"Soy bendecida de seguir haciendo lo que me gusta"
A sus 35 años, Kristel Köbrich va a sus quintos juegos olímpicos con la ilusión de una novata.
Agencia EFE / S. Silva
Todos los días, el despertador de Kristel Köbrich retumba a las 3:56 de la madrugada: la jornada es larga para la mejor nadadora chilena de la historia, que a diario combina trabajo físico y mental fuera de la piscina con cerca de 20 kilómetros en el agua en dos turnos de entrenamiento.
Es la misma rutina que cumplía con máximo rigor para sus primeros Juegos Olímpicos en Atenas 2004, y que mantiene con idéntica ilusión durante su quinto ciclo olímpico, alentada por del debut que hará en Tokio 2020 su especialidad deportiva, los 1.500 metros libres.
Cuando debutó en JJ.OO, Köbrich tenía 18 años e iniciaba una carrera profesional que hoy se encuentra consagrada, con un oro en los Panamericanos de Guadalajara 2011 en 800 metros.
A esa presea, que supuso el primero oro del nado chileno en los Panamericanos, suma multitud de medallas de todos los metales en Juegos Suramericanos y en Campeonatos Suramericanos de natación, entre otras competiciones internacionales.
Hoy, con 35 años, el objetivo de Köbrich es uno solo: perfeccionar sus tiempos en las pruebas de larga de distancia para llegar bien posicionada a la hora en que se configuren las series de la cita japonesa, certamen que espera con la misma determinación que ha caracterizado su laureada trayectoria deportiva.
"Yo soy una bendecida de poder decir hasta el día de hoy que sigo haciendo lo que me gusta, y que adoro y que es un honor, un orgullo, representar a mi país", afirmó en entrevista con Efe.
Y si bien el entusiasmo por competir en la prueba que más le acomoda es alto, la seriedad de su trabajo es la misma que pone para todos los campeonatos: "Siempre trato de crecer, de ser mejor persona y deportista en cada JJ.OO., cada pequeño torneo provincial o regional, no importa, siempre hay distintos aprendizajes que tú puedes captar para evolucionar".
La pandemia de la covid-19, que en marzo de 2020 golpeó a la argentina ciudad de Córdoba, donde Köbrich reside desde 2003, también le ha dejado aprendizajes: "Hemos vuelto a la esencia de los deportistas, la esencia de los que nos gusta, la razón por la que te levantas de la cama. Si ese objetivo está claro, nada te modifica, ni un coronavirus. Simplemente esperas a que todo se acomode de acuerdo a lo que tengas y entiendas, y sigues hacia adelante".
"Hemos vuelto a la esencia de los deportistas, la esencia de lo que nos gusta. Si ese objetivo es claro, nada lo modifica".
Kristel Köbrich
Experimentada
Atenas, Pekín, Londres y Río son los JJ.OO. que Köbrich tiene en el cuerpo, sumados a las seis finales mundiales de pruebas de fondo y un sinfín de campeonatos panamericanos y sudamericanos. "Hay que caerse y hay que levantarse, hay que entender que es un camino difícil, que no es todo de un día para otro", reflexionó Köbrich. "No me olvido de que tengo 35 años, no lo achico ni lo agrando, es lo que tengo y me siento feliz porque he transitado un millón de cosas que nadie ha vivido, ha sentido o experimentado como yo", manifestó.
2004 en Atenas fueron los primeros JJ.OO. para Köbrich, en los que fue la abanderada de Chile.