Cristian Aguayo Venegas
Natalia González, residente de la comuna de Tomé en específico del sector Collen, vivió una madrugada terrorífica producto de las llamas que derivaron en la pérdida de su hogar.
"Resulta que acá en el sector no había ningún atisbo de incendio, todavía no se llevaba a cabo ni el del El Santo, porque ese lugar está más arriba de donde vivimos nosotros, y esto empezó recién viernes en la mañana", afirmó.
Agregando que "con mi esposo, mirabamos muy de lejos un pequeño resplandor a través de los cerros, pero en nuestro sector no había nada, ni cenizas, ni fogatas, nada. Todo tranquilo".
González comentó que "fue a eso de las cinco de la mañana cuando nos levantamos con mi esposo, y vimos mucho humo que estaba viniendo desde Coronel, pero el color rojo del fuego se veía aún muy lejos, sin embargo, por precaución comenzamos a mojar la casa".
"En ese momento, tipo seis de la mañana, en medio de la oscuridad de la noche, yo siento un sonido de una motosierra a mi espalda, la que sonó solo una vez, como si se cortara una ramita de un árbol con una motosierra, le pregunté a mi esposo y él también escuchó, fue super extraño", detalló.
La tomecina continuó el relato indicando que "20 minutos después miramos hacia atrás, donde estaba el cerro, y justo en medio se comienza a ver una llama que enciende un árbol chiquitito, y de repente, explota, y comienza a agarrar hacia arriba, ahí después comenzó el incendio de El Santo".
"El fuego comenzó a subir y empezó a encender por detrás de mi casa, la combustión era muy grande, y en 30 minutos tuvimos que evacuar", puntualizó.
González afirmó que "yo nunca pensé que se iba a quemar la casa, pensé que iban a llegar antes bomberos y que lo iban a controlar, así que entre, saqué los documentos, un par de cosas y llegó seguridad avisando que había que salir porque el fuego estaba acá, agarramos el auto y me fui".
"Fue todo tan rápido, tan explosivo. Nosotros llegamos a ese lugar en 2014, empezamos igual que todos, de a poquito, y ahora solo quedaron las murallas de pie, aunque basta con un toque y se caen, porque la casa era antigua, de adobe", detalló.
Durante este sábado, González comentó que "fue tanta la situación que seguimos afectados, en shock, ni siquiera habíamos llorado, nada. Pero este sábado caí en cuenta que no estaba en mi casa, y me largué a llorar".
Durante el domingo, la tomecina junto a su esposo volvieron a su casa, la cual ya no existía, el fuego se las había arrebatado en un efímero momento. Sin embargo, han tenido el apoyo de sus amigos y conocidos.
"Lo bueno es que hemos tenido mucha ayuda, se han portado un siete con nosotros. Las autoridades llegaron recién este viernes, así que ya estamos dentro del catastro, así que solamente queda la pena", cerró.
Cabe señalar que, desde el municipio indicaron que se estiman entre 250 y 300 casas siniestradas. Este domingo, comenzaron a aplicar las fichas FIBE.