Manuel Muñoz González

Treinta y siete años han pasado desde que un equipo chileno de remo disputara una final olímpica, logro que alcanzó la selección nacional en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984. Una gesta de la que varios penquistas formaron parte, entre ellos Rodolfo Pereira, quien mira con nostalgia aquella participación olímpica que le marcó por todo lo vivido. "Siempre es muy emocionante recordar esos momentos", expresa hoy el deportista.

Y con más nostalgia lo siente al ver hoy cómo ese pequeño que conoció en los torneos locales organizados por la asociación de remo, el sampedrino César Abaroa, ahora se apronta a ser parte también de la máxima cita deportiva.

"Cuando estaba en la asociación de remo, organizábamos las regatas, entonces ahí conocí a César, desde cuando partió en esto, así que feliz de verlo ahí ahora, desearle la mejor de las suertes", agrega el ex finalista olímpico.

Esa misma experiencia vivida en Los Ángeles 1984 es la que busca traspasar ahora a Abaroa, quien competirá en el bote doble par ligero junto a Eber Sanhueza, y a todos los deportistas que se la jugarán por Chile en Tokio, entre ellos la sampedrina Paulina Vega, quien representará nuevamente a Chile en el tenis de mesa.

"Estar en unos juegos olímpicos es algo que pocos pueden vivir, así que además de competir, lo importante es vivirlo a concho", expresa Rodolfo Pereira, quien siente que el deportista pasa a ser algo mucho más importante en medio de una instancia de esta naturaleza.

"Recordarles que en una justa como esta, no solamente son deportistas, sino que son los representantes del país, son los embajadores de Chile, y como tales tienen que representarnos en todos los aspectos, no solo en lo deportivo, sino en la forma de convivir allá, más ahora con una pandemia de por medio", resalta.

Motivación

En lo que será distinta esta edición de los juegos será en la ausencia de espectadores, lo que de seguro se va a sentir entre los deportistas. No obstante, para Pereira no hay mayor motivación que disputar esta máxima cita, por lo que dice que habrá que adaptarse.

"Creo que se va a sentir entre los deportistas. En el caso del tenis de mesa, donde compite Paulina Vega, siempre es en un espacio cerrado, donde se juega en silencio; en el remo pasa algo similar, en el agua estamos acostumbrados al silencio, pero se nota la presencia de público en el bullicio de la gente cuando vamos llegando a los últimos metros", afirma, añadiendo que "siento que donde más se va a sentir es en los eventos de apertura y de cierre, eso es una situación que impacta tremendamente, una energía que no se olvida nunca, aunque el que no ha tenido la oportunidad de pasar por eso, no lo va echar mucho de menos".

23 de julio es la apertura oficial de Tokio 2020, suspendidos el año pasado por la pandemia.

Tras un largo viaje que se inició el lunes, la Roja femenina de fútbol arribó a Tokio para disputar los Juegos Olímpicos, en una participación que será histórica pues por primera vez Chile tiene un representativo de mujeres en un deporte colectivo en la máxima cita deportiva.

El equipo dirigido por José Letelier aterrizó en el aeropuerto de Haneda tras haberse desplazado desde Santiago con una escala en la ciudad estadounidense de Atlanta. Y tras abandonar el terminal aéreo se trasladó al hotel Shibuya Excel, donde permanecerá hasta retomar el viaje, esta vez hacia la ciudad de Sapporo, donde disputará sus dos primeros partidos por el Grupo E del torneo.

El debut de las chilenas está fijado para el próximo miércoles 21 frente a Gran Bretaña (3:30 de la madrugada en Chile), para luego enfrentar a Canadá el sábado 24, también en Sapporo, y cerrar la fase grupal ante Japón, el martes 27 de julio en la ciudad de Miyagi.

A su arribo a Tokio, Fernanda Pinilla, jugadora de Universidad de Chile, manifestó que "me siento una afortunada totalmente. Siento que estoy cumpliendo el sueño de muchas niñas, de muchas mujeres. Estoy muy contenta, feliz, emocionada, esperanzada. Espero que nos vaya bien".

21 de julio es el debut de la Roja ante Gran Bretaña, a las 3.30 de la mañana hora de Chile.

Lionel Messi seguirá vistiendo la camiseta del Barcelona, para tranquilidad de los hinchas culés, que veían con preocupación cómo su máxima figura estuvo como jugador libre durante 14 días desde el término de su contrato el 30 de junio. El presidente Joan Laporta en la semana había adelantado que las negociaciones estaban adelantadas con el "10". De esta manera, Messi firmará por otros cinco años más, pero tendrá en su poder una cláusula que le permitirá terminar el vínculo al final de cada año según su predisposición. Además, el reciente campeón de la Copa América se bajará su sueldo a un 50 por ciento de lo que recibía en el antiguo contrato.