Fin del toque de queda no ayudó al repunte en los moteles penquistas
Administradores aseguran que tras salir de cuarentena se generó un real crecimiento en cuanto a la ocupación de los moteles locales.
Poco más de una semana ha pasado desde el fin del toque de queda y en varios sectores productivos, el termino de la medida ha tenido un efecto positivo.
En ese sentido, y pese a lo que se podría creer, los empresarios moteleros, aseguraron que la cantidad de pasajeros que han llegado hasta sus instalaciones no ha variado significativamente en los últimos días, a diferencia de lo que ocurrió tras el fin de las cuarentenas.
Mauricio Dagnino, gerente del motel El Parque dijo que para él es "exactamente la misma cantidad de gente la que viene, porque con el toque de queda la gente igual sabía que casi no había controles, entonces venían igual".
De todas formas señaló que la demanda de la empresa "logró los mismos estándares que cuando estábamos bastante bien. Post cuarentena aumentamos un 15% ó 20% de la demanda", lo que se acerca a los niveles de ocupación que tenían en El Parque antes del Estallido Social hace dos años.
En el motel Manquimávida de Chiguayante, el administrador del recinto Alain Pomeri concordó con su par de El Parque, manifestando que "no ha habido ninguna diferencia", desde el fin del toque de queda.
Detalló que "este es un negocio muy variable, donde a veces te llenas un lunes, otras veces un jueves , es un negocio que varía mucho y en ocasiones impredecible".
De igual forma detalló que de las 16 cabañas con las que cuenta el recinto, su ocupación habitual ronda el 80%, destacando que "ha ido repuntando el negocio de a poco".
Control y protocolo
Los empresarios señalaron que desde el inicio de la pandemia, los protocolos para el funcionamiento de los moteles ha sido bastante estricto. En esa línea aseguraron que el uso de mascarillas, guantes y una constante sanitización es parte de los procesos de control que llevan a cabo en cada una de las habitaciones de los recintos.
"Les pedimos una declaración a los clientes, en donde declaran su estado de salud, que es lo que nos pide la Seremi para hacer la trazabilidad; las cabañas son sanitizadas cuando el cliente se va, haciendo un aseo completo y después se vuelve a sanitizar. Es como un doble sanitizado que hemos implementado", aseguró.
El gerente del motel El Parque, Mauricio Dagnino agregó que las exigencias para ingresar al recinto son las básicas, tales como toma de temperatura, añadiendo que como "empresa estamos obligados entre comillas a pedir los papeles que correspondan".
Es en ese punto donde manifiesta ciertas complicaciones, ya que explicó que "no tenemos las facultades como Carabineros o el Servicio de Salud a exigir la documentación, entonces si el cliente no quiere mostrarnos el pase de movilidad, no puedo negarle la entrada. Nosotros por Ley no somos fiscalizadores", reitera.
En sentido puntualiza que estos casos son informados a la autoridad respectiva, siendo la única acción posible por parte de ellos.
Por lo mismo Dagnino solicitó a la autoridad realizar una revisión de los protocolos para el rubro hotelero, y así otorgarles alguna otra opción que les permita resguardarse ante clientes que se nieguen a exhibir su pase de movilidad.
Recordemos que solo personal de los diferentes servicios donde se debe escanear el código QR para controlar el acceso de personas a lugares o actividades que requieran pase de movilidad habilitado, tales como en los estadios, tiene facultades para exigir la presentación del respectivo pase de movilidad.
1 de octubre. Desde ese día ya no hay toque de queda en todo el territorio nacional.
80 por ciento de su capacidad de ocupación promedia el uso del motel Manquimávida.