Villa Juan Riquelme: un barrio de origen forestal
Su nombre viene del ex alcalde de Concepción, Juan Riquelme Garay, quien trabajó muy cercanamente con la gente del sector en la década de 1950.
Los primeros colonos del sector, son trabajadores forestales, quienes levantaron a comienzos de la década de 1950 un campamento a orillas de la carretera, camino que sólo era de tierra y donde el bus pasaba solo en la mañana y en la tarde. Posteriormente, les autorizaron traer a sus familias, llegando así esposas e hijos a vivir en el campamento. De esta manera se fueron tomando algunos terrenos por toda la orilla del camino. Así es como el antiguo fundo Chanco, primero propiedad de la forestal Bío Bío, después de Celco, y ahora de Arauco, da paso al sector del ex peaje de Chaimávida conocido hoy como villa Juan Riquelme.
El antiguo peaje estaba ubicado primeramente en el sector de cruce entre el camino a Cabrero y Florida, ese lugar se llama Chaimávida y al peaje lo traen acá en la década de 1980, comenzando los trabajos para su traslado a fines de 1977 a 1978. Esta situación de tener un peaje justo al lado de la población, crea un problema para sus habitantes, donde muchos de ellos para pasar a sus hogares deben pagar a diario, lo que genera una serie de triquiñuelas para evitar el pago, entre las anécdotas rescatadas por sus habitantes, están las de un vecino, que para poder pasar su auto sin pagar por el peaje lo subió a una carreta con bueyes, o el uso del camino a Hualqui que conecta el sector y sale a la altura del Puente 1, incluso tenían una ruta entre vecinos por un antiguo clandestino para pasar por dentro de los sitios y evitar el pago a diario, que en ese tiempo era caro y con la escasez de recursos era un pago que resentía la economía de los pobladores.
Crecimiento
Al comienzo, cuando se puebla la villa, había casas solamente por el lado de la carretera. A medida que fue creciendo la población y se fueron formando nuevas familias, aumenta la construcción de viviendas. La calle que separaba las construcciones era de tierra y en invierno se convertía en un lodazal. Poco a poco los vecinos le compran paños de terreno a la forestal y el sector comienza a crecer mayormente hacia el cerro, creando los pasajes hoy existentes. Organizados a través de su junta de vecinos llevan a cabo conversaciones con la forestal para poder expandir el lugar y contar con espacio para sus necesidades, logrando adquirir 7 hectáreas que les permitió hacer crecer el asentamiento y mejorar en algo sus condiciones de vida.
Fueron 20 las primeras familias que llegaron a vivir al lugar. Hoy en día, Juan Riquelme, cuenta con más de 250 familias viviendo en la villa. Su nombre viene del ex alcalde de Concepción, Juan Riquelme Garay, quien trabajó muy cercanamente con la gente del sector en la década de 1950, por eso los vecinos de la época le pusieron su nombre a la población.
Las personas que forman este lugar partieron dependiendo del trabajo forestal, algunos de ellos aún lo hacen, pero el resto trabaja en oficios como leñateros, además, en el sector aún funciona una fábrica de ladrillos que da trabajo a los vecinos, donde se produce ladrillo fiscal, princesa y tejuelas. Muchos otros habitantes, buscan actividades que les permitan generar ingresos, ya sea en el comercio de Concepción o como asesoras del hogar, también hay quienes trabajan desde su casa cocinando humitas, pasteles de choclo, empanadas, pan amasado y con chicharrones, productos que después venden y que con los años tienen clientela.
Educación y salud
La población cuenta con dos escuelas básicas, una ubicada en Agua de la Gloria y la otra en Chanco chico, la enseñanza media se cursa en Concepción, lo que genera un cambio, ya que mientras estudian en la villa mantienen una inocencia que surge de la familiaridad con que crecen en un ambiente rural y rodeado por la naturaleza, a la vista de todos los vecinos, cosa que se va perdiendo cuando los niños comienzan a viajar a Concepción y adoptan otras rutinas. Hay un jardín infantil, reconocido por Junji y que funciona en la sede comunitaria.
En cuanto a la atención primaria de salud, los vecinos deben atenderse en el CesfamVíctor Manuel Fernández, y en sus cercanías poseen un Cecof.
La población posee agua potable que obtienen de una puntera que se surte de la cuenca ubicada en el cerro cercano, y que llega a la planta de tratamiento que distribuye finalmente al sector. Luz eléctrica y alumbrado público poseen desde un tiempo, en cuanto a televisión, por la ubicación retirada del lugar solo pueden acceder a televisión satelital. En cuanto al alcantarillado, este ha sido un proceso mucho más largo y en el cual la junta de vecinos está trabajando desde un buen tiempo. Es un tema anhelado, ya que afecta la calidad de vida desde lo sanitario. Hoy ya están en el trabajo de ingeniería y cuentan con la aprobación del Servicio de Salud, a la espera que se desarrollen las obras, las que traen consigo la pavimentación de los pasajes y la instalación de soleras, que en invierno corren con agua y barro en el sector, y con ello poco a poco volver su vida más digna.
La población ha estado expuesta a situaciones extremas. En verano, con climas extremos, el riesgo de incendios que los pueden alcanzar rápidamente, como fue el caso del incendio de 2017 que partió en Hualqui y que en poco tiempo los cercó y puso a la villa en peligro. Y, por otro lado, en invierno, producto de la erosión del suelo en los mismos cerros, corren el riesgo de aluviones cuando el mal tiempo arrecia y se han visto inundados y con el agua al cuello. Hoy cuentan con un comité de prevención de incendios, que surge producto del incendio de 2017, para evitar que un posible siniestro arrase con el sector, el que se caracteriza por autoconstrucción ligera.
El deporte es importante para la villa y sus pobladores, hoy cuentan con una moderna cancha de fútbol y una Asociación Deportiva de Liga Rural, además del club deportivo Juan Riquelme, donde juegan en canchas de los distintos sectores, y en la asociación cuentan con 6 clubes deportivos afiliados entre los cuales realizan campeonatos y cuentan con 7 series.
Alejandro Mihovilovich, Profesor de Historia, Director de Extensión Biblioteca Municipal de Concepción