Manuel Muñoz González

El 29 de marzo de 2015 fue un día que no olvidará jamás el penquista Gonzalo Tahiel. Ese día, el fanático vialino se robó las miradas del mundo con los colores del club de sus amores, al saltar a la cancha en un repleto Emirates Stadium de Londres, en medio del partido amistoso entre la selección de Chile y Brasil.

Fue la forma que encontró Gonzalo para manifestarse sobre lo que en ese minuto ocurría con el club Aurinegro, que pasaba por serios dramas administrativos y hasta arriesgaba desaparecer. "Vi todo el partido y decidí saltar al final casi. Es algo que se me ocurrió hacer por todo lo que estaba pasando en el club en ese tiempo, se estaban robando hasta los floreros, nos querían quitar la identidad del club, entonces nos organizamos para salvar al club, a su hinchada, a su gente", contó.

"Son años de historia, entonces fue algo importante, porque de cierta manera se estaba perdiendo la historia del club, eso de ser vialino, más de cien años de historia, entonces todo lo que se hizo permitió rescatar al club. Todo eso fue una motivación para poder tener os huevos y poder saltar a la cancha", contó el penquista originario de la población Pedro del Río de Concepción, y radicado en Inglaterra hace 13 años.

Gonzalo hoy se desempeña como chef, y recuerda que días antes de jugársela por el Auri en Londres, había estado en Chile, y fue acá donde buscó la forma de hacer algo para decirle al mundo lo que estaban haciéndole a su equipo.

"Había estado una semana antes en Chile, en los día en que la Furia Guerrera marchó por Concepción, entonces dije tengo que hacer algo y como justo se jugaba ese partido. Se lo comenté a un amigo peruano que estaba conmigo en el estadio, me do su apoyo sicológico, así que le di nomás. Llegué a estar al lado de Claudio Bravo, pensé que era más alto, pero era de mi porte", recuerda entre risas hoy el seguidor aurinegro, de 34 años.

en los ojos del mundo

Y la acción tuvo sus efectos, ya que no pasó inadvertida, llegando a los ojos de todo el orbe, y poniendo al Vial en boca de todos. "Esperaba que generara ese revuelo mediático, no por mí, sino para mostrar lo que le estaban haciendo al Vial, después de eso me llamaron de todos lados, tuvo la repercusión que esperaba", comenta el cocinero, esperanzado en volver a ver al Auri en el fútbol grande de Chile y peleando, por qué no, algún día en Copa Libertadores.

Un hecho que lo marcó como vialino, pasión que sigue viviendo desde Inglaterra. "Escucho los partidos por la radio", afirma, siempre atento al equipo que el mismo se encargó de presentar al mundo hace ya 8 años, con su imborrable lienzo y frase: "No Matarán al A.F. Vial", y en inglés el lema "Save our club".

8 años han pasado desde que Gonzalo Tahiel se manifestó en la cancha del Emirates Stadium.

En Murcia, España, también se vive el amor por Fernández Vial. Y los encargados de ello son Macarena Arce y su esposo Pedro, este último español, quien se hizo seguidor del Vial justamente al enamorarse de Macarena, una acérrima hincha vialina.

"Vivimos aquí en España en la región de Murcia, la familia de ella es fiel a la afición del club y es por ello que conozco el equipo y se me ha pegado el cariño a Fernández Vial. Por ello también me he asociado al equipo de atletismo de este, ya que correr y participar en carreras es mi pasatiempo y que mejor vistiendo la camiseta de Vial", cuenta Pedro.

"Hace 6 años que me vine a España con mi marido, el ha conocido al Vial a través de mi y mi familia, ya que todos son súper contagiosos con la alegría, y viven todo con tanta pasión. Eso hizo que mi marido se entusiasmara, y como a él también le gusta mucho el fútbol sintió también hacer suyo el equipo. Se quiso hacer parte del equipo de atletismo y todo, así que cuando puede, corre con la camiseta del Vial y yo como su barra personal siempre estoy ahí para apoyarlo", agregó Macarena.

Hace unos días el penquista Paul Bravo se lució tocando el violín el himno de Fernández Vial, a orillas del Río Tíber, como una forma de rendir su propio homenaje al club de sus amores. Desde Roma, donde estudia música, representa los colores del Auri, con lo cual no deja de vivir esa pasión, pese a estar lejos. "Vial nos representa, con el concepto de orgullo obrero que siempre está impregnado en nosotros, es una filosofía de vida, de sobreponernos a las adversidades", comentó desde Italia, y luego de regalar esa interpretación en violín del himno en homenaje al "Inmortal".