Rescatan al cabo de Armada secuestrado en Guayaquil
El uniformado Luis Toledo Cruces (31) se encuentra en un centro asistencial de Ecuador. Su familia oriunda de Florida se mostró agradecida y hay un detenido por el caso. Penquistas en dicho país recalcaron que hay mucha inseguridad.
C on vida fue rescatado ayer el cabo de la Armada de Chile, Luis Toledo Cruces, de 31 años de edad, quien estuvo varios días desaparecido tras ser secuestrado por una banda criminal en Ecuador, que pedía a sus familiares, que residen en Florida (Provincia de Concepción), la suma de 100 mil dólares (más de 90 millones de pesos) para poder liberarlo.
Según lo informado por la Policía de Investigaciones penquista, el uniformado, que estaba en dicho país sudamericano tras solicitar dos años sin goce de sueldo, se encuentra estable en un centro asistencial, recuperándose de las lesiones que le provocaron sus captores.
Negociación
El subprefecto Walter Oyarce, jefe de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (Bipe) de Concepción, indicó que "un equipo especial de negociación y rescate de rehenes en Ecuador logró recuperar con vida al ciudadano chileno que estábamos buscando. En esta importante diligencia se trabajó en conjunto con Interpol y la policía de dicho país".
Familiares del funcionario de la Armada estuvieron ayer en las oficinas de la PDI penquista tras ser informados del rescate y valoraron el trabajo realizado, agradeciendo también el apoyo que tuvieron de la comunidad y las autoridades durante la compleja semana que tuvieron sin saber de su ser querido.
Posteriormente la Policial Nacional del Ecuador confirmó la detención de un individuo, que sería uno de los involucrados en el secuestro.
El coronel Fabary Montalvo, comandante (s) de la Zona 8, expuso que "a través de la Unidad Antisecuestro y Extorsión se tomó conocimiento de un secuestro el pasado 29 de noviembre. Se iniciaron las gestiones investigativas y labores de búsqueda que permitieron dar con la ubicación de la víctima".
Sobre el operativo de rescate, el oficial precisó que "se realizó en el cantón de Durán, donde se obtuvo información de relevancia de los participantes del hecho delictivo. Allí se logró neutralizar y aprehender a un individuo, que participó directamente en el secuestro".
Agregó que "es necesario mencionar el nivel de violencia demostrado por los captores contra la víctima, ya que le habían amputado dos dedos de la mano izquierda. Por lo que una vez liberado, fue trasladado de inmediato a un centro de salud para que le den las principales acciones médicas".
Desde la cancillería chilena celebraron la liberación "quien pronto podrá volver a encontrarse con su familia y, al mismo tiempo, agradece los esfuerzos coordinados realizados por la PDI de Chile, las fuerzas policiales de Ecuador y el Consulado de Chile en Guayaquil".
Tras la liberación, su mamá en Concepción, Yessenia Cruces, emocionada dio las gracias: "Gracias a Dios mi hijo está bien. Lo rescataron. Y solamente eso. Dar las gracias a la policía de acá, de Chile, a todos los que estuvieron involucrados. A ustedes, a nuestra familia".
El caso se conoció el jueves pasado cuando los captores pidieron cerca de 90 millones de pesos chilenos por su liberación. La captura había ocurrido el martes y alertado por su esposa pasadas las 21 horas cuando Toledo no había llegado a casa.
Penquistas en ecuador
El caso, que ha tenido bastante repercusión en territorio nacional, también sorprendió a los penquistas que viven en Ecuador, quienes comentaron los problemas de seguridad que hay allá.
Rachel Quezada, penquista radicada en Guayaquil, indicó a La Estrella que "es súper lamentable esta situación, la verdad que yo me enteré por mi mamá sobre esta noticia, ya que acá en los medios televisivos no se ha dicho nada del caso del cabo de la Armada. Solo por internet hay información en algunas webs de periódicos".
De la delincuencia en Ecuador, apuntó que "el nivel de violencia en la actualidad es terrible, hay muchos casos de sicariato, ataques a centros de salud y hospitales, que cada vez se están haciendo más costumbre. Ahora secuestros en los que pidan rescate no es tan recurrente".
Por su parte, Simón Morice, que lleva cerca de un año viviendo en Guayaquil, sostuvo que "aquí nadie respeta a la autoridad y todo se arregla con plata. La corrupción también es muy grande. La delincuencia va en aumento y en Guayaquil no se habló mucho del caso. En muchas partes las pandillas cobran lo que aquí llaman "vacunas", que en palabras simples es pedir dinero para no hacerte daño".
Precisó que "si tienes un negocio te cobran 300 dólares mensuales y si no les pagas te roban o te hacen daño. He escuchado a algunas personas decir que el país se está transformando en lo que fue Colombia en los años noventa".