Leo Riquelme
El Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que el cuestionamiento de Gabriel Boric a sus pares latinoamericanos que no promovieron una condena a la invasión rusa de Ucrania en la Cumbre de la Celac-UE se debía a su "ansiedad" y "juventud".
"Posiblemente porque debe haber sido la primera reunión de Boric de la Unión Europea con América Latina tiene un poco más de ansiedad que los demás", fustigó.
La cumbre celebrada en Bruselas terminó con una declaración conjunta en que los presidentes expresaron su "profunda preocupación" por el conflicto. Boric criticó que algunos "trabaran" la condena y les insistió en que se trataba de "una guerra de agresión, imperial, inaceptable, en donde se viola el derecho internacional".
Nicaragua votó en contra de la declaración conjunta y hubo reparos de Venezuela y Cuba, todos aliados de Moscú.
"No tengo que estar de acuerdo con Boric; es su visión", dijo Lula. "Posiblemente, la falta de costumbre de participar en estas reuniones hace que un joven tenga más prisa. Pero así es como suceden las cosas. El encuentro fue, desde mi punto de vista, extraordinario (...) (en el que se llegó) a un documento extremamente razonable, de interés de todo el mundo", añadió.
A su arribo a París, tras viajar en tren desde Ginebra, Boric le respondió admitiendo la existencia de "matices".
Sobre la presunta inexperiencia en estas instancias, el mandatario recordó que la cumbre Celac-UE no se realizaba hace ocho años, por lo que para gran parte de los asistentes era una cita inédita.
El Presidente chileno aseguró que tiene "un respeto infinito y mucho cariño por Lula", de quien se expresó "ser parte de la misma familia política", pero insistió en que su prioridad es el término de la guerra, el fin de "la masacre" que vive Ucrania y comentó que ayer Rusia bombardeó un almacén de granos, lo que profundizará los problemas de stocks en el mundo, con su posible impacto en la inflación.
Para el mandatario, el derecho internacional se debe defender "a toda costa", pues ser trata de una cuestión "de principios" para el país y porque "ninguna potencia puede pasar por encima" suyo.
"Yo no me siento ofendido", afirmó sobre las palabras de Lula. "En esto yo creo que tenemos que ser categóricos, claros, no podemos dar espacio a la duda. Eso, a la larga y a los ojos de la historia, envejece bien", agregó el mandatario.
Posturas locales
El de ayer es el segundo confronte de ambos. El primero ocurrió en mayo, en Brasilia, donde Lula dijo que las violaciones a los DD.HH. eran una "narrativa", a lo que Boric le respondió que eran "una realidad grave".
Las palabras de Da Silva recibieron ayer críticas en Chile. "El Presidente tiene un mensaje claro frente a la comunidad internacional denunciando la invasión a Ucrania y preocupado por la situación de Latinoamérica con la migración y gobiernos que violan DDHH… no veo ansiedad, sino coherencia", tuiteó el PS Ricardo Lagos Weber.
En radio Cooperativa, el expresidente de RN, Cristian Monckeberg, añadió que era una "desubicación de marca mayor" y una "falta de respeto" que debía repudiarse por canales formales. El excanciller Mariano Fernández dijo que la postura de Boric en la cumbre fue "impecable".
Otros, en cambio lo criticaron. "Hemos visto una paupérrima puesta en escena del Presidente, dejando en evidencia su falta de experiencia en política internacional", dijo la RN Catalina del Real.
Más sutil fue el excanciller y escritor Roberto Ampuero, quien tuiteó: "En Chile muchos describimos el estilo de nuestro Presidente como arrogante; Lula prefirió la sofisticada diplomacia de Itamaraty para hacerlo".
"La posición de Chile es una posición de principios respecto a la defensa del derecho internacional".
Gabriel Boric, Presidente de Chile