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Una historia deportiva y social junto a la laguna

La institución Campos Deportivos Llacolén, ubicada junto a la Laguna Chica de San Pedro de la Paz, nace en la década de 1950 con la intención de que sus socios puedan disfrutar de la vida sana junto a un plácido entorno natural.
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A comienzos de la década de 1950, nació la inquietud en los integrantes de la directiva de la Asociación de Remo de Concepción de contar con un espacio para el desempeño de esta actividad, y que, al mismo tiempo, fuera uno de los centros sociales y deportivos más importantes del país. La idea comenzó a tomar una forma más definitiva en 1954, cuando se colocó la primera piedra de lo que hoy conocemos como Llacolén.

El nombre del recinto proviene de la denominación obtenida por la quebrada en la cual se sitúa, a orillas de la Laguna Chica, en la hoy comuna de San Pedro de la Paz. Corresponde a un vocablo mapuche -llaco (agua tibia) y lemu (bosque)-, el cual también se asocia a la historia de la princesa araucana Llancalén, hija del toqui Galvarino, quien se enamoró al mismo tiempo de un soldado español y del hijo de un cacique araucano. El relato cuenta que ambos se enfrentaron por el amor de la joven, circunstancia que la llevó a quitarse la vida, justamente, en las aguas de la Laguna Chica.

Pero una cosa son las "historias" y otra diferente es la "Historia". Esta refiere que la ceremonia de colocación de la primera piedra de Llacolén se realizó el 20 de diciembre de 1954, con el objetivo de demostrar la seriedad que el proyecto tenía. Las primeras construcciones anticipadas para tal efecto fueron un casino y una casa de botes.

Las edificaciones avanzaron rápidamente durante el siguiente año, con la apresurada compra de materiales, ante el riesgo del aumento de los precios de éstos, a causa de la inflación presente en esos momentos. Para financiar todo esto, se emitieron acciones, las cuales tuvieron una ágil venta. De hecho, un segundo grupo de estas participaciones se ofertaron en mayo de 1955.

La casa de botes fue la primera edificación en ser inaugurada, el 9 de octubre de 1955. Posteriormente, el domingo 30 de diciembre de 1956, se hizo lo propio con el casino de Llacolén, recinto que se transformó en el centro de diferentes actividades, ya sea institucionales como otras solicitadas de manera externa, como fueron fiestas de las colonias, Fiestas Patrias y celebraciones de Año Nuevo.

Ya en 1957, Llacolén contaba, además de las infraestructuras mencionadas, con un terreno para paseo de los socios y sus familiares, además de una extensa playa apta para el baño con sus respectivos muelles, los cuales formaban dos piscinas de distintas dimensiones, una pensada para los adultos y otra, más cerca de la orilla, para niños.

Lo que alguna vez surgió como un sueño de un grupo de personas, ya se estaba consolidando como un importante espacio local, el que también proporcionó trabajo en múltiples tareas, desde el cuidado de césped hasta la administración del centro social.

Cabe mencionar que, de manera formal, los Campos Deportivos Llacolén se oficializaron con el Decreto Supremo N° 251, fechado el 22 de agosto de 1958, por medio del cual se autorizaron sus estatutos, contando con un capital inicial declarado de $80 millones, distribuidos en 5.100 acciones. El primer directorio de esta Sociedad Anónima fue integrada por Víctor Tesser, como presidente, y los directores Enrique Barrera, Renato Vivaldi, Manfred Hecker, Mario Lanata, Carlos Meissner y Gaspar Heredia.

Si bien, puede parecer que Llacolén iba viento en popa, la verdad es que su situación económica era bastante inestable, en particular porque socios y accionistas solo mostraban interés en éste durante el verano y muchos no pagaban las cuotas, lo que dificultaba la posibilidad de invertir en infraestructura nueva. Para conseguir recursos frescos se apeló a la inscripción de socios sin acciones y a créditos bancarios. Finalmente se decidió que la manera de incentivar el pago de las cuotas era, precisamente, con la creación de nuevas instalaciones, como un gimnasio.

De forma paralela, se desarrollaron importantes actividades en las dependencias de Llacolén durante la década de 1960, como la Primera Exposición Industrial del Sur, organizada por la Cámara de la Producción y del Comercio de Concepción. La actividad se recuerda por una taza gigante de la empresa Fanaloza y una Torre Eiffel creada por una maestranza de Concepción. En la oportunidad también se presentó "La Pérgola de las Flores", con su elenco original.

Proyectos

En los siguientes años y décadas, Llacolén siguió su desarrollo, a la par con el territorio que lo cobija hasta hoy. Sin lugar a dudas, la creación de la comuna de San Pedro de la Paz, en 1996, influyó en la consolidación de estos campos deportivos, época en la que incluso se barajó la posibilidad de adquirir un hotel y terrenos en la cordillera, iniciativas sin resultado.

Si hubo mayores frutos en el apoyo a distintas disciplinas deportivas, con la presencia de clubes de remos que ocupan las dependencias de Llacolén para sus prácticas, siendo la Laguna Chica un centro neurálgico que ha dado a la comuna, a la región y al país, una serie de premios mundiales y nacionales en este deporte.

También comenzaron a desarrollarse actividades artísticas y culturales, impulsadas por un departamento dedicado a esta temática.

De esta forma se fueron compatibilizando distintos ámbitos en Llacolén, ampliando el horizonte que originalmente fue pensado por sus fundadores, siempre aprovechando las bondades naturales de la Laguna Chica, escenario de historias míticas del pasado y de actividades deportivas y sociales hoy.