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Biobío: un verdadero paraíso para los observadores de aves

Las actividades van en ascenso en la zona, donde se visitan humedales, playas y bosques buscando profundizar en estos ejemplares. Por lo general, los que más se dejan ver son: el sietecolores, cisnes coscorobas y los zarapitos.
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Cristian Aguayo Venegas - .

En la región del Biobío se han vuelto recurrentes las actividades de observación de aves, esto debido a que, la zona posee una gran cantidad de espacios variados para profundizar en la avifauna y sus características.

"Nosotros nos dedicamos a observar, pero también estudiamos mucho, no es solo ver un ave e identificarla por su color, tamaño o lugar en que se encuentra, sino que también es aprender a diferenciar las distintas vocalizaciones y cantos", afirmó Isabel Celedón, una de las participantes activas en el área.

"Por otro lado, cuidamos y buscamos promover el cuidado de los lugares como humedales, playas, ríos, bosques, etcétera, ya que en esos espacios es donde habitan muchas aves", agregó.

Celedón comentó que "en la zona hay muchos buenos lugares para realizar actividades de observación, uno de los que más visitamos es el Humedal Rocuant-Andalién, donde se pueden ver muchos ejemplares".

"Concepción y Talcahuano me han sorprendido con la cantidad de zonas urbanas donde se puede observar. Yo vivo en Brisas del Sol, y desde mi balcón, en una tarde se pueden observar más de 15 especies distintas", aseguró.

-A tu parecer, ¿cuáles son las aves que más se dejan ver en la zona?

-En esta zona hay de todo un poco, para el gusto de todos, entre las playas, humedales, lagunas, uno puede encontrar un montón de especies, los flamencos ya están apareciendo en el humedal Lenga, los pingüinos en Chome, por ejemplo. Por otro lado, el vari, aguilucho, nenucos y pequenes en el Rocuant. Garzas, grandes y chicas, boyeras, huairavos y huairavillos, en Brisa del Sol. Mientras que hay zarapitos, perritos, pitotoy, cisnes coscorobas en San Marco. Así, suma y sigue, esta zona, de verdad, es muy rica en avifauna.

Bajo la misma línea, Isabel Celedón comentó que "los sietecolores son bien predominantes en la zona y los cisnes coscoroba también llaman mucho mi atención. Hay otras que no se ven tanto, pero igual están, como el burrito negruzco, nuco, lechuzas, halcón peregrino, entre otros".

-¿Nuestro clima no impide que se observen múltiples especies?

-No, este clima "rarísimo", es el que permite que en la región exista de todo, ya sea en playas, bosques, cerros, humedales, lagunas, esteros. Esto permite que la cantidad de aves que hay sean incontables, ya que en cada hábitat vive una especie distinta. Somos realmente afortunados de vivir en una región con tanta variedad de avifauna.

Interés en crecimiento

Luisa Muñoz, bióloga marina, sostuvo en tanto que "mi interés por el avistamiento de aves nació hace varios años, comenzó por salir a realizar caminatas con mi marido y en eso me fui dando cuenta que somos privilegiados en la avifauna que tenemos".

A pesar de que su profesión va en otra línea, el gusto por seguir interiorizándose de las características de las aves la ha hecho profundizar mucho en el área.

"La verdad es que con los distintos roles que cumplo se me hace el tiempo escaso, pero aún así es encantador salir a observar aves, me anoto en cada salida, ahora, en redes sociales las agrupaciones hacen invitaciones y ahí estás", sostuvo.

La penquista comentó que "en los humedales, los patos, las taguas, los sietecolores y yecos son los más vistos, en las zonas costeras abundan las gaviotas, perritos chorlitos y zarapitos comunes".

"En los avistamientos grupales que he participado en promedio asisten entre unas 15 a 30 personas, dependiendo del lugar y su complejidad van familias con niños, jóvenes y adultos, incluso, a veces los cupos son limitados y siempre faltan actividades", afirmó.

"Tenemos organizaciones reconocidas en la región que han realizado estudios, se han adjudicado proyectos para ayudar a dar a conocer y difundir sobre los ciudadanos de las aves y los lugares en que habitan, sin embargo, aún nos queda por crecer", puntualizó.

Protección

Romina Tapia, ornitóloga e integrante de varias agrupaciones de observación de aves en la zona indicó que "cada año hay más aves que se encuentran categorizadas por el Reglamento de Clasificación de especie del Ministerio de Medio Ambiente, lo que permite conocer el nivel de amenaza".

"Esto ayuda a poder desarrollar planes de protección y/o conservación. Además, está la reciente Ley de Humedales Urbanos, que no solo protege a estos ecosistemas sino también a sus habitantes, que son en su mayoría aves", aseguró.

No obstante, Tapia indicó que "aún hay mucho en lo que debemos trabajar, ya que a pesar de que el Gran Concepción presenta muchos humedales, muchos de ellos aún no han sido declarados como urbanos, encontrándose constantemente en amenaza".

"Es por ello, que es necesario generar un trabajo territorial para reforzar en la comunidad penquista la importancia de las aves y de los ecosistemas presentes, ya sea con jornadas de educación ambiental en colegios y juntas de vecinos", complementó.

Al ser consultada sobre estudios investigativos, la ornitóloga penquista sostuvo que "claro que sí, muchos observadores de aves ingresamos nuestros registros en la plataforma eBird, la cual recopila los datos de los observadores de aves de todo el mundo".

"Toda esta información ha sido base para diferentes investigaciones enfocadas en la conservación de especies sensibles, también es utilizada para desarrollar guías de campo e incluso, libros", afirmó.

-¿Es necesario tener conocimientos profesionales para ser observador?

-Solo es necesario tener el interés y la curiosidad de aprender sobre estos ejemplares, todos iniciamos sin saber mucho y en el camino vamos adquiriendo los conocimientos necesarios para diferenciarlos y conocerlos.

"En esta zona hay de todo un poco, para el gusto de todos, entre playas y humedales "

Isabel Celedón, observadora de aves

"Aún es mucho lo que debemos trabajar, en la zona, hay muchos humdales no declarados".

Romina Tapia, ornitóloga, sobre la protección de aves