El Parque Miraflores le gana a las dificultades
Más allá de las complejidades que han debido enfrentar, los vecinos mantienen un espíritu de solidaridad genuino, el cual se manifiesta en campañas de donación de alimentos y de otro tipo.
Adversas han sido en muchas ocasiones las circunstancias enfrentadas por los vecinos del sector parque Miraflores de Concepción, a causa de las inundaciones que se han apoderado de sus calles durante los inviernos. Los momentos de infortunio, eso sí, tuvieron un resultado importante en la relación que mantienen sus vecinos, acostumbrados a la solidaridad entre ellos.
Los habitantes de Parque Miraflores recuerdan que las casas que componen el sector comenzaron a construirse en 1990, empezando a ser entregadas en noviembre de 1991. El emplazamiento del barrio, cerca de la ribera del río Biobío, a pocos metros del puente Juan Pablo II, aportó suelos pantanosos y con mucho barro. La empresa que desarrolló el proyecto definió un diseño habitacional del tipo pabellón, con las viviendas ordenadas "en tren", sumando ocho o nueve inmuebles unidos en una estructura. Sin espacio para vehículos y todo muy compacto, sostienen.
La entrega de las viviendas fue por etapa, considerando los servicios básicos y alcantarillado. En la actualidad hay más de 500 casas en Miraflores, lo que representa unas tres mil personas habitando el sector.
Anteriormente se mencionaron los suelos con mucho barro. Los primeros años este elemento fue protagonista en la vida de los vecinos, ya que las calles no estaban pavimentadas. Esto redundó en inundaciones en el periodo de mayores precipitaciones. Los habitantes advierten que no sufrían situaciones extremas como la aledaña población Juan Pablo II, pero de todas maneras los inviernos eran muy complejos de afrontar.
En la actualidad, gracias a las bombas que drenan los excesos de agua en la población vecina, ya no se producen inundaciones, pero el líquido que se concentra en la avenida 21 de mayo corre hasta la población y los sectores cercanos hasta llegar al río. Preocupa la actual construcción de edificios de departamentos, porque añade una mayor cantidad de salidas a las mismas cámaras ya existentes.
Organización
Los vecinos que habitan el parque Miraflores tienen orígenes diversos, no obstante, hay una importante cantidad de personas que laboran como empleados particulares, gente que adquirió con esfuerzo su hogar, ya sea de forma directa o aprovechando un subsidio. Muchos de los inmuebles entregados en un principio fueron ampliados, según las posibilidades de los propietarios, permitiendo una mayor dignidad en su calidad de vida.
Quienes decidieron vivir en el sector se sintieron atraídos por la cercanía de servicios y comercio, como la Vega Monumental, colegios y Cesfam. Además de la proximidad con el centro penquista. Se habilitó locomoción por medio de colectivos, sin embargo, la pandemia redujo la flota que circula por el lugar.
Hay que mencionar que poco tiempo después del arribo de los primeros vecinos a Miraflores, éstos comenzaron a organizarse en una junta de vecinos, la que se conformó a principios de 1992. La entidad ha sido eje fundamental para gestionar recursos públicos, lo que permitió, en algunos casos, la ampliación de las casas. De igual manera, también se logró pavimentar las calles y pasajes, cambiar pisos, instalar nuevas ventanas, habilitar paneles solares para el agua caliente, y hasta la mejora del sistema eléctrico de las construcciones.
Pese a todo el trabajo desarrollado por los dirigentes vecinales, la agrupación aún no cuenta con una sede social, a pesar de los reiterados intentos para tal objetivo. Buscan conseguir el comodato de parte de la municipalidad de un terreno para edificar una sede que les permita reforzar su vida comunitaria y llevar a efecto operativos médicos, tomas de PCR, y actividades para la gran cantidad de adultos mayores que residen en el barrio. Los encuentros que se efectúan, ya sea para efectos médicos, socialización, y diversión de los niños, se hacen en la calle.
Además del anhelo de la sede, los residentes de Miraflores plantean otro problema que se debe resolver. Cuentan que hay un canal que cruza la población y cuya función es evacuar el agua acumulada. Lamentablemente, durante el invierno, éste termina formando una laguna en los estrechos pasajes, con el agua llegando hasta la puerta de las casas. El resto del año se mantiene lodo maloliente en el canal, lo que llama a que muchas personas depositen escombros allí, generando un basural, por lo que se mantiene pendiente la solución de parte de la autoridad.
Apoyo
Ya pasaron tres décadas de historia de parque Miraflores, muchos de los vecinos que iniciaron el barrio se mantienen en él, no obstante, hay muchas familias que han emigrado. Una de las razones es que no existen espacios para estacionar sus vehículos, por lo compacto del sector. Incluso, esa situación afecta la llegada oportuna de vehículos de emergencia, ya sea ambulancia o de Bomberos.
Más allá de esa complejidad, los vecinos mantienen un espíritu de solidaridad genuino, el cual se manifiesta en campañas de donación de alimentos para quienes se encuentren más apremiados.
Festividades como la Navidad son celebradas con entusiasmo por todos, se realizan juegos y se encarga la preparación de alimentos a vecinos que impulsan emprendimientos, lo cual evidencia un apoyo incondicional entre las familias de parque Miraflores.