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Negocios en los barrios sacaron cuentas alegres

El flujo de clientes aumentó este fin de semana, aunque aseguran que es algo más que un hecho puntual.
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Mario Vera Sepúlveda

El cierre de los supermercados por el fin de semana electoral, declarado feriado irrenunciable, se presentó como una gran oportunidad para los almaceneros de la zona, especialmente en aquellos negocios cercanos a algún local de votación, quienes no desaprovecharon la "exclusividad" para poder vender.

En Talcahuano, Elina Maldonado, de "Provisiones Elianita", aseguró que la afluencia de público el sábado y domingo "fue un poco mayor a la habitual, porque la gente ya se acostumbró a venir a comprar a los negocios de barrio".

La comerciante del sector Gaete agregó que los clientes con los que cuenta se han ido multiplicando en el último año, por lo que aseguró que este buen fin de semana "es algo más que solo por el cierre de los supermercados por las elecciones, además que la gente se preparó, no fue de un día para otro, pero nos siguen prefiriendo".

Maldonado dijo además que pudo percibir que algunos aprovecharon para salir a pasear, "ya que el otro fin de semana volvemos a la cuarentena y ya no se puede salir".

Jaime Ortiz, de la panadería "Buena Masa" de Concepción, sostuvo que la necesidad de pan es una constante en los chilenos, por lo que vio a sus clientes habituales durante la jornada sabatina, además de "algunas caras nuevas", aunque no un incremento sustantivo de personas.

Nicole Becerra, del local "Somos" ubicado frente al colegio Aurora de Chile, en Chiguayante, contó que durante sábado y domingo "los clientes aumentaron, quizás no como se hubiese esperado, pero sí el flujo fue más constante, además de que estamos ubicados a metros de un colegio de votación, así que eso quizá también nos favoreció".

Para los clientes también fue grato encontrarse con locales abiertos cerca de sus lugares de sufragio. Claudia Fuentes, penquista, contó que le tocó ir a votar en Chiguayante y "fui el sábado antes de almorzar, y cerca de la avenida Manuel Rodríguez me encontré un local que vendía ceviche y empanadas de mariscos y queso, así que aproveché de pasar después de votar".

Baja afluencia

Sin embargo, el fin de semana no fue productivo para todos. Al menos así lo aseguró Tamara Vivar, cajera del local de comida "Tasty's" de calle Tucapel, en Concepción.

Si bien el recinto está ubicado frente al colegio San Pedro Nolasco, que acogió mesas de votación, Vivar indicó que "fue un fin de semana muy normal, e incluso vendimos menos que lo habitual".

Señaló que los clientes llevaban pan y "algunos empanadas, pero las ventas fueron bajas si las comparamos a los días de semana". "Siguió siendo un fin de semana plano, sin grandes ventas", concluyó.

Vocales almorzaron en patios del colegio

Algunos más afortunados tenían lugares habilitados para comer.
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Mario Vera Sepúlveda

En medio de estas particulares elecciones, los vocales de mesa, además de cumplir con su labor de recepcionar los votos de los miles de chilenos que participaron de los comicios, debieron ser agentes sanitarios para que la elección se desarrollara con normalidad y también con seguridad en medio de la pandemia.

En ese sentido, cuentan que una de sus funciones fue la de sanitizar constantemente las cabinas para sufragar.

"Había pocos ratos muertos porque la gente llegó espaciada, y nos preocupábamos de tener votos doblados para cuando llegaran, y sanitizar cada vez que se usaba la cabina", sostuvo Carolina Pizarro, quien fue vocal de mesa en el colegio Nuevos Horizontes, en San Pedro de la Paz.

En relación a la hora de colación, la joven contó que realizaron turnos para poder comer de una forma tranquila y sin poner en riesgo de contagio a los electores. Añadió que tenían "un termo con agua y café e íbamos a un rincón (a beber café) cuando no había votantes".

Carlos Sandoval, vocal en el colegio San Pedro Nolasco, aseguró que en el recinto había un lugar destinado para comer, pero que "teníamos libertad para hacerlo en otros lugares, pero sin incomodar a los votantes sacándonos las mascarillas".

Añadió que las galletas fueron los principales aliados para combatir el hambre en la mesa.

Nicolás Medina, quien fue vocal de mesa en el colegio Camilo Henríquez de Concepción, señaló que en el caso de él y sus compañeros, la colación que llevaron la comieron "en el patio, al aire libre, sin molestar a nadie".

El joven señaló que se dieron algunos espacios "muertos", donde no entraba nadie a votar, los que aprovecharon para conversar de trivialidades, así como de las elecciones mismas y las proyecciones que estimaba. "También jugamos al stop y a las cartas", indicó Medina.