El sello femenino de una pasión que se lleva en el ADN
Fanáticas del Vial cuentan sobre el sentimiento que las impulsa cada fin de semana a estar presentes en el estadio alentando al equipo de sus amores.
Manuel Muñoz González
Una verdadera familia aurinegra se da cita cada fin de semana alentando a Fernández Vial, ya sea en la galería que da la espalda a Tegualda en Collao, o en cualquier tribuna que se destine al hincha ferroviario en cualquier cancha o estadio donde le toque jugar. Un lugar donde las mujeres tienen su espacio asegurado, poniendo su propio sello a una pasión y un sentimiento que en muchos casos es una tradición familiar inquebrantable.
"Es un amor inexplicable, como un amor 'toxico' le digo yo, porque puedes ir muy mal, y es un amor que no cesa, crece de una manera insostenible, es algo que va a perdurar, es una herencia hermosa", sostiene Dévora Nicole Avello, hincha de tradición aurinegra.
"Mis bisabuelos fueron ferroviarios, es algo que corre por las venas, una pasión inmortal. Venimos de sangre obrera, de familias esforzadas, apasionadas y amantes del fútbol. Como familia siempre vamos a estar ahí, porque el Vial es uno y una pasión que crece", añade la fanática vialina, quien sigue al Auri hace más de una década, más aún desde que su hermano, Guillermo Avello, defendió los colores del equipo, logrando el ascenso en 2017.
"Comencé a seguir al equipo el 2012, desde ahí voy al estadio, sola o en familia. De local nunca fallamos, también vamos a ver al fútbol femenino, a quienes la hinchada también debería apoyar más, ya que son una parte importante del club", expresa la joven, quien incluso a mitad de semana se las arregla para ir al estadio, ya sea pidiendo permiso en su trabajo o haciendo malabares para llegar a tiempo.
"Trabajo en un jardín, así que me ha tocado irme corriendo con el uniforme, con el delantal para alcanzar a llegar, ponerme de acuerdo con mi pareja para ir a buscar a las niñas (sus dos hijas), todo para poder estar, independiente del frío, de la lluvia, es algo hermoso que cuesta controlar", repasa.
Familia vialina
Por su parte Belén Bravo, también fanática del Inmortal, destaca eso de sentirse "en familia" cada vez que se instala en la galería a alentar al Auri.
"Siento que dentro de Fernández Vial estamos todos considerados de la misma manera. Hay un concepto que acuñamos, que es muy bonito, que se llama la Familia Aurinegra. Yo siempre lo he sentido de esa misma manera, como una familia, en donde llegamos todas las personas y hacemos comunidad", comenta la profesora de música y fanática del Vial, quien dice no sentir diferencias a la hora de alentar al equipo de sus amores.
"No siento que haya diferencias. De hecho siento que se ha ido perdiendo esa especie de pacto patriarcal del fútbol, donde el padre, el abuelo, traspasa el cariño por el equipo. En mi caso, soy yo quien le hereda la pasión por los colores a mi hijo Nawel", expresa la representante del team Vial Runners.
"Yo voy sola al estadio o voy con mi hijito cuando puedo. Y me siento muy en compañía con la familia vialina, precisamente por este concepto de familia que se vive en la galería, de unión, de hacer comunidad", añade.
"Me ha tocado irme corriendo, con el delantal puesto, para poder llegar a tiempo al estadio y alentar. Es algo inexplicable".
Dévora Avello
"En la galería hay un concepto que acuñamos y que es muy bonito, que se llama Familia Aurinegra. Siempre lo he sentido así".
Belén Bravo