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Capos volantineros revelan los mejores sitios para encumbrar

Volantineros además llamaron a mantener viva la tradición entre los penquistas y que no sea solo un pasatiempo en las Fiestas Patrias.
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Mario Vera Sepúlveda

La desembocadura en Hualpén, las playas como Lenga, Ramuntcho, Chome, o el Parque Ribera Biobío son algunos de los sectores predilectos por los habitantes del Gran Concepción para ir a pasar una tarde en familia y disfrutar elevando volantines.

Así lo reconoce Gustavo Berrios, hombre que lleva más de 40 años confeccionando volantines en Talcahuano.

"La gente lo que busca es poder elevar volantines de forma libre, eso es lo primero que se debe tener en cuenta y entonces muchos se van a Penco, a Lenga a las playas principalmente".

Añadió que también muchos se detienen en la Ruta Interportuaria para encontrar algún sitio en el cual elevar volantines.

Su esposa, Míriam Garcés, con quien mantiene viva la tradición de la confección de cometas, volantines, y otros, agrega a la discusión sitios tales como las canchas de 4 Esquinas, también en las lagunas de la zona, como Laguna Redonda, Lo Galindo y otras, donde sigue primando la necesidad de espacio para elevar volantines.

Matías Maldonado de "Volantines Lunita Curier", dice que la Universidad de Concepción al tener amplias áreas verdes y no existen tantos cables del alumbrado público donde puedan chocar los volantines es un buen lugar.

Finalmente este experto dice que para los sampedrinos, la Laguna San Pedro es un buen lugar para encumbrar cometas, aunque hay que tener cuidado con la fuerza del viento, ya que por ser un lugar muy abierto, este tiende a ser muy fuerte.

Dar vuelo al volantín

Berrios contó que en esta época la venta de volantines ha sido mucho mejor que en años anteriores, "he vendido los cerca de 5 mil volantines que hago y eso que aún quedan días de fiesta", comentó.

De igual forma dice que le gustaría que en la zona no se eleven volantines exclusivamente para Fiestas Patrias, sino que sea algo constante en el tiempo, tal como se hace en Santiago con diversos clubes.

En esa línea Maldonado aseguró que junto a un grupo de amigos están buscando constituir un club de volatineros, encontrándose en la etapa de gestión de permisos.

Consejos

Los expertos señalaron que todo el juego comienza con la preparación de los tirantes. La técnica para que queden buenos es que tengan las medidas exactas. Después, dijeron que es uno quien debe dominar al volantín, no el volantín a uno. Por otra parte recomendaron utilizar hilo de algodón, ya que "algunos conducen electricidad y pueden ser peligrosos. Para que decir del hilo curado que está totalmente prohibido", señaló Gustavo Berrios.

Ex universitarios no se olvidan de las ramadas en las casas de estudio

Ex estudiantes recuerdan los míticos festejos que se realizaban en diferentes universidades de la zona.
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Mario Vera Sepúlveda

Por segundo año consecutivo las tradicionales ramadas o jolgorios no se realizaron en la zona. La crisis sanitaria mundial es la principal razón de esta suspensión, pero no la única, ya que en los años previos, estos festejos estuvieron fuertemente cuestionados a raíz de desórdenes e incluso actos delictivos.

Pero por contra parte, hay toda una generación que disfrutó de estos masivos festejos y a continuación repasamos algunas de sus anécdotas.

El mástil"

Era septiembre de 2006 y un grupo de jóvenes se atrevió a subir los mástiles que se encuentran en el Foro de la UdeC. Uno de ellos, estudiante de educación física, cayó, sufriendo una lesión en su entrepierna. De ahí en más fue bautizado como el "hu... del mástil", y hasta el día de hoy se le recuerda en esa jornada".

Mauricio Viveros estuvo presente y dice que "eran entre las 20 y las 21 horas, ya estábamos todos bien arriba de la pelota, pero cuando lo vimos caer como que se nos pasó a todos el efecto del alcohol por la preocupación. Por suerte no le pasó nada grave, pero en ese minuto todos quedamos impactados por la caída".

Mencionó además que por lo que recuerda hay un documental sobre el episodio, el cual fue realizado por un estudiante de Historia.

El mismo joven, que hoy tiene 33 años dice que en 2010 hicieron una ramada junto a sus compañeros de carrera y que la llamaron el "Hu... del Mástil", y que les "fue bastante bien, con esa plata hicimos un paseo a fin de año. En años posteriores y siempre en la UdeC, se dio cuenta de otros personajes tales como "El hombre barro" y "El hombre pileta".

Ramadas UBB

Alejandro Fuentes fue dirigente de ingeniería la UBB y como tal le tocó estar presente en más de una ramada estudiantil.

En ese sentido relata que era característico "los ponches muy baratos que se vendían, incluso cuando entré un vaso costaba 100 ó 200 pesos y con vinos de muy dudosa calidad". Es por lo mismo que agrega que ya entrada la tarde "era muy común ver caerse a mucha gente en una zanja que queda cerca de la cancha de fútbol, incluso gente sobria se caía, así que los que estaban con más copete pasaban en el suelo".

Más allá de eso, Fuentes destaca que en esas largas jornadas se veía mucha camaradería, "y era bien integradora, porque finalmente se daba un espacio para que los compañeros de diferentes generaciones compartieran, interactuaran y se conocieran".

Amor dieciochero

Carlos Neira cuenta que en las ramadas de la UdeC del 2010, conoció a quien fue su polola por un par de años.

Dice que ente terremoto y terremoto agarró la valentía suficiente para invitarla a escuchar a Sol y Lluvia que se presentó ese día y de ahí en más no se separaron por un tiempo.

"Estábamos un grupo de amigos compartiendo, pero tenía que buscar una instancia para poder conversar más a solas, lo que era medio imposible con el tumulto de gente, así que la invité a ir más cerca del escenario a cantar y bailar, y en medio de eso nos besamos. Se me perdieron los documentos entre tanta gente saltando, pero al final fue un detalle", aseguró el penquista con nostalgia.