¿La "Parada del Tonto" todavía es un punto de encuentro?
Esquina de Aníbal Pinto con Barros Arana fue catalogada como de alto valor arquitectónico. No obstante, indican que el sector se ha descuidado .
La esquina de Barros Arana con Aníbal Pinto, más conocida por los penquistas como la "parada del tonto", ha sido reconocida como uno de los puntos de encuentro más característicos de Concepción.
Incluso existe un estudio realizado en 2014 por el doctor en Geografía, Hugo Capella, titulado "Al encuentro del lugar: caso de La parada del tonto en Concepción, Chile". En él, el académico catalán, reflexiona sobre la importancia de los relojes en el espacio público y se refiere a esta esquina como hito de referencia colectiva, entre otros elementos.
"La existencia de testimonios orales locales permite corroborar cómo esa esquina ya era considerada como punto de encuentro mucho antes de su implementación urbana actual, con la instalación del reloj. Su valorización urbanística debe ser, por lo tanto, entendida como una consecuencia que permite acentuar las interacciones que ocurren en el lugar", indica el estudio. Sobre el por qué de su nombre, el artículo sostiene que varias opiniones recogidas más o menos coinciden en señalar que antiguamente era el paradero de los estudiantes y como los chilenos son impuntuales, la otra persona que llega antes allí, se queda esperando "como tonto".
Expertos de la zona coinciden en que este lugar es un referente para los penquistas y que durante la historia ha funcionado como conexión entre la Plaza de la Independiencia y el centro, en el que destacaban lugares como el Hotel Ritz, el reconocido reloj urbano o el antiguo edificio de la Municipalidad de Concepción, hasta 1968.
Deterioro
No obstante, los penquistas indican que las nuevas generaciones no están reconociendo a este lugar como la "parada del tonto", mientras que historiadores y arquitectos indican que existe una decadencia en el sector, lo que incluso se amplía a todo el centro.
Sara Cepeda, presidenta de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de Concepción, contó que "antiguamente era el lugar en donde se juntaban los amigos como el punto de partida para ver después dónde íbamos a salir. Me acuerdo de mi época en el colegio que eso era muy frecuente. Sin embargo, creo que eso se ha ido perdiendo con el tiempo".
Cepeda señaló que "ahora esta esquina es un punto de venta de comercio ilegal y demasiado ruido. Esto se potenció aún más después del estallido social y, además, el reloj no funciona".
Finalmente, dijo que "la gente más joven no sabe cuál es la Parada del Tonto cuando antes era el punto de encuentro".
Osvaldo Sepúlveda es vecino penquista y asesor del Archivo Histórico de Concepción. Explicó que "es una esquina emblemática cuyo flujo es extraordinario y que ha dado lugar a tremendas historias. Una de ellas fue cuando instalaron cuatro pilones de agua en la pileta de la Plaza de Armas, aproximadamente en 1860, para que la gente buscara agua de ahí sin contaminar la que estaba en la pileta. Los diarios de la época contaban de la inmoralidad que significaba que llegaban hombres con sus guitarras a cantar, echar tallas y dejar el desastre en el barro".
Después, indicó que "cuando era joven, las calles eran muy visitadas y existían lugares como el Hotel Ritz y sus alrededores. En el sector, las noches eran tranquilas, pasar por esta esquina era obligatorio y podías tomar un trago tranquilamente. Luego, cuando llegaron los paseos peatonales, el comercio o los dueños de las propiedades no supieron darle un sello. Ahora solo hay tiendas o farmacias, sin nada de turismo. Lo lógico sería que existan más restaurantes".
Finalmente, dijo que "post estallido social la situación empeoró, con las vitrinas tapadas con metales y creo que se ha perdido el sentido del paseo peatonal. Antes era decir "oye, encontrémonos afuera del Rometsch o del Centro Español y uno estaba ahí'".
Luis Darmendrail, arquitecto, difusor e investigador de la historia arquitectónica de Concepción, marcó que "esta esquina ha estado relacionada históricamnte a lo cívico, al encuentro entre los cuidadanos. Durante más de medio siglo estuvo el antiguo edificio de la Municipalidad de Concepción, el que ya no existe. Además, en ese punto estaba el Hotel Ritz, que lamentablemente fue demolido e intervenido por una tienda del retail, que arruinó la obra y la transformó en algo burdo, lo que no es ningún aporte para Concepción".
No obstante, Darmendrail señaló que "a pesar de los cambios, podemos hablar de hitos patrimoniales en esa esquina como el Edificio Pedro de Valdivia, que muestra la transformación de la arquitectura moderna penquista".
El investigador reflexionó que el centro penquissta ha sufrido una caída desde antes del estallido social. "Hay ausencia de políticas municipales respecto a la limpieza, preservación y mantención de un paisaje urbano integral. Se necesitan políticas de letreros, cables, mejoramiento de áreas verdes, el funcionamento del comercio para que exista la comunicación entre la Plaza de la Independencia y el paseo peatonal. El centro necesita una renovación".