Cristian Aguayo Venegas
Docentes de la salud penquista exigieron fiscalización hacia los puestos de cigarros de tabaco informales que se han podido visualizar en distintos puntos de la ciudad, tales como Plaza Perú y exterior de la UdeC, entre otros.
Carolina Uribe, directora de Enfermería de la Universidad de Las Américas, señaló que "estamos deficientes en fiscalizaciones. El comercio ambulante respecto de este producto ha aumentado bastante. Ya sea por el valor y acceso, hoy sería más apropiado mejorar la internación de estos productos, que la verdad, muchas veces son expuestos, incluso, a menores de edad".
Bajo la misma línea, Alejandro Vera, académico de la carrera de Enfermería, complementó que "debería haber más intervención, esto principalmente, porque este producto no tiene una trazabilidad respecto a su origen y elaboración".
Consumidores
Nicolás Miranda es un joven chorero que reconoció ser consumidor habitual de cigarrillos artesanales. "Voy comprando para el mes, gasto alrededor de $13.000. Nunca he querido comprar en otro tipo de lugares, sobre todo los informales, porque uno no sabe con qué se va a encontrar", dijo.
Alejandra Monsalvez es una penquista que también consume este tipo de productos. "El tabaco me sale $7.000, el papel $1.500. El enrollador se compra una sola vez, y sale $3.000 y el filtro está como a $1.500", explicó.
Al ser consultada sobre si ha comprado en lugares informales, Monsalves indicó que "no he comprado, porque no me genera confianza, ya que no vienen sellados como los cigarros, entonces, no hay seguridad".
Efectos
"La evidencia científica es contundente al demostrar que el hábito tabáquico es un factor de riesgo importante para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, y también para el cáncer", explicó Ignacio Cabrera, docente investigador de la Universidad San Sebastián.
"Una tendencia clave en la salud actual de las personas, es intentar consumir productos con menos procesos químicos, pero hay que destacar que este producto no es más o menos saludable", añadió el experto.
La Estrella consultó con la Seremi de Salud del Biobío para conocer si ellos realizan fiscalizaciones a este tipo de productos de consumo que se venden en las calles, sin embargo, señalaron que "eso lo ve la municipalidad. Nosotros solo vemos temas de alimentación como son los foodtrucks".
"Este producto no tiene una trazabilidad respecto a su origen y elaboración".
Alejandro Vera, académico
10 mil pesos gasta al mes un joven para comprar el tabajo, los filtros y el papel blanco.