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Aumento de nubosidad nocturna es una amenaza para astronomía

La contaminación lumínica es otro factor que atenta con la astronomía profesional y aficionada en Antofagasta.
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Rodrigo Ramos B.

Hace unas semanas, en el marco de una actividad de Sernatur en la Mano del Desierto, el reconocido astrofotógrafo y operador de la agencia Chango Tour, Pedro Pablo Fuentealba, advirtió que ha notado un cambio en los últimos tres años, en los cielos nocturnos cercanos a la Mano del Desierto, ubicada a 75 km al sur de Antofagasta. Fuentealba lleva varios años captando las estrellas en sus cámaras fotográficas. "En el último tiempo, hay ocasiones en que el cielo está más nublado y no se pueden apreciar las estrellas. Personalmente achaco esta situación al cambio climático", aseveró en la oportunidad.

La situación no ha pasado desapercibida por los astrónomos del Centro de Astronomía de la Universidad de Antofagasta, Christian Nitschelm y Eduardo Unda-Sanzana. A juicio de Nitschelm, en los últimos diez años se puede destacar dos tipos de aumento de la capa nubosa. "El primero es encima de la ciudad de Antofagasta con acumulación de las nubes de la costa, anteriormente más presentes en el norte de la ciudad, pero menos en el sur. Ahora, en cambio, tienden a estar más presentes en el sur, especialmente durante la tarde, y con cielo más cubierto de noche. Así, tenemos menos noches despejadas en 2021-2022, que hace diez años", precisó.

Y agregó que un segundo tipo de aumento de la capa nubosa, es que alrededor de Antofagasta y más allá, en 2021-2022, hubo más alta frecuencia de nubes de media altura (alrededor de 4000 metros de altura) o de alta altura (alrededor de 10,000 metros), especialmente durante ciertas estaciones.

"Estamos perdiendo más noches de observación ahora, que diez años atrás. Otro problema viene del régimen del viento entre día y noche, lo cual cambió claramente entre diez años atrás y ahora, lo que ocasiona también complicaciones para la observación astronómica (en promedio, el viento es más fuerte durante la noche ahora, que antes", dijo.

Aclaró que no es posible de estar seguro que estas mutaciones provengan realmente del cambio climático. "Un estudio científico con un protocolo establecido por especialistas del clima y de la meteorología debería ser utilizado para confirmar dicha idea", aclaró.

Contaminantes

Eduardo Unda-Sanzana, en tanto, dijo que "los cielos aún están bien, pero decir esto resume solamente mirar la imagen estática del estado de los cielos y no prestar atención a cómo estas condiciones han ido cambiando. Ese cambio en las condiciones en los últimos 25 años es alarmante y aún no ha surgido un mecanismo claro que le ponga freno a la explosión de nuevas fuentes contaminantes. Desde la Región de Antofagasta lideramos en 2019 el cambio de la Ley de Medio Ambiente, de modo que el control de esta contaminación sea más riguroso desde la fase en que haya que pedir permisos para instalar una nueva faena industrial, pero aún está por verse si la aplicación de este cambio dará frutos", afirmó.

Sostuvo que lo anterior no tendrá efectos, por ejemplo, en la contaminación ya existente ni en la que emitan las ciudades, de modo que es un cambio importante pero que no soluciona todo el problema. "La solución puede venir de insertar esta protección a un nivel más profundo, y es por ello que hemos propuesto una iniciativa de norma constitucional que aborda las posibles contaminaciones de la atmósfera, explícitamente incluyendo la lumínica, a fin de cuidar la calidad de vida de los seres humanos y la salud de los ecosistemas, a la vez que la calidad del cielo para realizar actividades astronómicas. Espero que por alguna de estas vías, pero ciertamente contando con el apoyo de la comunidad, finalmente podremos afirmar con convicción que la protección de estos cielos privilegiados a nivel mundial se proyecta de manera robusta hacia el futuro", indicó.

luminarias

Para Christian Nitschelm durante los últimos años, la contaminación lumínica creció de manera significativa encima de la ciudad de Antofagasta, con miles de nuevas luminarias, debido a la apertura de nuevas calles, en conexión con la construcción de nuevos edificios; sin olvidar, los nuevos carteles de publicidad que instalan en la costanera y el desarrollo industrial en el sector de La Negra.

"Eso afecta la calidad de la observación astronómica, que sea profesional desde el Observatorio Paranal o desde el Observatorio Ckoirama, o aficionada, desde el Mirador Caleta el Cobre o desde La Mano del Desierto. Eso se nota especialmente en la luminancia del cielo nocturno en la dirección de Antofagasta o La Negra, debido al crecimiento de los halos luminosos correspondientes", aseveró.

"Hoy en día una astrofotografía se puede ver fácilmente arruinada simplemente por un vehículo que, siguiendo el trazado existente, se aproxime a la escultura, ya que éste le lleva a apuntar las luces en dirección de quienes pueden estar capturando una imagen astronómica", puntualizó.

Agregó que a un nivel más general, la normativa que aspira a controlar la contaminación lumínica se está fortaleciendo gradualmente en Chile, "pero echo de menos un rol más proactivo de la Región de Antofagasta en esta materia de modo que, más allá de las regulaciones, el cuidado del cielo sea un estilo regional, por el cual esta zona se haga conocida".

"Las empresas mineras podrían voluntariamente desarrollar similares diseños avanzados de iluminación de sus faenas, nuevamente con emisión cero hacia el cielo".

Eduardo Unda-Sanzana, director CITEVA

operadores turísticos subrayan menos noches despejadas en cercanías de la mano del desierto.