Académicos de la zona destacan legado de Humberto Maturana
El biólogo, filósofo y escritor nacional falleció a los 92 años. Personas que lo tuvieron como referente lo califican como un ser humano sabio, reflexivo y que su trabajo científico trascendió por su mirada integral, filosófica y espiritual.
Admiración eterna y gratitud fue lo que expresaron académicos universitarios de la región del Biobío por el biólogo, filósofo, escritor y creador del concepto de la autopoiesis, Humberto Maturana, ganador del Premio Nacional de Ciencias Naturales 1994, quien falleció este jueves a los 92 años de edad.
A través de un comunicado de prensa, los más cercanos de Maturana -su familia, aprendices y amigos- afirmaron que su despedida "fue un proceso breve y tranquilo en el que estuvo bien cuidado en su hogar, acompañado por sus seres queridos".
Sus enseñanzas de la biología del amor y del conocer, su trascendencia en varias áreas del conocimiento, su fomento de la interdisciplina y su huella en la ciencia no solo en Chile, sino a nivel mundial, son solo algunos de los aspectos positivos que dejó, según quienes lo conocieron y para quienes fue un referente.
Durante su larga trayectoria, el intelectual escribió otros numerosos libros que influenciaron áreas tan diversas como la neurociencia, sociología, computación, literatura y filosofía. Tras su deceso, el Presidente Sebastián Piñera anunció que "decretamos duelo oficial, la ciencia y Chile están de duelo".
Legado
Lohengrin Cavieres es profesor de la Facultad de Ciencias Biológicas y Oceanográficas de la Universidad de Concepción, en el departamento de Botánica, y en 1989 fue alumno de posgrado de Maturana.
"En su clase de Evolución tuvimos la oportunidad de conocerlo más de cerca y de entender su forma de pensar. Fue un privilegio compartir con él. Era muy afable y siempre tenía tiempo para conversar y reflexionar con los estudiantes", sostuvo.
Sobre el legado de Maturana, dijo que "comenzó a transmitir sus conocimientos más allá de la biología. Cruzó esa barrera de la reflexión académica y la llevó a espacios públicos. Él enseñó a pensar y a reflexionar más allá de lo corriente".
Cavieres puso un ejemplo, a partir de lo que para Maturana significaba la evolución. "Cuando se habla de ese tema, uno está acostumbrado a escuchar a Darwin y la selección natural, mediada por la competencia entre organismos. Sin embargo, él nos enseñó que hay otras formas posibles de explicarla, a partir del cambio del entorno, que él llamaba la deriva natural. En definitiva, que la naturaleza no es un mundo de blanco o negro, sino que hay cabida para varios fenómenos".
Edgardo Neira, artista visual y profesor emérito de la Facultad de Humanidades y Arte de la UdeC, destacó un aspecto especial de Humberto Maturana. "Superó la noción del cientifico tradicional al actuar con sabiduría. Desde la biología revisó al ser humano mismo y puso en valor cosas que estaban perdidas y que habitualmente no se preguntaban, como qué es lo vivo en vez de qué es la vida".
Sobre la trascendencia de sus escritos, Neira indicó que "la autopoiesis, que trabajó en conjunto con Francisco Varela, penetró no solo en la ciencia, sino también en la filosofía. Muchos autores contemporáneos citan a Maturana por su mirada científica, filosófica y espiritual".
Mario George-Nascimento, académico de la Facultad de Ciencias Ucsc y doctor en Ciencias Biológicas, mención Ecología, agregó que "el legado de Humberto Maturana no muere. Seguramente se enriquecerá. Su influencia, a su favor o no, va desde mi persona, mi familia, el país y más allá. La reflexión que me produce su fallecimiento, como él quizás habría dicho, une la emoción, la educación, la ciencia, y excluye al fanatismo y el adoctrinamiento."
Paulina Hernández, subdirectora de Asuntos Públicos de la Universidad Andrés Bello, tuvo la oportunidad de escuchar al biólogo en clases de Teoría de la Comunicación. "Trabajar en Recursos Humanos, desde la mirada de Humberto Maturana, me ha permitido aprender que las emociones son un recurso maravilloso que tenemos como seres humanos. Sobre todo, porque nos permiten ser seres empáticos y porque éstas se contagian y entonces podemos construir mejores ambientes para trabajar, todo depende desde qué emociones nos movemos", sostuvo.
Desde la medicina también hubo un reconocimiento. Alejandro Serani, médico y académico de la Universidad San Sebastián, dijo que "desarrolló una teoría 'maquinista autopoiética' de los seres vivos, propuso después una biología del conocer que se prolongó en epistemología y teoría del lenguaje, y desembocó finalmente en una reflexión sobre el ser humano y su convivir. Un pensamiento articulado, perseverante y original".
Nicolás Saa, académico de la Facultad de Medicina Ucsc, también tuvo a Maturana como referente, recordando su Premio Nacional de Ciencias y su importancia global. "Demostró que desde Chile se puede hacer ciencia de calidad con trascendencia a nivel mundial. No sólo ha marcado a generaciones de biólogos, también a psicólogos, profesores, sociólogos, médicos, etc", dijo.
Añadió que "he conversado sobre el trabajo de Maturana con mis alumnos por todo lo que significa, su estudio de los sentidos y la visión de los vertebrados y cómo se articula la mente con el cuerpo".
La socióloga y académica de la USS, Alina Muñoz, señaló que "fue un tremendo aporte científico que nos entregó de manera innovadora y vanguardista, pero siempre con una visión de comunidad, trabajando en el acto de "desentramar" la complejidad de la vida y, en específico, del ser humano".
"Amor es la emoción fundamental que hace posible nuestra evolución como seres humanos
HumbertoMaturana