Manuel Muñoz González

Mario González arrienda una vivienda en Talcahuano desde hace tres años, y paga por ella mes a mes cerca de 400 mil pesos. Al escuchar sobre las modificaciones que propone la Reforma Tributaria en cuando al gravamen al arriendo de viviendas, cundió su preocupación. "Por lo que estuve viendo, van a subir los precios de los arriendos, porque los arrendadores que antes no pagaban, ahora tendrán que hacerlo, y eso significa que lo van a traspasar a los arrendatarios", expresó el chorero con preocupación.

Sin embargo, no ocurrirá tal cosa en su situación, pues los ingresos de su arrendador no superan los $770 mil, como establece la norma, tal como explicó el propio ministro de Hacienda, Mario Marcel (ver recuadro). En efecto, la medida que busca eliminar la exención tributaria a quienes arrienden su segunda vivienda DFL2 (residencia con menos de 140 metros cuadrados).

¿Subirán los arriendos?

Dicha eventual alza en el valor de los arriendos es la inquietud que surgió en muchas personas con el anuncio de la Reforma Tributaria propuesta por el Gobierno del Presidente Gabriel Boric. Y si bien es un escenario que se podía dar, especialistas no creen que se de un panorama tan complejo a futuro.

Así lo plantea Matías Godoy, docente de Macroeconomía de la Universidad San Sebastián. "A priori es sensato pensar que los arriendos debieran subir. Pero, perfectamente podría no ser el escenario, puesto que existen muchas personas que arriendan, y de alguna forma todos debieran ponerse de acuerdo para subir los arriendos. Quizás eso no suceda", dijo, el académico, quien de paso aclaró que "no se está creando un nuevo impuesto, o cobrando un impuesto por arrendar. Aquí se está terminando con un beneficio tributario, que generaba que arriendos por viviendas DFL2 no constituyen renta".

Incluso Godoy plantea que este punto de la Reforma tampoco será factor que pueda desincentivar la inversión en la compra de inmuebles para arriendo. "Lo dudo mucho. Este beneficio tributario eximia de renta hasta dos propiedades en arriendo, siempre que fueran DFL2. Arriendos de otras viviendas si constituyen renta, antes de esta reforma. No creo que un cambio marginal desincentiva la inversión inmobiliaria", recalcó el docente de Macroeconomía de la USS.

Por su parte, Hugo Moraga, doctor en economía y empresa, y profesor del Departamento de Contabilidad y Auditoria de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Concepción, cree que dicho punto de la reforma sí tendrá un efecto en el valor para los arrendatarios. "Debiera significar un aumento del valor de arriendos, ya que los dueños pasarán el mayor costo al arrendatario".

No obstante, para le especialista, más que este punto en particular, lo relevante es ver cómo se llevará adelante los procesos de fiscalización en la materia. "Un tema relevante de la ley es como se llevará a cabo la fiscalización, ya que solo esta dirigida a las casas con el beneficio del DFL2, pero hay una gran cantidad de casas arrendadas que no son DFL2 y cuyos ingresos no pagan impuestos, ni IVA ni renta, entonces el Gobierno deberá dar una forma de fiscalización para esta ley que no la deje de sus orígenes en letra muerta. La medida me parece bien, pero habría que analizar si realmente podrán recaudar lo que han estimado; si no está apoyado con buenas medidas de fiscalización, no se alcanzará dicho objetivo", puntualizó el economista.