El Golf: de espacio para el deporte a gran barrio
Este importante sector, situado cerca de Lorenzo Arenas y la Laguna Redonda, se construyó sobre los terrenos que a principios del siglo pasado eran utilizados por miembros de la comunidad inglesa y chilenos aficionados al golf.
La historia del Barrio El Golf se entreteje con la historia del deporte que lleva su mismo nombre en Concepción. Juego de antigua data, el golf se pierde en los orígenes del deporte, dado que el concepto de un juego que involucra un palo y una bola fue evolucionando en el tiempo hasta lo que es hoy. El golf moderno, en canchas especializadas y junto a un reglamento, se pierde en el albor de los tiempos, haciéndolo llegar, en algunos casos, hasta el imperio romano y su juego llamado "paganica".
Pero sin duda, los orígenes del golf, tal y como lo conocemos, se encuentran en Escocia. Allí se desarrolló el golf en dunas costeras cubiertas de hierba y lo llevaron a todo el mundo.
En Concepción, el juego se remonta a principios de las primeras décadas del Siglo XX. Fue desarrollado por un grupo de ingleses en un terreno prestado, aledaño a Laguna Redonda. Por esos años funcionó el Concepción Golf Club, destacado por sus triunfos en la Copa Tarapacá Young. Era el orgullo de la región y sus jugadores dominaron el golf nacional durante décadas.
El desarrollo de la industria y la expansión urbana que experimentó la ciudad partir de 1950 producto del terremoto de 1939 y la migración campo ciudad, generó una presión inmobiliaria que amenazó las canchas de golf existentes cerca de laguna Redonda, lo que trajo como resultado el buscar nuevos lugares donde desarrollar este deporte.
Es así, como en 1955, se abocaron en esta búsqueda Alfredo Searle, Raúl Spoerer, Roberto Maira, Enrique Martínez, Arturo Steel, Harry Cahill, Kenneth Everhard y Alberto Sabugo. Y es doña Oriana, esposa de Alfredo Searle, quien en un paseo al fundo de Coronel encontró un hermoso lugar, y al volver a su casa le expresó a su marido "Alfred, encontré el lugar preciso para tu cancha de golf".
En 1955 gracias a la gestión de Searle, socio fundador y primer presidente del club, los trámites no tardan en concretarse y compran los terrenos de un lugar cercano a Coronel, el que recibió el nombre de Club de Campo La Posada. Las instalaciones fueron construidas de acuerdo al proyecto de Arturo Steel y Henry Tullo, quienes dieron a Concepción los primeros campos de golf más hermosos y difíciles de Chile.
La inauguración de estas nuevas canchas estaba programada para el día 21 de mayo de 1960. Pero aconteció el mayor terremoto de la humanidad, el qué aguó su inauguración.
Los inicios
El Estado, por otra parte, debió tomar medidas para absorber el déficit de viviendas a través de la Ley de Habitaciones Obreras, promulgada en 1936. Esto da paso a la construcción de viviendas sociales, catalizadas por los terremotos de 1939 y 1960, tiempo en el que nace la Corporación de la Vivienda (Corvi).
Uno de esos proyectos fue el encomendado por la Caja de Empleados Particulares, mediante gestión de la Corvi, para la reconstrucción. Se privilegió la construcción en altura para aprovechar el uso de los terrenos. Las características requeridas para las viviendas fueron las condiciones mínimas de superficie y calidad, con equipamiento indispensable para mejorar la vida familiar y desarrollo comunitario. Se implementaron programas especiales para las personas damnificadas, junto a ello también estaba el propósito de erradicar las poblaciones "callampa" instaladas dentro de la conurbación penquista. Con esta iniciativa se proyectaron los sectores Laguna Redonda 1, 2 y 3. Siendo el sector 2, lo que corresponde hoy al barrio Laguna Redonda - El Golf.
El barrio Laguna Redonda, al igual que su vecino, la Unidad Vecinal Lorenzo Arenas, van a inaugurar un componente fundamental de la llamada modernidad, el aumento de la densidad habitacional compensada con amplias zonas libres en complemento con la inserción de bloques aislados. Presentando, además, espacios colectivos y recreativos, articulando una nueva relación entre el espacio público y privado.
El proceso de construcción se realizó por etapas desde el año 1969 y se esperaba que estuviera completo en un plazo máximo de dos años.
La mayoría de los habitantes y primeros vecinos, habían sido organizados o provenían de la Ex Caja de Previsión de Empleados Particulares (Empart). Institución que desarrollaba su labor en base a un sistema de capitalización por cuentas individuales, así los trabajadores postulaban a través del Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu). El proceso de poblamiento fue paulatino, llevando alrededor de dos a tres años.
El barrio poco a poco logra tener una conexión natural entre sus vecinos. Generaciones del sector asistieron al mismo colegio municipal, ubicado en las faldas del cerro y que hoy funciona como bodega municipal. En la década del setenta, los hijos de los vecinos jugaban en el exterior de los edificios. Las áreas verdes naturales que lo rodeaban pasaban a ser parte del solaz de sus habitantes, incluso muchos de ellos utilizaban las aguas de la laguna redonda como espacio de reposo y baño, lo que en aquel tiempo estaba permitido.
Las luces
Uno de los nombres más conocidos del barrio El Golf era el de "Ciudad de las Luces", apodo que se ganó el asentamiento sobre el cerro, por ser claramente visible de noche desde distintos puntos de Concepción y debido a que sus luminarias se reflejaban nítidamente en la Laguna Redonda. Esta imagen nocturna, se volvió característica del sector Lorenzo Arenas durante las décadas del setenta y ochenta, pero el crecimiento de los árboles que los mismos vecinos plantaron a su llegada terminó por ocultar los faros. La idea original de incluir la vegetación en las laderas era proteger el suelo de la erosión, pero la iniciativa se volvió en contra de la estética del barrio.
Hoy el sector cuenta con un área de juegos, senderos peatonales, bebederos, iluminación led y el mirador más extenso del Gran Concepción, que permite una vista y dialogo que lo acerca aún más a la ciudad.
Alejandro Mihovilovich, Profesor de Historia, Director de Extensión Biblioteca Municipal de Concepción