Natividad Espinoza R.
Con los niños de vacaciones, padres y madres tienen una labor más que cumplir: entretenerlos y mantenerlos ocupados. Sumado a las rutinas en casa y a las tareas que muchos deben seguir cumpliendo en el trabajo, esto puede llevar al "agotamiento parental".
"La tendencia muestra que los padres y madres no destinan tiempo a realizar actividades de relajo y distención, y esto se hace más difícil todavía cuando los niños están de vacaciones", dijo la psicóloga y académica de la Universidad San Sebastián (USS), Daniela Muñoz.
"Sumado a esto, las expectativas y presión social sobre lo que debiese ser una adecuada forma de criar somete a los padres una presión constante y un sentimiento de no estar cumpliendo con los estándares sociales, lo cual eleva los sentimientos de culpa y frustración constante que se traducen en el agotamiento o burnout parental", agregó.
¿qué hacer?
En este contexto, dijo la psicóloga "es muy relevante que padres y madres comprendan que uno de los factores clave para proteger la infancia y cuidar su propio desarrollo y el desarrollo de niños y niñas, es el estado emocional de quienes crían". Por eso, hay que estar atento a los indicadores de que se está pasando por un burnout parental y hacer algo al respecto.
Según Muñoz, los "síntomas"son el agotamiento, falta de paciencia, frustración, mal dormir, irritabilidad e hipersensibilidad.
Para evitar o lidiar mejor con estas situaciones, Muñoz aconsejó a los padres identificar en qué momentos y por qué se sienten sobrepasados.
Asimismo, les sugirió incorporar a sus rutinas acciones que les ayuden a llegar más calmados a momentos de estrés, como dedicar al menos dos veces por semana 30 minutos o una hora a actividades placenteras, como escuchar música o hacer ejercicio.
Identificar y usar redes de apoyo fue también una recomendación de la profesional.