Diego Gotelli C.

Varios estruendos sucesivos alertaron la noche del martes a los vecinos de calle Andes con General Horacio Toro, en Peñalolén. Aunque algunos lo asociaron a los habituales fuegos de artificio que se detonan en la zona, otros al asomarse a la calle descubrieron que fue otro el origen, pues frente a sus casas yacían tres jóvenes ensangrentados en la vereda.

Segundos antes, los tres habían sido baleados tras una discusión que mantuvieron con un automovilista.

Según la investigación, las víctimas, que eran familiares, conversaban fuera del hogar de uno de ellos cuando vieron pasar al conductor, quien habría ido a exceso de velocidad. Esto habría molestado a los dos primos y un cuñado, quienes lo emplazaron. Testigos afirman que lo instaron a tener cuidado por la presencia de niños en el sector.

La respuesta del conductor hasta ayer era un misterio. Lo que sí sabía la policía es que tras la acción de los parientes el conductor del vehículo retrocedió, sacó un arma y les disparó una cantidad indeterminada de tiros. Se indagaba si entre medio hubo pelea.

Choque

Las víctimas malheridas fueron auxiliadas por otros familiares, quienes los trasladaron al Hospital Luis Tisné con tanta prisa que en el trayecto chocaron contra una reja del bandejón de avenida Las Torres con Central.

Auxiliados por personal del hospital cercano al lugar del accidente, los jóvenes de 18, 19 y 20 años fueron llevados a urgencia. Pero era tarde. Uno llegó fallecido y los otros dos murieron al poco tiempo.

"Este país está fracasando en el control de las armas", lamentó la alcaldesa Carolina Leitao, quien recalcó que hace meses viene alertando un aumento de la violencia en los hechos delictuales.

El autor del tiroteo se fugó y la Policía de Investigaciones trabajaba en hallarlo. Algo que podría estar cerca de concretarse pues ayer por la tarde se entregó un acompañante del tirador, quien iba con él en el auto al momento del ataque. La Fiscalía dijo que declaró en calidad de testigo.

El Juzgado de Garantía de Coronel decretó ayer la medida cautelar de prisión preventiva para un carabinero de 26 años de edad, imputado por el Ministerio Público como autor de los delitos consumados de homicidio y lesiones menos graves. Ilícitos cometidos el 26 de noviembre pasado, en esa comuna.

En la audiencia de formalización, el magistrado Josué Martínez Pinto ordenó el ingreso del imputado a la unidad penal que estime Gendarmería, por considerar que la libertad del imputado constituye un peligro para la seguridad de la sociedad, en atención a la gravedad de los delitos y la pena que arriesga. Además, fijó un plazo de investigación de tres meses.

"Se dictó la prisión preventiva, porque se trata de un delito de homicidio, con pena de crimen, además de tener en cuenta la naturaleza del bien jurídico protegido como la vida de un adolescente, considerando además que el imputado sabiendo la forma en que operan los procedimientos policiales no realizó ninguna diligencia tendiente a ayudar en el esclarecimiento de los hechos", explicó el juez Martínez.

Según el ente persecutor, antes de la medianoche del 26 de noviembre de 2021, en el sector Yobilo, en Coronel, el imputado disparó con arma de fuego en contra del adolescente B.A.A.G., causándole lesiones por impacto balístico en la cabeza. Debido a la misma acción, provocó herida en brazo a una segunda persona.

A un año y medio del crimen, el Tribunal Oral en Lo Penal de Linares sentenció ayer a presidio perpetuo simple al exteniente de Carabineros Gary Valenzuela, condenado por el delito de femicidio consumado contra la carabinera Norma Vásquez.

En su condena el tribunal acreditó que Valenzuela asesinó a la víctima, de 20 años, en un motel y luego ocultó y abandonó su cuerpo en el maletero de un auto hallado en Linares el 22 de agosto del 2020. Según se dijo en el alegato de clausura, ambos mantuvieron una relación cuando pertenecían a la institución policial, pero que terminó un mes antes del crimen por una denuncia de violación hacia la mujer.

El condenado, que se había ocultado en Yumbel (Región del Biobío) además deberá pagar $200 millones a la familia de la víctima como acción reparatoria.