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Razones por las que Happyland recibirá el bowling panamericano

El seleccionado Luis Felipe Nazar explica la realidad de la disciplina en Chile. El recinto del mall Plaza Vespucio es el único con 16 pistas, estándar mínimo para una competencia internacional.
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Nicolás Labra G.

Luis Felipe Nazar (34 años, ingeniero mecánico), conoció el bowling a través de su papá, que jugaba en el recinto de Apoquindo, demolido en la primera década de los 2000 y reemplazado por dos edificios. En el caso de Nazar hijo, no fue hasta el 2008 cuando tuvo su primera competencia internacional como seleccionado de la disciplina.

"Fue el Mundial en Orlando, Estados Unidos. Fue súper difícil por estar fuera de tu país, teniendo 18 años. Algo complicado pero motivante después de ver mucho nivel afuera. Llegamos a motivarnos para seguir entrenando y ver qué podíamos lograr", cuenta a este medio.

Seleccionado actualmente tras ser tercero en el Nacional Elite disputado en marzo en Iquique, Nazar es una voz autorizada para poner en contexto la polémica elección de Happyland, en el mall Plaza Vespucio en La Florida, como el lugar elegido por la organización de los Panamericanos 2023 para acoger el bowling. El lugar no es extraño, ya que en los Odesur 2014 fue el escenario de ese deporte y también se han realizado ahí Panamericanos específicos en 2007, 2011 y 2015.

"Nos duele que realmente no podamos dejar un legado en el bowling. A mí me duele mucho, porque tenemos que recurrir a una infraestructura privada", dijo Miguel Ángel Mujica, presidente del Comité Olímpico de Chile sobre la situación.

"Tiene que ser en el centro comercial porque si no habría que construir uno y el Estado fue muy claro que no estaba dispuesto a construir. Van a estar muy bien ahí en La Florida", justificó Neven Ilic, presidente de Panam Sports, sobre la medida.

¿Por qué nuevamente se debe recurrir a un mall? Lo primero es que el de Happyland es el único recinto que cumple con los estándares internacionales, según Nazar, al tener 16 pistas. La selección actualmente entrena en las cuatro pistas disponibles ahí y también en otro recinto en Chicureo, que también tiene cuatro pistas.

Fuera de la capital, hay pistas en el Casino Monticello cerca de Rancagua, en Calama y en Iquique, estas últimas ubicadas en el Espacio Ox, dentro del Resort Urbano del mismo nombre. Nazar, por su experiencia y su profesión, trabajó hace un par de años en la instalación de esas pistas en la Región de Tarapacá.

Por eso, dice que una de las principales razones por las que no hay recintos públicos es el motivo económico. "Es caro, el bowling de Iquique que son 12 pistas, sale unos 1.000 millones de pesos sin contar la infraestructura, solo las pistas, pero con esa cantidad de pistas no cumple con los estándares para un Paramericano o Sudamericano. Como soy ingeniero mecánico y me dedicó al bowling, sé exactamente cómo deben ir armadas las pistas, qué especificación necesitan a nivel internacional, y me pidieron que les ayudara en el tema del armado".

Sobre el factor económico Nazar entrega otro punto. En Happyland se deben realizar arreglos para tener disponibles las 16 pistas del recinto de cara a los Panamericanos, incluso a él le han consultado si puede estar a cargo de eso, pero declinó a la opción para evitar cualquier conflicto de interés.

"Sé que ya está cerrado al público porque ya debiera empezar el proceso del cálculo de las reparaciones. ¿Cuándo lo harán?, no lo sabemos. Sí me han contactado porque había un mecánico jefe que falleció el año pasado que fue él quien construyó las pistas de Happyland y están buscando quién puede ayudar. Les di el contacto de personas que saben mucho de instalaciones de pistas. No quiero estar relacionado en eso porque soy jugador y seleccionado y puede que haya un conflicto. Prefiero estar al margen de eso. La Federación, Happyland y el Comité Olímpico están en contacto y viendo quién puede realizar eso. Creo que ya realizaron un catastro para ver qué cosas se necesitan", profundiza.

En ese sentido, ejemplifica que es más barato arreglar esas pistas que construir un recinto nuevo. "Happyland no puede invertir más. Deben haber pensado que es más fácil reparar esas pistas, cambiarles los softwares y todo eso será unos 50 millones, versus los 1.000 millones de instalar un bowling nuevo, que es harta diferencia. El problema es que eso queda para Happyland y no a la Federación, por lo que seguimos estando sin un lugar público para el bowling".

Considerado el factor económico, otro de los que sobresalen en el problema del bowling es encontrar un lugar con las dimensiones necesarias para instalar el mínimo de 16 pistas que en un futuro sirvan para un torneo internacional del máximo nivel.

"En el bowling las pistas ocupan mucho espacio y no es rentable. De hecho, creo que ni siquiera en Happyland o las que había en Parque Arauco alcanza la rentabilidad con la venta (de entrada) a público, porque el terreno es tan grande que no alcanza con eso, y menos a una Federación. Para sacar un cálculo, la pista como tal tiene 60 pies, necesitas al menos 60 metros desde la parte de atrás donde te sientas por cada pista. Si sumas otras cosas como un restaurante, es por lo menos unos 100 metros en largo de pista, y de ancho depende de cuantas pistas tenga. Para una competencia grande necesitas al menos entre 14 a 16 pistas".

Actualmente la selección entrena tres veces a la semana, dos horas diarias. Si van a Happyland, la Federación les paga el arriendo que cobra el lugar, donde lo ideal es que dos personas entrenen en cada pista. Si se quiere superar esas seis horas, el gasto corre del bolsillo de cada uno.

"El tema es el entrenar constantemente. Una cosa es hacer unos juegos ahí (en Happyland) y lo otro es prepararse para esos juegos. Siempre le dan prioridad más al público que a la selección. Ese es el mayor problema de que la Federación no tenga pistas públicas".

"En cada competencia se dice que se podría hacer un bowling especial para la Federación. En el CEO había espacio, pero solo para 6 o 7 pistas.

"Antes había 35 recintos en el país y por el estallido social y la pandemia han quebrado casi todos. La selección entrena en Happyland y en otro en Chicureo.