiante del Liceo", agrega.

En el muro de ex alumnos destacan otros nombres que llegaron lejos en el fútbol y que pasaron por las filas del EMG, como el caso de Arturo Sanhueza, ex seleccionado chileno, multicampeón con Colo Colo e identificado con Fernández Vial; o el ex volante Pedro Morales, quien destacó en el mundial juvenil de Holanda en 2005, comenzando una destacada carrera que lo tuvo varios años en Europa, además de defender los colores de Colo Colo y Universidad de Chile, los dos elencos más populares del país.