Variantes y efectividad de vacunas
En estas últimas semanas los medios han abordado un tema que ha causado inquietud en la población: el surgimiento de nuevas variantes del SARS-Cov2, responsable del temido Covid 19. Así en las informaciones se han mezclado conceptos como cepa, variante y mutaciones. Es importante entender, a grandes rasgos, de qué se trata.
SARS-Cov2, como todo virus, evade la respuesta inmune a través de la edición de su genoma (mutación), sin embargo, este virus ARN corrige sus errores durante el proceso de replicación, generando menores tasas de mutaciones comparado con otros como influenza o VIH.
Se entiende como mutación a los cambios en la secuencia del código genético del virus, pudiendo ocurrir que un virus presente más de una mutación que se repita en comparación con otras muestras. Así se genera una variante del virus. Si no presenta una diferencia importante a nivel funcional, queda restringida a este concepto, ya que sólo es una "variación del genoma original".
A medida que el SARS-CoV-2 se ha extendido por el mundo, ha acumulado mutaciones en su genoma viral, y si estas variantes generadas por estas mutaciones producen características diferentes en el virus, las cuales se pueden demostrar, entonces se hablará de una nueva cepa.
Actualmente, de acuerdo con el "Reporte de Circulación de Variantes de SARS-CoV- 2 en Chile", emitido por el MINSAL en marzo de este año, las variantes de mayor circulación son la de Reino Unido y la proveniente de Brasil. La primera tiene un 70% más de transmisibilidad y es más letal y la segunda variante se propaga más fácilmente y puede afectar su perfil antigénico disminuyendo la eficacia de la respuesta de los anticuerpos generados por la vacuna.
En este escenario, es fundamental la vacunación, ya que las variantes se generan a medida que el virus se va replicando. Chile cuenta con tres vacunas aprobadas por el ISP: CoronaVac (virus inactivo) CanSino (adenovirus), ambas con tecnologías probadas, y Pfizer (ARN), que es una nueva tecnología con mayor eficacia contra el virus (95%), en comparación con CoronaVac (cercana al 80%) y CanSino (cercana al 66%). Sin embargo, son necesarios más estudios para entender cuánto y cómo protegen estas vacunas contra SARS-CoV-2 y sus variantes, pues las nuevas que se han ido generando pueden influir en el diagnóstico, terapias, severidad de la patología y además sobre la acción de las vacunas.
Columna
Paulina Fernández Garcés, Académica de Tecnología Médica, Universidad San Sebastián