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Unidad de Urgencias: puerta de entrada de los pacientes covid

Josefina Castillo, supervisora del área en el Hospital Regional, explica cómo ha sido el trabajo estos dos años.
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Karen Loreto Retamal

Han sido dos años intensos, que tuvieron su punto de inicio con el estallido social y se recrudecieron con la pandemia. En estos ya 25 meses convulsionados, Josefina Castillo, quien es enfermera y supervisora de Urgencias del Hospital Guillermo Grant Benavente de Concepción, cuyo trabajo lo define en equipo, vital para ser testigo en primera persona desde afectados por trauma ocular hasta familiares internados en la UCI por covid-19.

"He trabajado desde el estallido social sin parar", confiesa,manifestando que también es "trabajólica". "Nosotros somos la puerta de entrada, recibimos a los primeros pacientes. En la unidad tuvimos que hacer muchos cambios producto de la pandemia. Ha sido bien caótico y ahora está un poco más estable, aunque han aumentado los casos, sobre todo en aquellos que no están vacunados", añade.

TRabajo en equipo

Hace cinco años que Josefina (29) llegó a trabajar a Urgencias del hospital, adquiriendo el cargo de supervisora justo para el estallido social. Para esa fecha, recuerda, "hubo muchos accidentados, traumas oculares. Por lo que cuando asumí, fue un cambio drástico, pero fue un desafío profesional. Igual el equipo de la unidad lo integran funcionarios que siempre han estado comprometidos con su trabajo. Siempre he dicho que una jefatura no puede ser si no tiene un buen equipo. Quiero destacar que los funcionarios se portaron un siete. En esa época tuvieron que tener cambios de jornadas por la seguridad de ellos. Y cuando partió la pandemia, fueron muy comprometidos".

De una Urgencias con diferentes afecciones, en marzo de 2020 hubo un cambio radical. "Estábamos pensando que íbamos a descansar un poco tras el estallido. Estuvimos en enero y en febrero ya nos presentábamos a la pandemia, que fue un cambio mucho mayor", expresa.

En ese sentido, explica que el uso de las dependencias de la unidad debieron ser modificadas. Se crearon accesos específicos para covid y también hubo cambios para los funcionarios. "Tuvimos que empezar a usar mascarillas permanentemente KN25. Además, el tipo de paciente era distinto. Antes venía un paciente por una familia, pero en época de pandemia era la familia completa: papá, mamá, hija. Estaban todos hospitalizados en la unidad. Entonces, era distinto y complejiza más. Había una carga emocional para los funcionarios".

En estos meses, sobre todo los más duros, tuvieron pacientes UCI que debían ser trasladados rápidamente de unidad, así como otros que tenían patologías más complejas. Una carga emocional potente, considerando que -debido a su rol en la unidad- debe estar 24/7. Ella, dice, siempre ha estado pendiente de lo que sucede en el Hospital, incluso en sus descansos. "Me llamaban cuando salían las notificaciones de que habían casos positivas en la unidad, que gracias a Dios, fueron muy pocos. Nos salían pacientes positivos que no venían por covid, sino que por otras cosas, como apendicitis. Le tomabas el test de resguardo y salían positivos. Teníamos que hacer todo un trabajo. Fue bien complejo, pero tuve el apoyo de mi familia y de los funcionarios que fueron muy comprometidos".

Así como Josefina Castillo pelea por aplacar el virus en otras personas, también ha tenido que lidiar con el evitar contagiarse y contagiar a su núcleo familiar. "Tratas de cuidarte de los brotes, para no contagiarte tú, ni llevarlo a la familia. Había muchas dinámicas, como sacarte la ropa de una manera especial. Algunos se fueron a vivir con amigos, si tenían familiares adultos mayores, sobre todo al principio, que se desconocía a lo que nos enfrentábamos", cuenta, añadiendo que ella se fue a vivir a un departamento sola para evitar contagiar a su mamá. "Fueron cambios profundos tanto en la unidad como a nivel familiar", sostiene.

"A pesar de todo, la unidad supo responder a los requerimientos que podíamos entregar", comenta.

El área también vivió momentos críticos. De éstos, Josefina recuerda cuando había dos pacientes. "Uno estaba muy grave y falleció. Y su hijo estaba en la misma zona. Tú trabajas de generar ese encuentro humano. A veces morían los pacientes y sus familiares no se podían acercar. Era fuerte".

Los otros

Como Unidad de Urgencias, el área, recibía pacientes covid y no covid. No obstante, Josefina Castillo explica que se trató a todos como si tuvieran el virus. "A diferencia de una UCI, nosotros no sabíamos si lo tenían. Muchos venían por una cosa y terminaban teniendo covid. Entonces, se tomó la formativa de que en la unidad todos estábamos con mascarillas, desde el principio y a todo paciente se le atendía como covid hasta no tener el resultado negativo", indica.

En ese escenario, el área tuvo que recibir a los "otros pacientes". La enfermera señala que se registraron muchas personas descompensadas debido a que no pudieron seguir sus tratamientos. "Como no había control en las APS, entonces el paciente se descompensaba porque no había control del crónico. Hubo muchos infartos también. Eso fue lo que más primó en la unidad", detalla.

Valorar

Hoy mira hacia atrás y saca lecciones positivas, pese a lo oscuro que se tornaron algunos días. "La pandemia a todos nos movió el piso para valorar los buenos momentos con la familia y también el trabajo en equipo".

Además, la unidad no puede parar de recibir pacinetes y darle la debida asistencia. "Nunca podemos bajar la guardia con ningún paciente", dice.

"Nosotros somos la puerta de entrada, recibimos a los primeros pacientes".

Josefina Castillo,, supervisora Urgencias HRGGB