Las recicladoras de Concepción aspiran a educar a la población
El Sindicato de Recicladores del Biobío, tras el incendio de 2019, logró levantarse con instalaciones nuevas y con el propósito de informar a través del Centro de Educación Ambiental de Reciclaje, que recibirá a establecimientos.
La palabra reciclar es una que, actualmente, cada vez cobra más y más sentido para las personas. En ese proceso existe la labor de una treintena de personas que han dedicado sus vidas a lo que es el reciclaje, que le ha dado una segunda (o quizás tercera o cuarta) vida a diferentes productos tales como cartones, papeles, latas y plásticos, entre otros. Esa función han cumplido quienes integran el Sindicato de Recicladores del Biobío.
Tras el incendio que afectó las instalaciones, ubicada en Prat entre Prieto y Cruz en Concepción, en enero de 2019, el lugar se levantó gracias a diversas ayudas, entre ellas la de la Seremi de Medio Ambiente, que a través de su Programa Regional de Reciclaje, decidió apoyar la reconstrucción, dándole un nuevo aire, convirtiendo también el espacio en un Centro de Educación Ambiental del Reciclaje (CEAR), donde sus exponentes también son monitoras sobre el trabajo que se realiza.
Hoy, su función no es solo recolectar, sino que también educar.
Una vida
Hace 25 años, tras quedar su marido cesante, Doris Ruiz Núñez, decidió que debía hacer algo, lanzándose a la recolección. Fue así como llegó al centro de acopio penquista, del cual es su presidenta. Es más, cuenta que ella es casi una de las fundadoras y que en general, la mayoría de quienes trabajan acá son mujeres.
"Es una vida trabajando en esto", dice la vecina de Los Cerros de Talcahuano, quien disfruta su día a día como recicladora. "En mi casa no me hallo, así que en la mañana tempranito estoy despierta para venirme a trabajar", señala la dirigente, quien asegura que su labor siempre la ha tratado bien. "Por eso ahora estoy acá, a los 66 años trabajando", dice.
Es esa importante labor la que reconoce Doris entre ella y sus compañeros, pues se han transformado en un eslabón relevante a la hora de cuidar el medio ambiente, dándole un nuevo uso a los materiales.
"De cartoneros pasamos a ser recicladores. Ahora tenemos la misión de educar a la gente. Hoy hay personas que realmente se preocupan y separan el material. Hay una conciencia de que se dan cuenta que al medio ambiente hay que cuidarlo", indica. Añade que "ese rol es fundamental en la sociedad para cuidar el medio ambiente. Estoy recibiendo todo lo que es chatarra y que se va a los vertederos y uno lo puede recuperar. La gente cree que todo es basura y no sabe que pueden reutilizarlos".
Sobre el sindicato, que partió el año 91, cuenta que tras el incendio de hace dos años, hoy está equipado. Eso sí, esperan por un proyecto de implementación para poner un radier al suelo y techar. Además, hoy buscan transformarse en cooperativa. "Estamos empezando a entrenar con las ventas al por mayor. Antes cada uno entregaba su material. Ahora estamos todos unidos. Tenemos distintos materiales dentro del centro de acopio y ahora vamos a ser un Centro Educativo, porque vamos a tener la llegada de los niños cuando estén en el colegio. También el municipio nos regaló triciclos para todos. Nos han apoyado de distintas instituciones. Hemos tenido, gracias a Dios, la participación de las autoridades en el reciclaje, como el alcalde, las seremis. Hemos estado súper", adelanta, al tiempo que reflexiona que "harto que se ha destruido el medio ambiente. Con vertederos colapsados y con todo eso que se está metiendo en la tierra, como los percolados y otros materiales".
Educar al resto
Iris Mardones es una de las últimas mujeres -junto a su hermana- en llegar al sindicato de recicladores. De eso, dice, han pasado ya casi tres años y desde entonces ha visto cómo el lugar se ha ido renovando constantemente para mejor. "Antes esto era un sitio eriazo, donde la gente trabajaba adentro, no había nada. Ahora hay containers, se construyó todo nuevo. Tenemos cocina, baño, luz, agua, alcantarillado, está complemente renovado", relata la penquista, quien recicla cartón, papel, revistas, botellas, botellas pet, plástico duro, lata, chatarra. "Todo lo que se pueda reutilizar, en resumen. Eso es lo que acá trabajamos", apunta.
Si bien hace tres años está instalada en el centro de acopio, asegura que "hace 33 años que soy recicladora, solo que antes trabajábamos con mi hermana y mi familia de forma independiente. No estábamos en el sindicato. Pero producto de la ley, teníamos que formalizarnos y participar en un sindicato".
Es por ello que confiesa que la experiencia acá ha sido mejor, porque "recibes hartos beneficios. En cambio, de forma participar no recibíamos nada, solo el esfuerzo de nuestro trabajo. Ahora somos mejor mirados, visibilizados y es que el reciclaje tomó otro rumbo. Antes decías alguien que andaba en el reciclaje, te decían cartoneros, cachureros, nombres peyorativos, pero ahora somos recicladores base. Tenemos nuestro propio título", manifiesta, agregando que ha mantenido su familia con este trabajo, aunque advierte que no es bien remunerado. "El material no es bien pagado. Luchamos para que tenga un valor mejor. Pero como a una le gusta lo que trabajo, poco mira el valor y trabaja no más".
Actualmente, trabajan con distintas entidades, como oficinas gubernamentales y municipalidades. Además, recibieron un proyecto, "donde nosotros tenemos que retirar los materiales que ya dan de baja de la Gobernación y Seremi de Salud, entre otras", dice.
Lo que más motiva a Iris es enseñarle al mundo que no todo es basura y que los productos pueden seguir sirviendo, ya sea reinventándose o dándole una segunda oportunidad. "La gente no sabe reciclar y cree que todo es basura, por lo mismo estamos con este problema del medio ambiente. Lo que falta más que nada es cultura, hay poca cultura al respecto. Si la gente supiera cómo reciclar, estaríamos mucho mejor", comenta.
En ese sentido, explica que en el lugar, clasifican los materiales a reciclar, para luego, diferentes empresas los retirar. "Por ejemplo, el cartón lo viene a retirar Sorepa; los residuos Pet1, Pet 2, los viene a retirar Replá. Distintas empresas que quieren hacer un mundo mejor. Además, es valorado su trabajo, están cooperando con el medio ambiente", indica.
Tal como lo informó Doris Ruiz, el Sindicato está ad portas de abrir su Centro de Educación Ambiental de Reciclaje, del cual, Iris Mardones profundiza que "no se ha podido inaugurar producto de la pandemia, pero nuestra idea es que lleguen una vez a la semana colegios y jardines para explicarles cómo es nuestra labor y cómo hacemos que estos productos vuelvan a ser valorados".
Añade que "para nosotros es importante educar, porque nos gusta esta vida, nos gusta este trabajo. Queremos seguir haciéndolo y enseñándoles a los niños, que son el futuro y que pueden producir cambios".
"Hay personas que se preocupan y separan el material"
Doris Ruiz,, presidenta del Sindicato de Recicladores Biobío
"Nuestra idea es que lleguen una vez a la semana colegios para explicarles cómo es nuestra labor " .
Iris Mardones,
recicladora