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Neoyorkina es la primera curada de VIH gracias a células madre

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Una neoyorquina es la primera mujer posiblemente curada de VIH gracias a un trasplante de células madre de cordón umbilical resistentes a ese virus, que se combinaron con otras de un pariente cercano para aumentar las posibilidades de éxito.

La denominada paciente de Nueva York padecía además un tipo de leucemina, lo que hacía necesario un trasplante de médula, y lleva sin virus desde 2017, periodo que, por otros casos similares, se estima razonable para considerar que puede estar curada.

Este caso se dio a conocer hace un año en un congreso médico, pero hasta ahora no se habían publicado los resultados en ninguna revista científica, cosa que hace en Cell el equipo, encabezado por la Universidad de California (UCLA) y la Johns Hopkins.

Actualmente cuatro personas se consideran curadas del VIH, los pacientes de Berlín, Londres, Düsseldorf y ahora Nueva York. Todos padecían además una leucemia que requería de un trasplante de médula, una intervención arriesgada que solo está indicada en cánceres hematológicos.

El caso de la paciente de Nueva York tiene varias peculiaridades frente a los otros, la primera que se sometió a un trasplante de células madre resistentes al VIH procedentes de sangre de cordón umbilical y no de un donante adulto compatible.

Tras 2 meses y medio de gestiones padres lograron identificar a gemelos

Retiro de las cintitas y una noche de vómitos provocaron un enredo en Argentina, en una historia se hizo viral en Chile.
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Leo Riquelme

Los padres de Lorenzo y Valentín, una pareja de gemelos nacida el 6 de enero en Mendoza, consiguieron identificar a sus hijos luego de dos meses en que no conseguían saber quién era quién.

La historia se viralizó hace unas semanas cuando la madre de las guaguas, Sofía Rodríguez, narró por redes sociales que la confusión había llegado a tanto que vacunaron dos veces a uno de los niños.

Rodríguez relató al diario La Nación de Argentina que el enredo partió cuando le quitaron las cintas identificatorias a los niños a la salida del hospital.

"Valentín tenía una cintita azul y nos dimos cuenta que le estaba apretando, entonces se la cortamos, pensando que nos íbamos a dar cuenta quién era quién. Con mi pareja nos mandamos un WhatsApp: 'Vale es el de body gris' (...) (Sin embargo), en la noche se vomitaron y los cambiamos medios dormidos, y los dos quedaron sin ropa. Cuando nos levantamos no sabíamos cuál era cuál", explicó.

Las dificultades fueron hasta para los pediatras, que estaban imposibilitados de seguir registrando sus historias clínicas, por lo que les recomendaron que los identificaran a través de las huellas dactilares del sistema policial, lo que no tuvo efecto.

Las gestiones de la angustiada familia provocaron que el caso lo tomara el Registro Nacional de las Personas (Renaper), del Ministerio del Interior argentino, que envió personal a la vivienda ubicada en Córdoba para que le tomara los datos biométricos a las guaguas. A través de ese mecanismo la familia supo diferenciar a los hermanos.

El momento de la identificación fue grabado y subido a las redes sociales del organismo y de los papás, donde se escuchó al padre decir que Lorenzo y Valentín eran tal cual ellos los llamaban.

"¿Viste que no somos tan malos padres?", bromeó el papá, arrancando las risas de los presentes. "Gracias al Renaper sabemos nuevamente la identidad de nuestros hijos", tuiteó la mamá, poniendo fin a una historia que corrió como reguero en el verano.