Comercio playero en crisis por cuarentena
Aseguran que desde el verano pasado que no han podido trabajar y piden ayuda estatal.
Los comerciantes del borde costero de la región ya no dan más ante las restricciones sanitarias imperantes en parte importante del Biobío.
Aseguran que año tras año se preparan para recibir turistas y visitantes a las playas de la zona desde octubre, pero que la pandemia y las cuarentenas impuestas por la autoridad sanitaria les han afectado fuertemente y ya dan por perdida esta temporada estival, y "nos vamos a quedar sin nada", aseguró Hilda Pereira, presidenta del gremio de vendedores ambulantes de Playa Blanca.
La comerciante señaló que hay muchas familias que dependen de lo que se puedan vender entre octubre y marzo, por lo cual la crisis social que ya viven se acrecentará en un par de semanas, dejando a muchas familias sin el sustento anual.
"Estamos en un estado de emergencia más que grave. Somos 54 personas del sindicato que empezamos a trabajar en octubre en la playa y en seis meses tenemos que hacer el dinero para el año, y esta temporada no tenemos nada, hay gente que no sabe qué hacer para pagar sus gastos básicos", afirmó.
Margot Flores sostuvo que toda su familia vive en torno a las ventas en la playa, asegurando que "llevamos 35 años vendiendo sopaipillas en Playa Blanca con mi mamá, una tía, mi hermana y una sobrina. Con todo esto no sabemos qué hacer, el Gobierno ha ayudado bastante a los comerciantes, pero solo a los establecidos, y así como nosotros deben ser miles en todo el país", añadió.
Afirmó que gracias a las ventas de verano han logrado salir de la pobreza extrema en la que vivían hace 35 años y es por ello que necesitan retomar sus negocios, para no volver a pasar por situaciones tan complejas como las vividas en su juventud.
Carlina Castillo, quien también se desempeña en Playa Blanca, pero vendiendo palomitas, algodones y papas fritas, comentó que está "endeudada, porque compré mis cositas para empezar a trabajar en octubre y hasta ahora no hemos podido hacer nada, ni un aporte del Gobierno hemos recibido, estamos bien indefensos".
Ventas online
Evelyn Fuentealba, artesana de Tomé cuenta que la merma en los ingresos la estima en cerca del 80%. "No podemos hacer ferias, no podemos salir y quienes no hemos tenido la suerte de encontrar trabajo en otra cosa estamos como en un punto ciego, un punto muerto y no recibimos ni siquiera una caja de nada", manifestó.
Señaló que han sostenido reuniones con el gremio en busca de soluciones, siendo lo más usado potenciar las redes sociales, pero que es insuficiente. Es por ello que apunta al levantamiento de la cuarentena para salvar la temporada.
"En 6 meses tenemos que hacer el dinero para el año y esta temporada no tenemos nada.
Hilda Pereira,, comerciante