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"No conocía el jurel hasta que los organizadores me lo presentaron"

Natalia Ramírez, adjudicadora del Guinness World Records, estuvo en la línea de ceviche de jurel más larga del mundo, elaborada por Camanchaca y la Municipalidad de Coronel.
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Natalia Ramírez Talero es parte del equipo del Guinness World Records que hace poco estuvo en Coronel para certificar que, con más de 2.000 porciones de ceviche de jurel, Camanchaca y logró instaurar la línea más larga de este plato como una nueva marca mundial.

¿Es el primer título de récord que viene a ver a Chile?

Estamos presentes como Guinness World Récords hace más de 52 años, sin embargo, en Chile, he tenido la oportunidad de estar unas 10 ó 12 veces. No todos los récords se han logrado, los récords que se han logrado casualmente han sido en el área de la alimentación, de la gastronomía, por tanto, no es nuestra primera vez, pero nos sorprende muy gratamente la organización que hubo en Coronel.

¿Conocía el jurel antes de venir a evaluar este título?

No, en realidad siempre hacemos una investigación previa a los títulos de récords. Cuando vimos la solicitud para la línea de ceviche más grande, en nuestra mente siempre tuvimos en cuenta el tipo de producto a utilizar, y lo conocimos cuando el organizador nos lo presentó.

Vimos que contenía no solo una cantidad específica de pescado que podríamos utilizar, sino también que, por ser en conserva, era un pescado ideal para el uso de este tipo de ceviche y la puesta en escena que se necesitaba, por tanto, lo vine a conocer cuando los organizadores lo mencionaron para poderlo preparar.

¿Qué condiciones debieron cumplir para adjudicarse este título?

Todo título de récord tiene reglas específicas que deben ser 100% cumplidas. La primera es la manipulación, que es muy importante cuando hablamos de récords de alimentos, principalmente porque una regla que también se especifica dentro de este título y esta categoría, es que se debe distribuir para consumo humano, lo que significa debe ser apto para ese consumo. La segunda, era el número de porciones que se necesitaba y la puesta en escena. Teníamos una puesta en escena en línea que se verificó con todos los productos tocándose entre ellos y el número de porciones mínimo a ser superado era de 1.000. Aquí lograron 2.078 porciones de ceviche.

De las leyes al Guinness

Natalia comentó que hace 7 años es adjudicadora para Latinoamérica de Guinness World Records, que ha sido una experiencia motivadora y que espera poder seguir construyendo historia, conociendo muchos países y sus culturas.

Es abogada, tiene 32 años. Nació y vivió su infancia en Bogotá, para luego, trasladarse con su familia a Brasil, país donde terminó sus estudios de enseñanza media y, sin saberlo, abrió la puerta que le permitiría entrar a Guinness World Récords donde ha conocido, disfrutado y recorrido, según relata, las particularidades de Latinoamérica.

Destaca que los registros que se buscan lograr en América Latina tienen algo en común. En su mayoría, buscan resaltar a nivel cultural aspectos que consideran muy importantes, como es el caso de México, país que más récords ha tratado de batir.

¿Cómo llegó a Guinness World Récords (WGR)?

Tuve la oportunidad de vivir en Brasil durante 10 años, hice bachillerato con una compañera que empezó a trabajar en esa área y me comentó acerca de un trabajo muy interesante al cual me podría postular. Ingresé a la página, me postulé e ingresé hace 7 años a la organización a nivel de adjudicadora. Voy a cumplir 8 años, espero que siga construyendo una historia y conociendo muchos países, muchas regiones y mucha cultura.

¿Cómo ha cambiado su vida desde que entró a WGR?

Hay algo muy fundamental que nosotros tenemos como adjudicadores, que es conocer la diversidad. No vivimos con prejuicios, siempre esperamos lo nuevo y reconocemos algo adicional, nunca asumimos que sabemos todo porque en definitiva nunca lo sabemos y creo que el mayor aprendizaje que me ha dado este trabajo es poder seguir conociendo y aprendiendo.

Creo que jamás voy a dejar de aprender, divertirme y disfrutar lo que nosotros hacemos todos los días.

¿Cuál es su parte favorita de ser adjudicadora?

Es poder estar en una cultura diferente, verificar cosas completamente diferentes y, así como mucha gente me pregunta, no tenemos la palabra "raro" dentro de nuestro diccionario, realmente todo se hace desde la pasión, desde la emoción y desde el conocimiento. Cualquier título de récord que verificamos tiene una preparación, tiene una pasión, un amor y una enseñanza por detrás, que hace que nos enamoremos cada vez más de este trabajo.

¿Qué es lo más difícil de su trabajo?

Ser objetiva. Muchas veces estamos dentro de los campos con los organizadores y vemos que no lo logran. Muchos de los títulos de récords que certificamos tampoco se logran, porque no se cumplen los requisitos a nivel mundial. Tenemos que tener en cuenta que son títulos que cualquier persona en cualquier parte del mundo lo debe lograr, por tanto, somos muy objetivos y es muy difícil intentar no mezclar el corazón con aquello que los organizadores ponen en escena.

¿Cuál ha sido su título de récord favorito?

Mi récord favorito por diferente, curioso y que en efecto es algo muy natural que se dio, fue el mayor desfile de alpacas en Puno, Perú. Pudimos verificar alrededor de 800 alpacas en mi momento, ellos superaron su propio récord un año posterior. Pero ver cómo las cuidaban, con el cariño que las tenían y que cada una tenía que participar bajo los requisitos con su cuidador, fue una relación y un vínculo emocional que creo que voy a guardar por mucho tiempo.

¿Cuál es el país de América Latina que más títulos de récord ha logrado?

Perú es uno de los titulares para nosotros a nivel global, no solamente de solicitudes sino de recordistas que efectivamente son actuales y están vigentes dentro de un título, principalmente en su gastronomía.

"Siempre hacemos una investigación previa a los títulos de récords"

Natalia Ramírez,, adjudicadora GWR