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Reminiscencias de un mundo que nace

Tras la Guerra del Pacífico, nuestro país fue testigo de la construcción de numerosas obras públicas, algunas de las cuales, son utilizadas hasta hoy. Gran parte fueron realizadas durante la administración de José Manuel Balmaceda.
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Al término de la Guerra del Pacífico, Chile consolida vastos territorios con riquezas como el guano, y posteriormente el salitre. Estos ingresos permitieron proyectar al país, con el Presidente José Manuel Balmaceda a la cabeza del gobierno, que se dedicó a inyectar gran parte de estos dineros al desarrollo de obras públicas, dejando al país la canalización del río Mapocho, el puerto de San Antonio, mil kilómetros de línea férrea, el viaducto del Malleco, el puente ferroviario sobre el Biobío y la creación del ferrocarril Concepción-Curanilahue, para la extracción de carbón desde la zona de Arauco, reforzó la Escuadra Nacional con la compra de nuevos buques, y dio los primeros pasos para la construcción del dique seco de Talcahuano.

Todo lo anterior, trajo como consecuencia que, al término de su gobierno, la gente planteara la pregunta "Y después de Balmaceda, ¿qué?".

Muchas de estas grandes obras aún subsisten, y se encuentran en uso hasta hoy, otras, debido al paso del tiempo, deberán ser reemplazadas. Obras como la canalización del río Mapocho, el dique seco y el viaducto del Malleco, siguen incólumes en el lugar donde fueron construidas y aún en servicio. Sin embargo, otras como el puente sobre el Biobío, y el levantamiento de las líneas férreas, por deterioro y uso, así como otros puentes en la vía hacia el sur del país, deben ser reemplazados.

Hoy y al igual que en el periodo de Balmaceda, dos grandes obras comienzan a ser emplazadas, me refiero al puente sobre el canal de Chacao y al nuevo puente ferroviario de doble vía sobre el Biobío. Este último, dejará fuera de servicio al viejo viaducto, junto a las estaciones de trenes y túneles que actualmente ocupa, pasando así, la mitad a propiedad de la municipalidad de Concepción, y la otra, a la municipalidad de San Pedro de la Paz, generándose un museo en sitio, el que se deberá preservar y cuidar.

Cerro chepe

En el lado penquista, la intervención del cerro Chepe, pese a reiterados comentarios en los medios de comunicación, tiene aún preguntas sin respuestas, como por ejemplo, la referencia al nombre de "Chepe" y la posible existencia de dicho cacique, con un documento histórico que avale todo lo escrito sobre este personaje, ya que solo tenemos citas de historiadores en las cuales se deduce de la lectura en que Barros Arana los cita, o Vicuña Mackenna lo cita, dando por cierto sólo en base a su palabra, lo que en mis años de experiencia, jamás me topé con el documento que avale su existencia, y solicito que si alguna persona tenga respaldos de dicho documento me lo haga llegar para su publicación y puesta en valor, en lo que respecta al nombre del cerro por la existencia del cacique.

Con la llegada a Concepción del gobernador Alonso de Ribera, se crea la línea de la frontera, el cual hace construir sobre el cerro Chepe un fuerte en 1603 con dotación de españoles, creando así, la línea de la frontera con los fuerte de San Pedro (Plaza de La Candelaria), Santa Juana de Guadalcazar, Nacimiento, Purén, Príncipe Felipe, dejando en la ribera contraria el fuerte de Talcamávida para impedir el paso por este lugar, llamado el vado, único sector que permitía el cruce del río Biobío.

El cerro fue, además, en 1886, perforado para construir el túnel que existe hasta hoy y que permitió sacar la línea en forma elevada sobre el nivel de las aguas del río Biobío.

Otro hecho relevante en el lugar, fue el que motivó la celebración ecuménica de los 33 siglos del cristianismo en occidente, celebrada en Concepción en 1933, fecha en que se instaló sobre su cumbre una cruz que aún existe. En 1937, el director del cementerio de Concepción, Guillermo Otto, hizo construir una escalera aún existente, junto a un mirador en su cumbre, forestando, además, la cima del cerro, que no contaba con vegetación. En 1960, con la expansión de la planta de aguas La Mochita, se requería un lugar elevado para llevar agua hasta Talcahuano, con lo cual se perforó el cerro y se instalaron en su cumbre dos estanques para almacenar el vital elemento, que funciona hasta nuestros días. Hacia la década de 1980, la compañía de electricidad instaló una torre para pasar cables eléctricos que, conducidos a través del puente ferroviario, llegan con energía hasta San Pedro de la Paz.

Cabe señalar, además, que la parte ribereña del cerro Chepe, fue ocupada por el malecón, principal puerto fluvial del Siglo XIX, por el cual se desembarcaban los productos provenientes de Santa Juana y Nacimiento, fuera de mariscos y pescados provenientes de Coronel y Lota, sirviendo también para el pasaje en bote hacia la ribera sur del río.

Túneles

Hoy el cerro será nuevamente testigo de la construcción de túneles modernos para el paso del ferrocarril urbano y comercial, proyecto que será realizado con técnicas avanzadas de perforación que impedirán el uso de explosivos que pueda alterar la fauna y flora del lugar. Como a su vez, a la salida de este viaducto, por el sector sur, respetará los humedales, contando, además, la voluntad de la municipalidad de San Pedro de la Paz, en el cuidado para el disfrute de las nuevas generaciones, conservando y manteniendo este museo en sitio, producto del término de la vida útil del antiguo puente ferroviario.

Así, nuestra Región del Biobío volverá a contar con estas grandes obras que dieron el impulso a su desarrollo durante el Siglo XIX y esperamos que vuelvan, al igual que hace 130 años, a dar un nuevo aire al progreso de nuestra zona.