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La conmemoración se extenderá por casi año

El Proyecto Bicentenario contempla hitos artísticos y culturales, y busca relevar tanto al liceo Enrique Molina como a toda la educación pública.
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La Estrella

Muestras culturales, un carnaval, conciertos selectos, conversatorios y actividades deportivas, entre otras expresiones, forman parte del abanico de actividades que vivirá la comunidad del Liceo Enrique Molina para conmemorar sus 200 años, extendiendo la celebración por casi un año, con distintos hitos dignos de un Bicentenario.

Ello gracias al "Proyecto Bicentenario", emergido desde el propio recinto por sus distintas entidades tanto alumnos, docentes y apoderados, e impulsado por el Gobierno Regional, gracias a la aprobación del Fdnr al que postuló la comunidad educativa para relevar la importancia del liceo, pero no solo ello, sino que dar un reimpulso a la educación pública en Concepción, la región y el país.

"Este es el tercer recinto a nivel nacional que cumple 200 años, es de los más antiguos del país, y por lo mismo este bicentenario tendrá varios hitos, los que se desarrollarán desde julio a marzo del 2024. Fue un programa que se postuló al Fdnr del Gobierno Regional en diciembre del año pasado, donde se plantean una serie de hitos y acciones durante un periodo de 10 meses, donde se incluyen hitos de diversa índole, entre ellos el acto bicentenario (hoy), y que contará con actividades para estudiantes e instancias de la comunidad", explicó Claudia Araya, directora del Proyecto Bicentenario.

Agregó que existe una mesa colaborativa conformada por distintos actores: la Universidad de Concepción, la Municipalidad de Concepción, la Sociedad de ex Alumnos, Centro de Alumnos, Centro de Padres, el Servicio Local de Educación, la que lleva adelante las distintas acciones del proyecto. "La idea es poner en relevancia al establecimiento, pero a la vez promover la educación pública. Se trata de instancias que contarán con la participación activa de los estudiantes, que son los protagonistas de la generación bicentenario. Y es que este programa surge precisamente porque las inquietudes de los jóvenes de cómo enfrentar esta fecha tan relevante como el bicentenario", agrega la directora del proyecto.

Presente y futuro

La encargada de liderar el Proyecto Bicentenario añade que todas estas acciones tienen como objetivo seguir posicionando al liceo y su importancia en la educación pública penquista, incentivar las matrículas, y por cierto dejar en evidencia el importante rol que ha cumplido el Liceo Enrique Molina en el pasado, presente y futuro.

"Acá existen estudiantes que son excelentes, que tienen clara la importancia de la educación pública y lo quieren de alguna forma transmitir. En la historia del liceo hay personajes de relevancia en la historia del país, en el ámbito nacional e internacional, tanto en la política como a nivel artístico; hay cantantes líricos que trabajan en el teatro municipal, "Pepo" (René Ríos) fue ex alumno del Enrique Molina, Ennio Vivaldi, ex rector de la Universidad de Chile, que hoy es embajador en Italia, por mencionar algunos nombres", destacó Claudia Araya.

26 de julio comenzaron las actividades de conmemoración, en el marco del Proyecto Bicentenario.

La labor silenciosa y abnegada de madres, padres y apoderados

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"La ida es poner en relevancia al establecimiento y a promover la educación pública".

Claudia Araya.

Mientras los alumnos resuelven sus ejercicios de matemáticas o responden la prueba de historia en las aulas, fuera de ellas, un grupo de apoderados "amonona" la "nanoplaza", prepara el café antes del segundo recreo para los alumnos, u organizan las tareas para sus propios talleres de manualidades.

Todo eso y más es la labor que, de forma silenciosa, pero cargado de cariño, realizan quienes integran el Centro General de Madres, Padres y Apoderados del Liceo Enrique Molina, en una relación más allá de ser papá o mamá de los alumnos del recinto.

"Como apoderados nos sentimos parte del liceo, y con más orgullo ahora, que tenemos la dicha de pertenecer este año cuando el liceo cumple 200 años", comentó Victoria Salas, presidenta de dicho Centro General de Madres, Padres y Apoderados.

Y ese estrecho vínculo se refleja en las múltiples actividades en que participan. "Tratamos de estar en todas las actividades de los alumnos; colaboramos con Patrimonio; mantenemos la nanoplaza; durante el invierno, en cada segundo recreo, a los estudiantes les preparamos un té, un café, o un milo calentito. Para nosotros es más que ser apoderados", dice Victoria a La Estrella.

Y no sólo para los alumnos, sino que como grupo también realizan sus actividades. "Hemos hecho talleres de herramientas digitales, durante la pandemia nadie sabía mucho, así que hicimos un taller que duró dos años, y así como fuimos aprendiendo, nos fuimos motivando con otras cosas; hemos hecho talleres de manualidades, el taller de cueca que se nos viene ahora, la idea es que nuestros apoderados se sientan bien; también apoyamos a los apoderados que tienen sus pymes", recalca la dirigenta, cuya relación con el Liceo Enrique Molina es una tradición familiar: "Tengo dos hijos que egresaron de acá; uno es arquitecto y vive en París, mi otro hijo es músico y vive en Santiago. Y ahora un nieto y un sobrino estudian acá", comenta con emoción, apostando por la educación pública en uno de los bastiones de la región y el país.

310 personas integran el Centro General de Madres, Padres y Apoderados, el 99% son mujeres.