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"La forma en la que hemos llegado a este nivel ha sido trabajo y disciplina"

Antonia y Melita Abraham disfrutan de unos días de descanso tras su participación en los Suramericanos de Asunción, donde ganaron cuatro medallas, y ya se mentalizan en el próximo ciclo de cara a Santiago 2023 y París 2024.
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Nicolás Labra G.

Cuatro medallas, tres de oro y un bronce que dejó una sensación amarga de injusticia para Antonia Abraham en el single de un par de remos cortos, fue el registro que ella y su hermana Melita, atletas de Red Bull, lograron en el remo en los recientes Juegos Suramericanos de Asunción 2022, reforzada por la actuación general del equipo chileno, el más ganador en la especialidad en Asunción con 11 preseas, una más que el team uruguayo, y en la que también aportaron oros sus también mellizos, Alfredo e Ignacio Abraham.

Las hermanas sampedrinas hacen el cierre de los Odesur, y, de vacaciones, ya piensan en su regreso a los entrenamientos para focalizarse en un nuevo ciclo, con la mirada en el Mundial de remo en agosto de 2023, para buscar un cupo a los próximos Juegos Olímpicos, después los Panamericanos de Santiago 2023 y, si todo sale como esperan, los JJ.OO. de París 2024.

-¿Qué nota le pondrían al año?

Antonia: Para mí es un 6, por lo que me pasó en los Odesur. Logramos entrar a un podio en una Copa del Mundo y eso motivó mucho. Después los Bolivarianos (en Valledupar, Colombia), donde ganamos todo lo que competimos y ahora los Odesur, que logramos posicionarnos como las mejores de Sudamérica en todas las pruebas, prácticamente.

Melita: Le pondría un 6,5. Creo que demostramos un muy buen nivel en la Copa del Mundo que fuimos, a nivel sudamericano y a nivel bolivariano. Hemos hecho todo bien este año (...) Generamos una base de entrenamiento gigante para lo que viene en estos dos años, que es el ciclo olímpico primero con los Panamericanos y después con París, así que este año entrenamos más de lo que competimos.

-Ustedes son la cara más visible de un proceso que lleva 8 o 10 años en el remo. ¿Cómo ven ahora en retrospectiva todo lo que se ha conseguido?

Antonia: Competí en los Suramericanos de Santiago 2014 con 16 años, saqué bronce pero era como un oro. Todo comenzó con un equipo muy reducido, pero ahora es grande. En Asunción éramos 23, pero por lo menos 10 quedaron fuera en Chile.

Melita: Partimos el 2014 con dos bronces y una plata en los Odesur en Santiago. En Toronto (los Panamericanos 2015) sacamos un oro, una plata y dos bronce. Después se repitió el ciclo y en Cochabamba (Odesur 2018) tuvimos ocho oros, y en el Panamericano (Lima 2019) tuvimos cuatro oros. Ahora Antonia ve que ese bronce (de Asunción) no es suficiente, pero hace ocho años era un bronce que valía oro. Así vemos cómo nuestras aspiraciones van cambiando, ahora sacar el oro en los Odesur es nuestro trabajo. Aspiramos a clasificar a los Juegos Olímpicos y antes solo los veíamos en la tele. A medida que crecemos, crecen nuestros sueños y se acercan.

-Melita, tú mencionaste el proceso de maduración que han tenido ambas, ¿cómo ha sido eso?

-Melita: Llevamos 15 años remando y siempre fuimos súper competitivas entre nosotras, siempre queríamos ganarnos. A veces había peleas, pero siempre nos dijeron que nosotras dos debíamos remar juntas. Nosotras decíamos que no, pero hemos evolucionado. Los resultados nos han ido uniendo, nos han hecho crecer, madurar arriba del bote, y nos ha consolidado como equipo. Si aprovechamos esa conexión como hermanas, esa confianza, esa tranquilidad que nos transmitimos, si metemos eso arriba del bote podemos hacer grandes cosas. Estos últimos dos años después de quedar fuera de Tokio hemos podido aprender a superar estas adversidades.

-Parece que el golpe de quedar fuera de Tokio fue importante para la maduración de ustedes...

-Melita: Sí, fue durísimo. Después piensas que tal vez habríamos clasificado, pero no estábamos tan claras, tal vez no podríamos haber manejado la presión, y quizás no hubiéramos trabajado tan fuerte, o nos habríamos conformado. En el deporte uno pierde más de lo que gana, aunque las personas solo ven cuando tú ganas, pero no ven todo lo que pasa en el día a día. Nosotras hemos pasado más derrotas que triunfos, el haberlo pasado juntas nos hace cómplices de todo nuestro trabajo y lo que queremos lograr.

-En una entrevista en 2020 Bienvenido (Front, head coach del remo chileno) dijo que en los Panamericanos 2023 este equipo estará en el momento justo de madurez y experiencia. ¿Ya han hablado de eso?

-Antonia: Ya llegará el momento de hablar de Santiago 2023, pero todos los chicos y chicas saben la oportunidad que se nos puede dar ahí. Nadie es tan tonto como para no trabajar por eso y ya llegará el momento en que hablaremos y pondremos todo sobre la mesa.

-Melita: Es lo que nos llevan diciendo desde el 2018. Este es un equipo joven, en Toronto (2015) cumplimos 18 años en la competencia. En el remo alcanzas tu peak deportivo entre los 28 a 30 años, y si todo sigue su curso este equipo -todos tenemos entre 18 a 25, 27 años- debería dar el gran golpe, el gran paso a nivel de rendimiento físico y que eso conlleve los resultados en los Panamericanos.

-Entonces eventualmente en París 2024, con 27 años, ¿sería un buen peak de rendimiento para ustedes?

-Melita: A los 27 años, si seguimos trabajando de esta manera, sin duda que vamos a estar en nuestro mejor rendimiento. Nos queda por crecer, por consolidar nuestro bote. Estos son 10 años mínimo de entrenamiento. Bienvenido siempre nos decía, 'ustedes son lo menos talentosas que existe', pero somos constancia, trabajo, disciplina y la única forma en que hemos llegado a este nivel ha sido el trabajo y la disciplina. No nos tocaron con la varita, decidimos trabajar por un sueño, y a pesar de no ser las más altas, o no pesar tanto en kilos, nos aferramos a que creemos que se puede.

"A los 27 años si seguimos trabajando así, sin duda que estaremos en nuestro mejor rendimiento.

11 medallas logró el equipo de remo en los Odesur, con seis oros, una plata y cuatro bronces.