Manuel Muñoz González
Los días de altas temperaturas en la zona han sido una especie de anticipo de lo que se espera para la época estival, y con ello, la presencia masiva de bañistas y familias en playas y balnearios del Gran Concepción.
Así lo sienten quienes se dedican a la labor de salvavidas, quienes auguran una temporada con harta pega en las playas habilitadas de la zona. "Es probable que los balnearios sean súper concurridos, la gente viene de dos años de encierro, hoy hay más libertad, probablemente se van a ver lugares con presencia masiva de visitantes", comenta Ignacio Carrasco, salvavidas con 8 años de experiencia en el rubro.
El mismo tiempo de encierro, cree Carrasco, ha generado cuadros de estrés en muchas personas, lo que augura una temporada compleja para quienes realizan dicha labor.
"La gente muchas veces va a los balnearios, pero no respeta a los salvavidas, no le toman el peso a su labor. Nos toca ver muchas cosas, una de ellas, gente que bebe alcohol y luego se quieren meter al agua. Ahí nosotros le debemos pedir que no lo hagan, como prevención, pero nos ven como las personas que les vienen a arruinar la tarde, cuando lo que hacemos es prevenir que un accidente, evitar que un momento que se supone sea grato, termine en tragedia", agregó, apelando a la conciencia de la gente y a tomar resguardos cuando se acuda a una playa.
Vocación
Realizar la "pega de salvavidas" no es para cualquiera, pues requiere de una constante y fuerte preparación. "En mi caso siempre me ha gustado el deporte, y quise asociarlo con la forma de ayudar, conocí la escuela de salvavidas, Guardavidas Shark, y he podido desempeñarme de buena forma", cuenta el joven, recién titulado de sicólogo.
Camila Muñoz, estudiante de kinesiología de la UCSC, en tanto, va por su quinta temporada trabajando como salvavidas en balnearios de la zona.
"Hay cosas que a veces suceden fuera del agua y también debemos apoyar. Nosotros trabajamos con la prevención, la idea es no esperar a que ocurra un accidente, sino dar consejos e indicaciones a la gente. El problema es que hay personas que nos ven como los que ponemos las reglas, y por lo mismo tratamos de llegar lo mejor posible a la gente", expresa la joven de 22 años, quien comenzó en este oficio cuando tenía 18, tal como muchos de sus colegas de oficio. "Muchos de los salvavidas son estudiantes, que aprovechan de trabajar en verano para juntar su dinero para el resto del año. En mi caso me ha servido para pagar mis cosas ,mantenerme durante el año", afirma.
Desde la escuela formadora de salvavidas en Concepción, Guardavidas Shark, su dueño y director, César Escobar, junto con destacar la ardua preparación para poder tener su certificación desde la Armada, valoró el rol que cumplen en cada balneario de la región. "Cuando me inicié como salvavidas me di cuenta de que había muchas cosas por mejorar, tanto en la formación como en el servicio que prestaba. Por ejemplo, me di cuenta de que el salvavidas cumplía funciones que no le correspondían, como es hacer aseo, pintar. Por ello formamos la escuela, con un equipo multidisciplinario, capaz de formar a un rescatista profesional", expuso Escobar.
Y por lo mismo, recalca que "es importante que los balnearios cuenten con salvavidas certificados, responsables, capacitados, pues los chicos están a cargo de vidas y cabe mucha responsabilidad sobre ellos. Y también es importante que los balnearios, las concesionarias, cuenten con la implementación de rescate profesional y cuenten con personal certificado", cerró.