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La población Gabriela Mistral nació con escuela

Barrio penquista nació luego del terremoto de 1939 en los alrededores del Cementerio General de Concepción. La plaza del barrio se constituyó, desde un comienzo, en el centro de la vida comunitaria, lugar en donde estaba su escuela.
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Como ha ocurrido una infinidad de veces, la población Gabriela Mistral de Concepción surgió producto de la desgracia. El terremoto de 1939 destruyó gran parte de Concepción, lo que obligó a ocupar espacios deshabitados, como las explanadas alrededor del cementerio general.

Fue allí que, durante la década de los '40, comenzaron a construirse las viviendas que conformarían la población Gabriela Mistral. Los penquistas que arribaron fueron víctimas del sismo, o gente afectada por las inundaciones del Andalién. Se trataba de trabajadores de esfuerzo, dedicados principalmente al sector de la construcción. Obreros, carpinteros, albañiles, y en el caso de las mujeres, lavanderas.

La población se levantó en el perímetro conformado por las calles Briceño, Lucas Sierra, Miraflores, 6 de Mayo, La Paz y La Conquista. Se inauguró durante el Gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, en 1953, y junto con la entrega de las viviendas, también se empezaron a formar las primeras agrupaciones, como el comité (actual junta de vecinos), el deportivo, el centro de madres y la cuota mortuoria.

Las viviendas originales fueron construidas por el Estado y estaban dispuestas en un sistema de pabellones que agrupaban cinco viviendas cada uno. Se partió con 90 casas, las cuales tenían un piso, tres dormitorios, un baño y un patio. Los residentes más antiguos recuerdan que no se pagó nada por las construcciones, tampoco por el agua, solo se cancelaba la luz.

La escuela

En el corazón de la población está su plaza, la que desde un inicio se transformó en el centro de la actividad comunitaria. Los vecinos más antiguos recuerdan que con esmero se cuidaba su prado y los árboles que crecían en el lugar.

Frente a la plaza estaba la Escuela Gabriela Mistral número 72, la que surgió el 11 de mayo de 1959. No obstante, desde antes de esa fecha, dos profesoras ya realizaban clases en lo que hoy es una sede de la Biblioteca Municipal de Concepción.

El recinto fue edificado en un terreno cedido a comodato y financiado por el Rotary Club. Con los años cambió su nombre, primero a Escuela F-550, y en 1985, a Escuela Obdulia Jiménez F-550, en honor a la doctora y dama rotaria.

La matrícula original fue de 400 estudiantes y tras el terremoto de 1960 subió a 700. Su primera directora fue Nilda Barrientos, quien inició clases en el establecimiento original junto a su colega, Alicia Mundaca. Otros maestros fueron Esmeli Vega, Edita Revello, Luisa Salas, Cristina Couchó y Hugo Arévalo, este último conocido folclorista. El recinto es recordado porque, pese a que solo se impartían clases hasta octavo básico, estableció las bases para que muchos de sus estudiantes fueran destacados profesionales.

Además, la escuela fue un centro comunitario que unió generaciones de familias del sector, compuestas hasta por ocho hijos, las que recibían apoyo, incluso en la alimentación, por medio de los beneficios de desayuno y almuerzo.

La escuela fue cerrada durante la administración de la alcaldesa Jacqueline van Rysselberghe y su última directora fue Georgina Cabezas. El edificio se mantiene, ya que a los Rotarios se les entregó los terrenos en concesión por 90 años. Hoy, una parte la utiliza la junta de vecinos y otra sección el deportivo. El otrora patio es hoy un lugar donde algunas vecinas lo han convertido en un pequeño huerto urbano y mantienen un invernadero que les sirve de actividad y esparcimiento.

Vida comunitaria

Otra institución de la población es el Club Deportivo 6 de Mayo, el que se creó el mismo año que la población. Su nombre alude a una importante cantidad de vecinos trasladados desde el sector Andalién a vivir al sector después de la inundación del río, ocurrida el 6 de mayo de 1953.

En la actualidad, el deportivo mantiene ocho ligas: pibe, infantil, juvenil, tercera, segunda, senior, súper senior y primera. Usan vestimenta similar a la de Universidad Católica.

También está la capilla "La Purísima Concepción", que partió con la venta de un sitio que pertenecía a la panadería Santa Rosa. Fue en esa época que llegaron monjas misioneras francesas y se recuerda en particular a la hermana María José de Villet, la que realizaba un importante trabajo social, y quien junto con vecinos asistía a evangelizar a reos de la cárcel.

De igual manera, la vida social en Gabriela Mistral era muy activa. Los vecinos más antiguos recuerdan los paseos al río Biobío durante cálidos días en los que se bañaban en un canal alimentado por el agua del río. El canal era para el regadío de chacras.

Asimismo, en la plaza se organizaban fiestas y celebraciones para Navidad y Año Nuevo, así como unos recordados carnavales realizados durante la primavera para celebrar el aniversario de la población.

En la actualidad quedan pocos "colonos" originales. Suazo, Ojeda y Salazar, son apellidos que se recuerdan en una población que se gestó alrededor de una escuela y una plaza, y que lleva orgullosa el nombre de la única chilena ganadora de un Nobel.