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Cómo se gestó la guerra en que hubo penquistas

Factores económicos, políticos y territoriales derivaron en la Guerra del Pacífico, enfrentamientos entre Chile, Perú y Bolivia que se iniciaron en 1879. Éstos generaron importantes cambios en la zona sur de Sudamérica.
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En la historia de Concepción, vemos reflejada en sus calles los nombres de personajes, lugares y hechos, que ayudaron a forjar tanto a nuestra región como al país.

Entre ellas destacan lugares como los olvidados "Veteranos del 79", calle paralela a Víctor Lamas y lugar que albergó la casa que ocupó la Sociedad de Veteranos inválidos de la Guerra del Pacífico, a quienes la Municipalidad de Concepción cedió la extensión de terreno al pie del Cerro Caracol, frente a la cascada.

Para hablar de los veteranos del 79, y del Batallón Concepción, debemos hablar necesariamente de la Guerra del Pacífico y del rol que jugaron las tropas salidas desde nuestra capital regional. Cómo aportaron en esta disputa que generó importantes cambios territoriales y políticos, significativos en la relación de Chile con los países vecinos en Sudamérica.

La guerra

La Guerra del Pacífico, también conocida como la Guerra del Salitre, estalló en 1879, enfrentando a Chile contra Perú y Bolivia. Esta guerra tuvo sus orígenes en diferentes factores políticos, económicos y territoriales.

Entre sus antecedentes podemos contar los problemas limítrofes que ya entrado en el Siglo XIX y emanados de los procesos independistas, surgieron entre Chile y Bolivia.

Luego de la independencia de Bolivia en 1825, Simón Bolívar dictó el 28 de diciembre de 1825 un decreto, posterior al Utis Possidetis de 1810 que delimitaba los terrenos chilenos, y que era la fórmula para impedir que las naciones europeas pretendiesen poner pie en América, queriendo ocupar algún terreno susceptible de ser ocupado, ya que el Utis Possidetis adoptaba como principio común la demarcación de las fronteras de los limites administrativos que poseían los territorios al momento de separarse de España y el cual fue el principio jurídico de la demarcación territorial de los Estados americanos entre sí.

El decreto de Bolívar, otorgaba mar a Bolivia en los siguientes términos: "Quedará habitado, desde el 1 de enero entrante, por puerto mayor de estas provincias, con el nombre de Puerto La Mar, el de Cobija. Se arreglarán allá las oficinas pertenecientes a la hacienda pública".

Este decreto atentaba contra la delimitación de Chile, que llegaba hasta el despoblado de Atacama, pero los gobiernos de la época, al considerar aquel territorio, a simple vista sin importancia, no prestó mayor atención y no se hicieron mayores diligencias.

En 1842 se descubrieron en el Perú grandes depósitos de guano. Ese mismo año, el presidente Bulnes fijó el límite septentrional del país en el paralelo de Mejillones. El gobierno de Chile envió una comisión para estudiar aquellos terrenos hasta su límite en busca de este elemento. El guano encontrado no era abundante ni de subida ley, sin embargo, Bulnes envió al Congreso Nacional un proyecto de Ley que declaraba los guanos situados al sur del paralelo 23° de latitud meridional, propiedad de la República, por estar dentro del territorio de Chile. Así quedaba sancionado que el límite norte de la República de Chile era la bahía de Mejillones.

Bolivia protestó alegando que su limite austral no era el grado 23° de latitud, sino en el 26°. La divergencia abarcaba tres grados geográficos y se planteó una discusión limítrofe que fue desde 1842 escalando en graves conflictos de jurisdicción entre ambos países. Esto se veía acrecentado por el mayor interés que despertaba el guano a vista de las riquezas que daban los yacimientos de Chinchas al Perú.

La situación con Bolivia hizo crisis en 1863. Ese año el congreso boliviano facultó al Ejecutivo en secreto para declarar la guerra a Chile. Aún cuando los ánimos se encontraban exaltados, sobrevino una situación inesperada, ya que se asomó a las costas del Pacífico la Escuadra Española, buscando la reivindación de las islas Chinchas para la Corona. Esta situación alarmó a los países de América Latina, los cuales hicieron suya la causa del Perú, ya que, de no ser así, se ponía en riesgo a los dominios que cada país había obtenido a través de las guerras de independencia que los liberaba de España.

Esto trajo por efecto, que Chile y Bolivia procuraran terminar la cuestión de los guanos, que iba de la mano con la problemática limítrofe. La respuesta boliviana fue el tratado de 1866. Este fijaba entre sus puntos, el límite internacional, fijándolo en el paralelo 24°, el que estaría marcado por medio de señales visibles y permanentes en el terreno, desde el Pacífico hasta los límites orientales de Chile, realizado por peritos designados por ambos países.

Además, indicaba que entre la zona del paralelo 23°, por el norte, y el 25°, por el sur, se partirían por la mitad entre Chile y Bolivia, los derechos de exportación que paguen el guano y los minerales de la zona antes estipulada. Para ello Bolivia habilitaría una única aduana en Mejillones para percibir esos derechos de exportación sobre el guano y los metales del lugar. Chile tendría la facultad de nombrar empleados fiscales para intervenir en la contabilidad de esa aduana "investidos de un perfecto derecho de vigilancia". Bolivia por su parte, tendría igual prerrogativa si Chile establecía una oficina fiscal en el paralelo 24°.

Visto por el lado en que ambos países se creían dueños del territorio disputado, el tratado buscó repartir equitativamente la zona y sus ganancias. Al encontrarse los ricos yacimientos en la zona de Caracoles, su ubicación influía en la línea oriental del trazado. Chile reclamaba que dichos yacimientos estaban en la zona compartida con Bolivia y, por su parte, el país altiplánico reclamaba que no, pues decía que se ubicaban al norte del paralelo 23, lo cual hizo renacer los problemas entre ambas repúblicas. Años duraron las discrepancias hasta que llegaron a un acuerdo, firmando el tratado de límites de 1874.

Mientras esto sucedía, Bolivia buscaba el apoyo del Perú contra un posible conflicto contra Chile, firmando un tratado secreto de alianza, del cual entraremos en mayor detalle la próxima semana.