Barrio Estación: trenes ayer, hoy y mañana
Pese a sufrir una decena de cambios a lo largo de su historia, si hay algo que no cambia en este sector de la ciudad es su relación con los ferrocarriles. En la actualidad se busca potenciar aún más este medio de transporte con el Biotren.
Hacia la década de 1850, Chile inicia un proceso ferroviario, instalando líneas de Santiago a Valparaíso y Santiago al Sur. A través de la línea central que llega hasta Chillán, se extiende en 1874 a Concepción, ocupando la ribera norte del Bío Bío como solución al embancamiento de este curso de agua, que dificultaba la navegación y extracción de los productos agrícolas del centro del territorio.
La instalación de una estación de ferrocarriles en Concepción, vino a solucionar otro problema, el ingreso de las arenas del río hacia el sector poblado producto del viento. La colocación de la línea y el patio de maniobras dieron origen a lo que hoy llamamos "La Pera". La posterior estación de Chepe, luego de la construcción en 1890 del puente ferroviario, vino a ubicar en el sector la actividad de bodegas, venta de pasajes y encomiendas. Lugar que en la época, debido al uso del carbón de las locomotoras y a la contaminación que esto ejecutaba, la gente denominaba como "barrio negro".
Alrededor de la estación, como lugar más cercano para las movilizaciones, aparece primero el regimiento y los hoteles "Unión" y posteriormente el "Cecil", y una cantidad de locales comerciales, que traen como consecuencia una bullente vida ferroviaria tanto en el transporte de público, como de carga.
Cabe mencionar, que en el Siglo XIX, un viaje a Santiago en la manera tradicional en coche o a caballo, demoraba una semana o algo más. La incorporación del ferrocarril, transformó esto en menos de doce horas.
Otro punto importante, fue la conexión con el sur de Chile, primero con la ruta del carbón en Lota y Curanilahue. El carbón era un producto de vital importancia para mover maquinarias, barcos, y el mismo ferrocarril. Y luego, la ruta al sur, con la inauguración del viaducto del Malleco, que permitió drenar a través de este medio los campos trigueros de la Araucanía, que exportaban por los puertos de Talcahuano, Tomé, Lota y Coronel, en los cuales se instalaron además una serie de molinos para la elaboración del trigo.
La edificación de la antigua estación frente a calle Comercio, actual Barros Arana, vino a generar desde el punto de vista urbanístico, una conexión inmediata, que a partir de la Plaza de Armas, y luego de recorrer algunas cuadras conectaba con este punto de entrada a la ciudad.
El incendio y destrucción, tanto del antiguo regimiento y como del Hotel "Unión", dio el estímulo a la Municipalidad para dejar estos sitios vacuos y destinarlos a una plaza, que hoy lleva el nombre de "Plaza España Isabel La Católica", la cual vino a generar un espacio lúdico para los pasajeros y habitantes, que entraban y salían de Concepción.
Esta plaza se convirtió en el punto de partida de los "carros de sangre" que recorrían y conectaban desde allí al resto de la ciudad. La ruta comenzaba desde la tornamesa de Agua de las Niñas, que entraba a Concepción desde el camino a Chiguayante, avanzando por Avenida Pedro de Valdivia, llegando frente a la Estación e internándose por calle Barros Arana hasta Collao, para terminar en la antigua tornamesa que existía en la Escuela Agrícola de Concepción, hoy Universidad del Bío Bío.
Luego de la inauguración de los tranvías eléctricos en 1908, se trazó la línea a Talcahuano a través de una vía que, saliendo por calle Caupolicán, conectaba con la hoy conocida Avenida de "Los Carros" y recorría 15 kilómetros hasta llegar al centro de la ciudad puerto.
El barrio Estación tuvo una fuerte actividad de restaurantes, bares y otras instalaciones para el servicio de los viajeros, así como actividades comerciales y culturales que desarrolló la ciudad durante el Siglo XIX y la mitad del Siglo XX. Esto, hasta la llegada de otros tipos de medios de transporte como los buses, camiones y aeropuerto, que ocuparon otras vías distintas a la ferroviaria.
El terremoto de 1939 ocasionó la destrucción de la antigua estación, que era una postal de entrada a la ciudad vía ferrocarril. Hacia la década de 1940 se renueva este lugar con un nuevo edificio de líneas modernas, que dura en parte hasta el terremoto de 2010, para luego incorporar el edificio al nuevo barrio cívico de Concepción, el cual comienza desde 2006 a renovar el área de la ribera norte del Bío Bío, para posteriormente trasladar la Intendencia y el Gobierno Regional al lugar, junto a otras dependencias administrativas.
En 1994 se presentó el "Plan de Recuperación de la Ribera Norte del Biobío", que buscaba acercar la ciudad al río. Después de la remodelación de calle Prat a comienzos de la década de 1990, y con la disminución del uso del tren, el espacio cambió y se tornó en un punto para la bohemia penquista, donde se volvieron a concentrar bares y pubs, albergando gran parte de la vida nocturna de Concepción.
En el 2000, se desplazó la vía férrea hacía el río, y se construyó una estación provisoria para la operación del naciente servicio ferroviario urbano del Biotrén y trenes locales.
La llegada de la intendencia al ex edificio de ferrocarriles en 2007 marca el inicio del barrio cívico en el lugar, lo que vuelve a incorporar esta zona como punto relevante de la ciudad.
Hoy Concepción añora la construcción de una nueva estación ferroviaria, que venga a resaltar la importancia histórica de nuestra ciudad. Así como recuperar la llegada y salida de trenes hacia Santiago y el sur de Chile, como lo fue durante los siglos anteriores, y con ello incorporarse a un nuevo sistema ferroviario más rápido, ágil y eficiente, como se da en las grandes ciudades del mundo. Concepción se lo merece.
Alejandro Mihovilovich, Profesor de Historia, Director de Extensión Biblioteca Municipal de Concepción