la cocina de don tinto
A prepararse para el invierno
Hay gente que -cada año- a contar de los últimos días del verano y durante buena parte del otoño comienza a ejecutar una serie de acciones preventivas en torno al invierno que se aproxima. Así las cosas, chequean el estado de sus frazadas por si hay que comprar nuevas, comienzan a dejar más a la mano ropa gruesa y -de ser necesario- compran botas de agua y alguna parka o impermeable. La verdad, acá en Santiago eso último está de más porque ya prácticamente no llueve. Aun así, otra faena clave de la gente en estos meses de preparación para el invierno es subirse al techo de las casas para chequear que esté en buen estado y de paso limpiar la canaleta. Siempre es bueno limpiar la canaleta, eso hay que reconocerlo.
En mi caso, lo que más me gusta hacer a partir de estas semanas es tratar de estirar la vida o conservar ciertos productos propios del verano que tengo conciencia que durante el invierno no existirán. O si lo hacen será con "calidad de supermercado". Es decir, sin brillo alguno. Estoy pensando en tomates, ajíes cristal, choclos, duraznos, higos y muchas cosas más, que están prontas a desaparecer de ferias y mercados. Por lo mismo, me gusta y entretiene hacer pequeñas acciones (no tengo tiempo ni espacio para grandes volúmenes de nada) de conservación. Por ejemplo, con los tomates de esta época se puede hacer una buena salsa de tomates que durará muchos meses. Se pueden caramelizar -y luego guardar- cebollas nuevas y hasta nos podemos aventurar con alguna mermelada de duraznos.
También es tiempo de hacer (o encargar a alguien) pastelera de choclo, para así tener congelada para el invierno. Y así, suma y sigue. Por todo lo anterior es que la receta de hoy enseña a conservar el ají verde cristal, ese que pica de verdad pero que dura muy poco, por varios meses. Ojalá les sirva para este invierno que -aunque no se nota- ya viene.
Ingredientes
-ají verde cristal (cantidad suficiente)
-vinagre blanco (cantidad suficiente)
-frascos de vidrio
En una olla bien grande calentar agua fría hasta que hierva. En ese momento y con la ayuda de una pinza pasar un par de minutos por esa agua los frascos de vidrio (y sus tapas) que vayamos usar. Luego, dejarlos secar a temperatura ambiente sobre un paño de cocina limpio. A continuación, en la misma agua hirviendo meter los ajíes hasta que queden totalmente sumergidos. Dejarlos ahí hasta que vuelva a hervir el agua. Entonces, retirar la olla del fuego y comenzar a meter los ajíes -con la ayuda de una pinza- en los frascos que tengamos, hasta que se llenen. Posteriormente, agregar el vinagre hasta casi la mitad de cada frasco e inmediatamente después rellenarlos con agua hervida (fría) hasta unos dos a tres centímetros antes de llegar al borde superior de los frascos. Cerrar bien con la tapa e invertir cada frasco para así generar vacío. No moverlos hasta que se enfríen. En un mes ya están listos para ser usados, duran fácil todo el invierno.
Ajíes en vinagre
por Álvaro Peralta / @dontinto