N.L.G./Agencia EFE
El español Rafael Nadal (5°) jugará su decimocuarta final en Roland Garros, una ronda en la que nunca ha perdido, tras la retirada del alemán Alexander Zverev (3°), que se torció un tobillo y fue sacado de la cancha del court Philippe Chatrier en silla de ruedas y entre lágrimas.
Tras unos minutos en el vestuario, el germano regresó a la pista apoyándose en dos muletas para saludar al público. Los dos tenistas habían sobrepasado las tres horas de partido y el español acababa de igualar a 6-6 el segundo set, tras haber ganado el primero por 7-6 (8) en 98 minutos.
Nadal reconoció que, pese a la alegría que supone alcanzar una nueva final, no podía ocultar su tristeza por la retirada de su rival en esas condiciones. "Es duro verlo así, estoy triste por él, ha jugado un gran torneo, ha luchado por ganar un Grand Slam y no podrá conseguirlo por ahora. Lo lamento mucho", dijo.
El rival del trece veces monarca en la arcilla de París será el noruego Casper Ruud (8°), que superó en cuatro parciales al croata Marin Cilic (20°) por 3-6, 6-4, 6-2 y 6-2 en 2 horas y 55 minutos, encuentro que en un momento se vio suspendido debido a que una espectadora entró a la cancha y se amarró a la malla para protestar contra el cambio climático.
Nadal, que mantiene una lesión crónica en el pie izquierdo que cada vez le da mayores problemas, comentó tras su triunfo por retiro que "prefiero perder la final y no tener dolor en el pie. No tener el dolor que tengo a diario te cambia la vida. Un pie nuevo me permite ser más feliz día a día. Ganar es bonito, te llena de adrenalina momentánea, pero la vida es más importante que cualquier título".
Sobre su juego, el hispano añadió que "me esfuerzo al máximo, pero llevo tres meses en los que casi no he entrenado". En el caso de Zverev, que en un desplazamiento lateral se dobló totalmente su tobillo derecho, por ahora se desconoce el grado de su lesión y cuando volverá a jugar.
