Flor Arbulú Aguilera

Han pasado 12 años desde que Paula Miranda Nevé sufrió un accidente automovilístico que le provocó una lesión medular a nivel cervical 4, que comprometió sus cuatro extremidades y la dejó en una silla de ruedas con sólo 21 años. Ello, sin embargo, no fue un obstáculo en su vida.

Al no poder seguir estudiando la carrera de Educación Física, optó por la de Psicología; se hizo velerista paralímpica; fue Miss Mundo Wheelchair 2017; es modelo de Corona; se casó, tuvo un hijo, Federico, hoy de 8 meses; y como si fuese poco, ahora anima un programa de TV enfocado en la inclusión, llamado "En tus ruedas".

"En verdad ha sido genial", dice la oriunda de Quilpué sobre este nuevo espacio que se transmite los lunes a través de Mundo Go. Cuenta que le habían ofrecido la posibilidad hace un año y medio, pero por su embarazo tuvo que decir que no.

"Siempre había querido hacer esto. Estudié psicología, pero siempre me ha encantado todo lo que es radio, tele. Me encanta conversar", asegura, pero su embarazo "era lo primordial. Así que dije ' perdí, no más'". Sin embargo, por cosas de la vida, el canal tampoco pudo llevar a cabo el proyecto, por lo que pudo reincorporarse.

"Todavía no le teníamos nombre, nada, pero teníamos la idea de que fuera un programa inclusivo, ya que no existen en Chile, y queríamos que fuese 100%: que una persona con discapacidad lo maneje, que tengamos panelistas con discapacidad, y se conversen los temas de discapacidad", añade.

En cuanto al nombre, "En tus ruedas", se debe a que "lógicamente está enfocado un poco más a lo que es la discapacidad física, entre comillas, que es en lo que me manejo yo y en lo que se maneja mi panelista, pero sí tenemos invitados con otros tipos de discapacidad, y también, por ejemplo, para abordar temáticas de género", manifiesta.

Mitos y maternidad

Si bien desde que tuvo el accidente a la fecha, nota avances en el tema, también hay muchos mitos y estereotipos que rodean la discapacidad física, como el mismo hecho de ser mamá. "Pasa mucho que nos ven como seres muy angelicales, asexuados y pobrecitos, se nos minimiza, se invisibiliza que nosotros podemos tener una vida común y corriente como todos: que podemos tener pareja, nos podemos casar, podemos ser solteros, que podemos salir, carretear, tomar, fumar, no sé. Podemos ser vegetarianos, deportistas, etcétera", afirma.

En ese sentido, comenta que "sí ha avanzado mucho el país y el mundo, yo creo, en el tema de inclusión. Siento que partió todo por una moda, entre comillas, un poco, de uso de la discapacidad, pero al fin y al cabo eso igual funcionó, porque lo visibilizó y hay organizaciones que ahora sí toman en cuenta esta realidad".

"De hecho -continúa-, yo soy modelo de Corona, y con ellos me di cuenta que de verdad son 100% inclusivos, o sea, cuando voy a modelar, a sacarme fotos, siempre están súper preparados con todo (...) Ahora sacaron su línea de ropa adaptada, que eso no lo tienen en ningún lado y que, al fin y al cabo, es otra forma de poder visibilizarnos".

En el tema de la maternidad, sin embargo, aún queda mucho por avanzar. Desde contar con ginecobstetras especializados en el tema a contar con artículos que ayuden al cuidado de los recién nacidos.

Sobre el primer punto, dice, "fue un tema que conversamos con otras chicas. En el sistema público, o incluso a una en el sistema privado, no existe ningún tipo de camilla adaptada, tampoco existen muchos profesionales que hayan estudiado sobre la temática. Incluyo a mi ginecólogo que es bien seco, pero aparte se puso a estudiar harto, y nos apoyamos mucho dentro del proceso".

No es lo único, pues a muchas mujeres les pasó que "no podían ir sola a su ecografía, porque no se podían pasar a la camilla o tenían que buscar una persona que las acompañara, porque no está adaptado. Y yo sé, por lo menos hasta ahora con todo el mundo que he conversado, no existe un tipo de adaptación en Chile, por lo menos, en temas de camillas ginecológicas o para hacerte las ecografías".

En relación al segundo punto, "todas las cosas que he encontrado adaptadas han sido a través de Amazon en Estados Unidos. Acá no hay nada de nada. O sea, cosas para poder amarrarme al Fede a la silla, para poder dar la mamadera, tengo una cuna que se mueve con Bluetooth y todas esas cosas las he encontrado afuera. Acá ni siquiera se tiene ese pensamiento", indica.

El deporte en su vida

Paula Miranda confiesa que si bien gusta de su profesión, fue reencontrarse con el deporte lo que más la ayudó a asumir su discapacidad. Es así como se convirtió en velerista, lo que la llevó a competir en varias partes del mundo y ser campeona nacional, aunque ahora está "semi retirada".

"Más que por el tema del Fede, porque nosotros igual con mi marido nos adaptamos y vamos para todos lados con él, es porque en este país es muy difícil ser deportista. Es mucho más difícil ser deportista de deporte adaptado y estar consiguiendo los recursos. Estar como peleando siempre por algo que a uno le gusta fue bacán por cinco años, pero creo que ahora ya estoy en un minuto en que es muy agotador estar prácticamente suplicando, o sea, literal suplicando plata para poder ir a representar el país. Este año me rechazaron los dineros para poder ir al campeonato mundial, así que ahí dije: ya no", sostiene.

Pero su objetivo no es abandonar del todo, porque le gustaría seguir en el velerismo pero de forma "recreativa". "Estoy en proceso, como un camaleón buscando qué otro deporte hacer, porque me gusta mucho el deporte y quiero seguir haciéndolo. Es algo que sí o sí está en mi cabeza", concluye.