Implosión catastrófica causó la muerte de tripulantes del sumergible "Titán"
Los restos del submarino desaparecido el domingo fueron encontrados ayer. La Guardia Costera de Estados Unidos confirmó el trágico final de las cinco personas a bordo, donde estaba el CEO de OceanGate Inc., compañía dueña de la nave.
EFE/J.R.P.
La Guardia Costera de Estados Unidos confirmó que los "escombros" encontrados cerca de la zona donde se encuentran los restos del Titanic corresponden a la parte externa del sumergible Titán, desparecido desde el domingo con cinco personas a bordo, que según confirmaron están todos fallecidos.
Los restos del aparato fueron encontrados por un vehículo dirigido por control remoto operado por el buque canadiense Horizon Arctic y posteriormente expertos determinaron que "son consistentes con una implosión catastrófica", es decir, una rotura y hundimiento provocados por la mayor presión del exterior.
Pese a que ya no hay esperanzas de encontrarlos con vida, las labores de recuperación de restos del aparato van a continuar, pues los cuerpos de las cinco personas, hasta ayer, no se habían encontrado, confirmó el contralmirante John Mauger, de la Guardia Costera.
Investigación
Los especialistas buscan descubrir qué sucedió, desde que el domingo el sumergible perdió el contacto con el exterior, cuándo se produjo la implosión y las causas del accidente.
"Ahora mismo es demasiado pronto para decirlo", explicó el contralmirante, quien sí precisó que las boyas de sonar que se colocaron en el mar detectaron varios sonidos, pero no percibieron "ningún evento catastrófico".
En el sumergible viajaban el empresario paquistaní Shahzada Dawood con su hijo Suleman, estudiante de 19 años; el explorador británico Hamish Harding; el explorador francés Paul-Henry Nargeolet y el consejero delegado de la firma OceanGate, Stockton Rush.
"Tras esta determinación, notificamos de inmediato a las familias en nombre de la Guardia Costera de los Estados Unidos y todo el comando unificado. Ofrezco mis más profundas condolencias a las familias", apuntó Mauger.
Según precisó el experto submarino Paul Hanken, se encontraron "cinco piezas principales" que reconocieron como "restos del Titán". Lo primero que se encontró fue "el cono de la nariz, que estaba fuera de la sala de presión".
"Encontramos la campana de la parte delantera de la sala de presión y este fue el primer indicio de que hubo un evento catastrófico poco después", precisó.
La empresa dueña del sumergible, OceanGate, confirmó el fallecimiento de los tripulantes minutos antes de la rueda de prensa de la Guardia Costera.
A través de un comunicado distribuido a medios, la compañía dijo: "Ahora creemos que nuestro CEO Stockton Rush, Shahzada Dawood y su hijo Suleman Dawood, Hamish Harding y Paul-Henri Nargeolet, lamentablemente se han perdido".
Otras tragedias
El lamentable hecho rememora otras tragedias en submarinos. El 12 de agosto de 2000, el submarino nuclear "Kursk", considerado la joya de la Flota del Norte rusa, sufrió fallos técnicos durante unas maniobras navales y quedó sumergido en reposo en el fondo del Ártico con 118 tripulantes a bordo. Perecieron todos. Según la investigación, el accidente se debió la explosión por causas desconocidas de uno de los torpedos que portaba.
También, el 2 de mayo de 2003 se registró uno de los peores desastres navales de China. Los 70 tripulantes fallecieron tras un accidente mecánico del "submarino 316" en aguas de ese país, cerca de las islas Neichangshan. En el 2008, al menos 20 muertos y otra veintena de heridos fue el balance de otro accidente mortal de un submarino ruso, el "K-152 Nerpa", por un error humano durante sus pruebas de navegación.
Y en Argentina, en el 2017, se perdió el contacto con el submarino de la Armada argentina "ARA San Juan", con 44 tripulantes a bordo, a unos 430 kilómetros de la costa de la península Valdés. Días después detectaron desde el submarino 7 llamadas satelitales sin establecerse contacto con distintas bases. Los restos fueron localizados justo un año después de hundirse a 907 metros de profundidad y a 500 kilómetros de la costa.