La historia de amor y sacrificios que hay tras la "Perrita Oveja"
Pasó de ser un ícono penquista a rostro de una fundacíón que lleva años de lucha por los animales.
Todo empezó como una tradición popular entre los estudiantes de la Universidad de Concepción, quienes se acercaban para darle cariño antes de un certamen y así tener buenos resultados, para hoy en día ser el rostro de una de las agrupaciones animalistas más importantes de la región. Se trata de la popular "Perrita Oveja" y de la fundación que lleva el mismo nombre en honor a quien fue por años una compañía para quienes circulaban por Plaza Perú.
"Oveja", o "La Queen" como la llama Tannia Sepúlveda, directora de la Fundación Perrita Oveja, es una can de 11 años que incluso está inmortalizada en un mural de dicho sector y que pasa sus días en su hogar temporal, cuidada por una bondadosa voluntaria.
"Lleva alrededor de 5 meses y yo la voy a ver todas las semanas. La fundación costea sus gastos médicos, medicinas, vitaminas, alimentos y nos preocupamos de cualquier eventualidad que pueda pasar con ella", detalla Tannia Sepúlveda, quien hace más de 15 años ayuda a perros callejeros.
Esas ayudas desinteresadas son las que actualmente sacan a flote a la fundación, cuyos gastos básicos mensuales son de un millón y medio de pesos, entre alimento, medicinas, veterinario, hogar temporal y cualquier tipo de eventualidad que ocurra con las decenas de perros y gatos que ayudan actualmente.
"Muchas veces he estado a punto de bajar los brazos, sobre todo a inicios de este año, que tenía una deuda de 6 millones de pesos en una clínica privada donde tratábamos nuestros casos", relata Tannia Sepúlveda a La Estrella.
Por esta razón es que realizan rifas semanalmente, además de difusión por Redes Sociales: "Tratamos de llegar de todas las formas posibles a las personas para recibir apoyo, ayuda económica o donaciones. Es una carrera contra el tiempo, siempre nadamos contra la corriente, pero ante la adversidad hay que seguir luchando".
Proyectos
En la Fundación Perrita Oveja casi no hay días normales. Cuando llamamos a Tannia, debía atender el caso de cuatro cachorros abandonados que tenían malestares: fueron más de tres horas en un veterinario y unos cuantos ceros más a la cuenta final.
Y no es lo único. Ahora concretaron una campaña para hacer abrigos a los perros callejeros del sector de la UdeC, Parque Ecuador y alrededores, que se sustentó por "una cadena humana de amor que realizamos con muchos voluntarios".
"Este año prácticamente no nos quedaban capitas, pero gracias a la ayuda de pymes y voluntarios logramos conseguir 4 sacos con material de telas, que son impermeables. También compramos 10 metros de micropolar y más tela impermeable. Todo eso lo enviamos a la pyme que se llama Petopia y ya tienen 20 capas listas", comenta, detallando además que "llevarán un estampado con el nombre de la fundación y también tendrá un código QR para que así la gente pueda contactar a la fundación cuando estén mojadas, rotas o para cualquier tipo de modificacion".
En cuanto a la ruta de alimentación que realizan, comenta que "tenemos puntos específicos donde entregamos alimentación a perros en situación de calle, esto es diario, en general lo realizan integrantes del directorio y que siempre están preocupados de eso".
"Esta ruta consiste en un alimento específico al que se le va añadiendo más cosas como arroz con pollo o jurel. También entregamos vitaminas, suplementos y medicamentos para sus enfermedades. Es un trabajo súper importante y grande que a simple vista no se ve. No es sólo alimentarlos", indica.
Finalmente, remarca cual es su principal necesidad como Fundación Perrita Oveja: "Nuestra mayor dificultad es no tener un espacio para poder llevar a cabo nuestros objetivos y funciones. También para resguardar del frío a los que están operados, cocinarles, recibir donaciones y realizar procedimientos. Muchos veterinarios están dispuestos a ayudar, pero nos falta lugar".
"Es una carrera contra el tiempo, pero ante la adversidad hay que luchar".
Tannia Sepúlveda García,, directora de la Fundación Perrita Oveja.