Con duda de juez recalifican como femicidio muerte de joven modelo
Pareja de Silvana Garrido fue formalizado acusándolo de "arrojarla" desde el piso 23, causa que hasta ahora se indagaba como suicidio. Defensa lo niega.
Diego Gotelli C.
Más de dos años han pasado desde que Silvana Garrido, modelo de 25 años, falleció tras caer desde el balcón de un edificio de Santiago, en una causa que las policías calificaron como suicidio. Sin embargo, en los últimos días la investigación dio un vuelco luego que la Fiscalía lo recalificara como un femicidio y formalizara ayer a su pareja por su presunta responsabilidad.
"El imputado, con la clara intención de darle muerte, la tomó y arrojó desde el balcón del piso 23, mientras ella luchaba para impedirlo", aseguró la fiscal Paula Rojas en la audiencia.
La persecutora basó su tesis en un nuevo peritaje que, dice, mostraría lesiones en la víctima que "no necesariamente" son atribuibles a la caída, sino que podrían ser compatibles con una lucha en la que la mujer se aferró a la baranda antes de ser lanzada, versión que acusa su familia. La nueva teoría apunta a que el ataque se habría producido "por celos", pues cercanos a Silvana afirman que ese día ella acabaría la relación.
Desde la defensa del acusado niegan su participación. Su abogado Ramón Sepúlveda señaló que "no hay fundamentos" para acusar el femicidio, pues estima que el nuevo peritaje no vincula a su representado con el hecho.
"Se intenta imputar un delito para dar tranquilidad a la familia o por cerrar una investigación con falencias", dijo.
Dudas similares expresó el juez Freddy Cubillos, quien en su resolución esgrimió que si bien los antecedentes abren la opción de una eventual partición de terceros, "no existen antecedentes que justifiquen la existencia de los delitos formalizados".
El magistrado dijo que le llamó la atención que, considerando la cantidad de vecinos que hay en un edificio, no haya testigos que vieran al imputado arrojando a la víctima, pues de ser efectiva la tesis acusadora, "razonablemente ella debió gritar o pedir auxilio" cuando luchaba, "y de ello nada existe", agregó.
Por el contrario, en su fallo constató que un vecino oyó un diálogo que, cree, calzaría con una secuencia en que la víctima amenazaba con suicidarse. Y señaló que ella presentaba alcohol en la sangre.
Por los antecedentes negó la solicitud de prisión preventiva, aunque decretó el arraigo nacional para el imputado. La investigación durará 4 meses. La Fiscalía apelará.