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Participación del Batallón Concepción en la guerra

Los integrantes del Batallón Cívico Movilizado Concepción estuvieron presentes en diversas batallas de la Guerra del Pacífico. Tras el conflicto bélico, muchos de ellos se integraron a asociaciones mutuales de Veteranos del 79.
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Tal como adelantamos la semana anterior, entre las batallas en que los soldados penquistas participaron activamente, se encuentran los siguientes hechos militares.

Batalla de Chorrillos:

Las fuerzas peruanas al mando de Nicolás de Piérola habían salido de Lima, fijando posiciones en Villa y San Juan. El 13 de enero de 1881, a las 3:30 A.M. la primera división chilena comenzó la marcha hasta estrechar una distancia de 400 metros comenzando el combate. Los chilenos lograron tomar las trincheras hasta los pies del Morro Solar, el cual defendía Miguel Iglesias con 9 batallones. Por su parte, la 3° división chilena, comandada por José Gorostiaga, emprendió la marcha a las 6:30 desde Lurín. A los Regimientos Caupolicán y Concepción se le ordenó atacar el flanco izquierdo, que era el que resistía a la primera fuerza chilena.

La batalla se terminó a las 9 A.M. El papel del batallón penquista, fue el de apoyo para lograr la victoria en Morro Solar y Chorrillos. La 3°división obtuvo menos bajas, sin embargo, fue afectada por la explosión de minas y bombas automáticas en el llano de Villa. Las bajas penquistas consistieron en cuatro muertos y cuatro heridos.

Batalla de Miraflores:

Las fuerzas de Baquedano, enviaron un parlamentario a dialogar con Piérola, para invitarlo a oír las proposiciones chilenas. Sin embargo, éste no aceptó, y Baquedano decidió atacar la segunda línea de defensa peruana ubicada entre el pueblo de Miraflores y el cerro San Bartolomé. Previo al avance sobre Miraflores y en pleno reconocimiento del terreno, fueron sorprendidos por el ataque peruano. Es así, que la Tercera división chilena, donde formaba parte el Batallón Concepción, cobró protagonismo al avanzar y desalojar a las tropas peruanas de sus posiciones. Se les había ordenado cerrar el flanco izquierdo en la línea de costa y buscar camino hacia el agua, siendo sorprendido por fuego peruano, aun cuando se había acordado una suspensión de hostilidades hasta las 12 P.M. El fuego persistió hasta la orden de suspender el ataque, pero las trincheras peruanas no cesaron su carga, y se ordenó avanzar hasta desalojar a los peruanos en 4 horas. Una vez tomado el reducto de la costa, éste fue resguardado por 200 hombres del regimiento chileno, mientras los demás avanzaban hasta tomar el pueblo. La batalla finalizó a las 5 P.M. con la toma del pueblo de Miraflores por las fuerzas chilenas.

Batalla de Huamachuco:

En mayo de 1883, el coronel Alejandro Gorostiaga realizó expediciones contra las fuerzas peruanas de Andrés Cáceres y Recabarren. Estos evadieron la persecución. Los chilenos esperaban un refuerzo que venía desde Trujillo, información que poseía Cáceres, incluso el movimiento de las tropas que traía Herminio González desde Santiago de Chuco. El general peruano quería encontrar al Batallón Concepción, no obstante, éste se adelanta y llega antes a Huamachuco.

Gorostiaga organizó la defensa chilena desde el cerro Sazón, a las afueras de la ciudad. Las fuerzas chilenas estaban conformadas por los regimientos de cazadores a caballo y el de zapadores, sumándose los batallones Talca y Concepción. Herminio González dirigía una fuerza de 601 hombres entre infantería, artillería y caballería. Por su parte, Cáceres disponía de 1.400 hombres y 13 piezas de artillería.

El 8 de julio a las 2 P.M. comenzó el ataque peruano, tomaron la plaza de la ciudad y buscaban sacar a los chilenos de sus trincheras. Al segundo día, Gorostiaga, intentó atacar con una guerrilla de zapadores, siendo atacados por numerosas fuerzas peruanas. En la retirada, fueron auxiliados por una compañía del Batallón Concepción al mando de Luis Dell'Orto. Así, por cada batallón que entraba al combate, Gorostiaga ordenaba el apoyo de una compañía del Concepción y del Talca.

Los peruanos estaban en mayor número. Por lo que Gorostiaga dispuso una carga de bayoneta y caballería del escuadrón de cazadores a caballo, liderada por el mayor penquista Sofanor Parra. Lograron así, tomar 7 piezas de artillería peruana. La batalla dejó un saldo de 18 muertos, 41 heridos y 18 contusos en la unidad chilena. Cáceres escapó, refugiándose en Ayacucho.

El tratado de Ancón

Luego de la Batalla de Huamachuco, parten negociaciones que finalizaron con el tratado de Ancón, firmado el 20 de octubre de 1883. Este restableció la paz entre ambas repúblicas. Perú cedió los territorios de Tarapacá a Chile, de forma perpetua e irrevocable. Tacna y Arica quedarían bajo autoridad chilena durante 10 años, hasta la realización de un plebiscito popular que decidiera su soberanía en cada provincia. Dentro de las indemnizaciones, el Estado Chileno quedó en administración de las Isla Los Lobos, hasta completar la explotación de un millón de toneladas de fertilizante. Así también se aseguraron los derechos de explotación del salitre en las provincias obtenidas.

Los veteranos del 79

Al finalizar la guerra, el ejército comenzó el proceso de desmovilización de tropas. Muchos lograron reintegrarse, pero los lisiados debieron vivir de una pensión otorgada por el Estado.

Su compleja situación socioeconómica, incentivó la creación de círculos y sociedades mutualistas. Las llamadas: "Sociedades de Veteranos del 79" que se formaron por todo el país, se preocuparon del estado moral y material de sus socios. Crearon cajas de ahorros con cobertura mortuoria y construyeron mausoleos colectivos, como el existente en el Cementerio General de Concepción, hoy transformado en una pileta conmemorativa. Las sociedades mantenían los grados militares que habían adquirido en la guerra. Realizaban actividades conmemorando fechas militares relevantes, participando en desfiles y conferencias patrióticas.