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La importante influencia de la colonia francesa

Durante el siglo XIX se suscitó el arribo masivo de franceses a nuestro país, con la esperanza de un mejor porvenir que el prometido por su nación. Se destacó su sentido de patriotismo, evidenciado en la creación de distintas instituciones.
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La llegada de inmigrantes a Chile durante las primeras décadas del siglo XIX obedeció, principalmente, a gestiones de los gobiernos, que buscaban atraer a europeos para que se avecindaran en el país con la promesa de tierras y oportunidades de crecimiento personal y económico.

Tal es el caso de la colonia francesa en Chile, cuyo primer flujo llegó entre 1810 y 1825 de la mano de las guerras de independencia en los países latinoamericanos, donde arribaron antiguos oficiales, exiliados políticos y hombres de ciencia. Hasta 1860 la cantidad de franceses avecindados en el país era reducida. De allí en adelante, solamente llegaron algunos galos solos o con familia, pero no en grupos numerosos. Es la época en que concurrieron comerciantes, profesores, médicos, ingenieros, arquitectos, litógrafos, enólogos, agrónomos, impresores, artistas o religiosos, instalándose en mayor cantidad en las regiones del sur de Chile.

A partir de 1880, tanto el gobierno del Presidente José Manuel Balmaceda como el de Pedro Montt, realizaron en Francia campañas a través de charlas y conferencias para dar a conocer en la nación gala la bonanza de tierras chilenas y las excelentes condiciones que se entrega a los europeos que buscan hacer fortuna en Chile. Así se consiguió atraer a ciudadanos franceses provenientes de sectores industriales que sufren graves problemas de desempleo.

Las campañas de contratación fueron realizadas por la Agencia de Colonización de Chile en Europa, cuyo objetivo era el poblamiento de las provincias del sur del país. En 1896 el gobierno aceptó la proposición del francés Charles Colson, agente marítimo de Burdeos, quien se comprometió a introducir en Chile 5.000 familias de colonos. Los inmigrantes galos que forman estos grupos humanos son obreros, agricultores, adultos y jóvenes. El 80% de los colonos que llegan a Chile provienen del País Vasco, del Bordelais, de Charentes y de las regiones situadas entre Gers y Périgord.

Según documentos oficiales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, entre octubre de 1882 y diciembre de 1897 ingresaron a nuestro territorio un estimado de 8.413 franceses, siendo la fase más intensa de entrada entre noviembre de 1888 y diciembre de 1890, con 5.000 llegadas, y entre abril de 1886 y diciembre de 1891, con 6.500. Estos intervalos coinciden con la puesta en valor y poblamiento de La Araucanía.

Sin embargo, la emigración francesa en Chile es bastante reducida si se compara con su arribo a otros países latinoamericanos. Entre las razones que los propios franceses de la época aducen para ello, destacan las malas condiciones que encuentran los colonos al llegar, una mala organización del Servicio de Inmigración, el alto costo de la vida y las duras condiciones de trabajo, que finalmente llevan a muchos colonos a moverse hacia Argentina o definitivamente volver a Francia.

DÓNDE SE SITUARON

Los ciudadanos franceses que llegaron a Chile se instalaron, en su mayoría, en Valparaíso y en Santiago. Principalmente, son comerciantes, arquitectos y científicos contratados por el gobierno chileno o artistas, muchos de ellos con "espíritu de empresa".

El crecimiento de Santiago y su rol de capital política y social del país le entregó al inmigrante galo la posibilidad de instalar su empresa con una alta posibilidad de éxito. Por su parte, el puerto de Valparaíso fue el principal destino para los franceses que iniciaron actividades comerciales. Durante la década de 1860, el 38% de los franceses de Chile se domiciliaron en Valparaíso, y desde allí, muchos de ellos buscaron acrecentar sus riquezas o búsqueda de ganancias, migrando más hacia el sur, hasta Concepción, principalmente al Puerto de Talcahuano.

PATRIOTISMO

Junto al crecimiento de la colonia se produce una mayor diferenciación en el reparto geográfico de sus nacionales. Buscaron para ello las zonas más urbanizadas del país, como lo eran Valparaíso, Santiago y la conurbación Concepción-Talcahuano.

Para 1903, de acuerdo a publicaciones del gobierno chileno, poco más de mil familias francesas vivían en Santiago, 380 familias en la zona de Valparaíso y 300 familias en nuestra zona.

Paralelo al interés económico que existía en las relaciones entre la colonia francesa y su metrópoli, el patriotismo jugó un rol importante en el desarrollo y mantenimiento de estas relaciones.

El sentimiento de patriotismo es de toda preferencia en la colonia francesa, compartiéndolo en el grupo nacional del cual se considera partícipe. Estos sentimientos de pertenencia los expresaron a través de la conservación de su nacionalidad francesa, la activa práctica de su lengua materna y, sobre todo, la "socialización nacional" desarrollada entre los diferentes miembros de la colonia en el seno de las instituciones que estructuran la vida social interna de la colonia francesa.

Ejemplos de estas instituciones son la Sociedad Francesa de Ayuda Mutua fundada en 1897, la Sociedad Francesa de Socorro (1869), la Sociedad Francesa de Beneficencia de Valparaíso (1869) y la Sociedad Francesa de Beneficencia de Santiago (1887). También se pueden mencionar la Unión Nacional de combatientes grupo de Santiago (1919), la Unión de Empleados Franceses de Chile fundada en 1900, y la Cámara de Comercio Francesa de Santiago que abre sus puertas en 1892.

La próxima semana revisaremos más en profundidad la influencia de la colonia francesa en la Región del Biobío.