Cristian Aguayo Venegas
Pese a las numerosas gestiones que por décadas se han realizado para disminuirlos o eliminarlos, los campamentos no paran de crecer en las zonas urbanas del país. El Gran Concepción no escapa a esta realidad y, de acuerdo al jefe de Asentamientos Precarios de Serviu, Sebastián Donoso, existen 167 asentamientos irregulares en el Biobío, en los cuales viven 7.400 familias.
Un número que se desglosa de la siguiente manera: En la Provincia de Concepción existen 102 campamentos, donde 17 son nuevos, en ellos, se destaca la situación de Lota (29), Talcahuano (26), Tomé (13) y Concepción (13). En la Provincia de Biobío existen 28 campamentos activos y en la de Arauco, 37.
"Todos estos campamentos son trabajados con distintas estrategias de intervención como son la radicación con urbanización o con proyecto", explicó Donoso. "La primera trata de destinar recursos para dotar de servicios básicos a los asentamientos. Mientras que, la segunda, es cuando nosotros configuramos o desarrollamos una vivienda definitiva en el mismo sector", detalló.
"Considerando que estas dos soluciones pueden demorar demasiado y tomando en cuenta la alta precariedad, existe una línea que busca o aborda soluciones transitorias resolviendo problemas de primera necesidad, como arreglos de accesos e iluminación, entre otras", añadió.
Factor pandemia
Por otra parte, la seremi de Vivienda y Urbanismo, Claudia Toledo, comentó a La Estrella que "en la Región tenemos 83 tomas identificadas a 2021. La situación de las tomas es dinámica por lo que es una cifra que debemos actualizar".
La autoridad agregó que "es una situación que se ha incrementado, principalmente durante la pandemia, y donde también influye el fenómeno migratorio y la crisis económica".
Finalmente puntualizó que "estamos tratando de generar un trabajo articulado con la Delegación (Presidencial Regional) y otros servicios, para desarrollar un plan integral que nos permita llevar soluciones de largo plazo".
Dirigenta
Cristina Durán, dirigenta del campamento Las Algas de Talcahuano, se refirió a la historia y actuales condiciones del asentamiento en que reside.
"Post terremoto fuimos llegando de a poco. En un momento hubo cerca de 164 familias viviendo acá. Con el tiempo y después del Estallido (Social), empezamos con una olla común que mantuvimos por seis meses", agregó la vocera del emplazamiento ubicado en el sector Los Cerros.
En los 12 años de existencia del predio, algunas familias han logrado salir del lugar por diversos beneficios. "Comenzamos a trabajar en el área habitacional hasta lograr los subsidios de C-49 y de arriendo, donde alrededor de 40 personas los han tomado", afirmó.
Sin embargo, aún quedan familias en el campamento que esperan una solución. "No sé cuántas quedan actualmente, pero ahora, con la última actividad, me dí cuenta de que me quedaban 70 niños, por ejemplo", aseguró.
Durán añadió que "en temas de terreno no es un lugar seguro, en varios pasajes hay puras señales de peligro de derrumbe, zona de riesgo. Y lo más complejo es el terreno donde es fangoso y cuando se moja tiende a poner en peligro a las viviendas", enfatizó.
Por último, la dirigenta de Las Algas entregó su visión con respecto al aumento de las tomas y campamentos. "Después del Estallido Social nos dimos cuenta que el tema era crónico, y que no resistía la vista gorda. La pandemia, además, demostró que en algunas viviendas había más de una familia, y eso el Estado no lo veía", afirmó.
"En Talcahuano, por ejemplo, hay mucho terreno, pero son dados a constructoras e inmobiliarias, ¿por qué no hacen proyectos que sean municipales? así abarcaría la situación habitacional de la comuna. ¿Cuántos sitios eriazos hay en donde se pueden realizar departamentos?, pero nunca lo hicieron, esperaron que las familias comenzarán a tomarse los terrenos. Quizás la gente nos va a criticar por esto, pero es la única solución digna de tener un techo que entregar a nuestros hijos", concluyó.
"Después del Estallido Social nos dimos cuenta que el tema era crónico".
Cristian Durán, dirigenta.