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En Hualpén y el Puerto votaron hasta más tarde

La lentitud del proceso en algunos locales hizo que la votación fuera hasta pasadas las 19 horas.
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Manuel Muñoz González

No fueron pocos los que ayer dejaron la participaron electoral para última hora, lo que obligó a que el cierre de mesas y locales se extendiera más allá de las 18 horas, horario establecido inicialmente para sufragar.

Sin embargo, hubo locales en que a la hora de cierre aún había electores esperando para votar.

Ante ello, el Servel lo dejó clarito: "Las mesas cierran solo a las 18:00 horas, siempre que no hubiere algún elector que deseare votar haciendo fila al interior o exterior del local. Si hubiere electores con intención de sufragar, la mesa deberá recibir el sufragio de todos ellos antes de proceder con el cierre", aclararon en sus redes sociales, lo que impidió el cierre de mesas ante la presencia de votantes pasado el horario.

Pasó, por ejemplo, en la Escuela Villa Independencia de Talcahuano, donde a las seis de la tarde aún había personas esperando ingresar. Ante ello, los encargados de local permitieron le ingreso de quienes a esa hora esperaban, sin mayores dramas.

Donde se prolongó más el proceso fue en las afueras del Liceo Pedro del Río Zañartu de Hualpén, donde a las 18 horas aún había largas filas en las afueras para poder emitir su sufragio.

Ello hizo que las votaciones se prolongaran hasta las 19 horas, tras lo cual se procedió al cierre de mesas e inicio del largo conteo de votos.

tacos y atraso

Pasar diariamente por el cruce de la línea férrea en el sector de Las Higueras o en el cruce de Los Cóndores, ambos en Talcahuano, no presenta mayores inconvenientes incluso durante los días de semana. Pero ayer, a eso de las 17 horas, hubo que armarse de paciencia, ante la masiva presencia de personas en las calles, producto del proceso eleccionario.

"Yo me metí por unos pasajes, porque había taco por todos lados, y acá nunca pasa. Aún así me demoré como 20 minutos en salir del sector", cuenta Alejandro Romero, quien ayer llegó a votar al Colegio Los Cóndores pasada las 16 horas.

Otro votante al que le tocó sufragar en el Liceo Industrial de la comuna, también se demoró más de veinte minutos en poder tomar la pista de Colón desde calle Desiderio García. "No pensé que iba haber tanto taco", comentó Eduardo Ramírez, quien antes votaba en Las Salinas, pero que ahora fue cambiado a ese establecimiento.

Al margen de ello, en la comuna puerto no se generaron mayores inconvenientes, es más, la participación ciudadana comenzó desde temprano, cerrando la mayoría de las mesas a la hora establecida, las 18 horas.

"Acá recibimos al último votante a las 18.20, así que a las 18.40 comenzamos con el conteo", comentó Andrés, vocal de mesa en el Liceo Las Salinas de Talcahuano, agradeciendo que la gente haya concurrido a buena hora para no demorar el posterior y largo proceso de conteo de votos, ya que por la cantidad de sufragios se sabía que demoraría más de lo normal.

"La gente vino tarde acá, el problema es para los vocales, que van a terminar súper tarde".

Jorge Muñoz, votante hualpenino.

Locatarios de Lenga y de Tumbes esperaban una mayor afluencia

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Como ya es una tradición cada vez que se producen elecciones, muchos optan por visitar los restaurantes de Lenga en Hualpén o de Tumbes en Talcahuano, para pasar el sresto del día.

Pero ayer, pese a que el día invitaba, la afluencia de público no fue la que esperaban los loctarios.

En Tumbes, por ejemplo, asumieron que la presencia de visitantes fue incluso menos a un domingo cualquiera. "No fue como un día domingo normal, fue lento y el público comenó a llegar recién pasadas las 14 horas, cuando lo normal es que lleguen un día como hoy a las 11 de la mañana", expresó Ericka Cerna González, del restaurante Kika's Caleta Tumbes.

En Lenga, por su parte, si bien hubo una mayor concurrencia que el resto de la semana, tampoco pasó de ser un domingo normal.

"Se vio más gente en la playa, pero las ventas estuvieron igual que cualquier domingo, al menos no bajaron", contó Carlos Araya, quien vende empanadas de mariscos y de queso afuera de su casa en la avenida principal.